Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

sábado, 19 de julio de 2025

EL 19 DE JULIO DE 1834 NACÌA EDGAR DEGAS - ANÁLISIS DE SU OBRA

 

19 DE JULIO DE 1834 - NACE EDGAR DEGAS

EL PINTOR DEL MUNDO DEL BALLET




1. Introducción

Edgar Degas (1834–1917) es una de las figuras más destacadas del arte francés del siglo XIX. Aunque se le asocia comúnmente con el movimiento impresionista, su obra posee características propias que lo diferencian notablemente de sus contemporáneos.

Degas es célebre por su representación del cuerpo en movimiento, particularmente a través de bailarinas, escenas ecuestres y mujeres en actividades cotidianas.

Su estilo evolucionó desde un clasicismo académico hacia una exploración audaz del espacio, la luz y la composición, empleando técnicas innovadoras como el pastel y el monotipo.

 

2. Contexto histórico y biográfico

Nacido en París en una familia burguesa, Hilaire-Germain-Edgar De Gas (posteriormente "Degas") creció en un entorno culto.

École des Beaux-Arts

Estudió en la École des Beaux-Arts bajo la dirección de Louis Lamothe, discípulo de Ingres, lo que marcó profundamente su inclinación hacia el dibujo y la precisión del contorno.

 Viajó a Italia, donde estudió a los grandes maestros del Renacimiento, como Rafael y Miguel Ángel. 

Su carrera se desarrolló en un periodo de grandes transformaciones sociales, políticas y artísticas en Francia: la revolución industrial, el auge de la fotografía, el impresionismo, y la vida urbana parisina influenciaron su trabajo.

 

3. Influencias y formación artística

Las influencias clásicas, especialmente Ingres y los maestros italianos, se reflejan en el respeto de Degas por el dibujo.

Sin embargo, pronto amplió su visión al observar la vida contemporánea, influenciado por la fotografía, el grabado japonés y la vida urbana.

 A diferencia de otros impresionistas que trabajaban al aire libre (plein air), Degas prefería el estudio y la observación interior. Este enfoque analítico le permitió captar movimientos fugaces con una composición calculada.

 

4. Temáticas principales en su obra

 

a) Bailarinas

Más de la mitad de su producción representa bailarinas de ballet. Degas no las idealizaba, sino que retrataba tanto los momentos de gracia como los de fatiga, ensayo o preparación.

Estas obras destacan por su naturalismo, estudio anatómico y composición dinámica (La clase de danza, Bailarina ajustando su zapatilla).

Le Foyer de la danse à l’Opéra de la rue Le Peletier

Fecha: 1872

 

Descripción general de la obra

La escena muestra el ensayo de un grupo de bailarinas en el foyer (salón de práctica) de la antigua Ópera de la calle Le Peletier en París, un espacio real que Degas conocía bien.

 Las figuras se disponen en una amplia sala iluminada desde la izquierda, con varias bailarinas en diferentes posturas: unas practicando, otras descansando o ajustando sus vestidos.

A la derecha, un maestro de ballet (posiblemente Jules Perrot) supervisa la práctica con su bastón. También aparecen algunos hombres con sombrero al fondo, observando discretamente.

 

1. Composición y organización del espacio

Degas realiza una composición abierta y descentrada, con un fuerte sentido de profundidad y perspectiva.

A diferencia de las composiciones clásicas, la escena no tiene un punto focal central, sino que guía la mirada del espectador de forma fluida por todo el lienzo.

 

La línea diagonal del suelo y la pared del fondo conducen la mirada hacia la esquina inferior derecha, donde se ubica el maestro.

El uso de espacios vacíos alrededor de las figuras, especialmente en primer plano, crea una sensación de movimiento y espontaneidad.

La presencia de figuras parcialmente recortadas por el borde del lienzo sugiere una escena captada al vuelo, como una instantánea, con una fuerte influencia de la fotografía y el grabado japonés.

 

2. Color y luz

Degas emplea una paleta moderada y naturalista, alejada del colorismo vibrante de otros impresionistas como Monet. Predominan:

 

Tonos cálidos y neutros: ocres, blancos, grises, marrones y rosados en los tutús.

La luz entra lateralmente desde la izquierda (probablemente de una ventana fuera del encuadre), bañando a las bailarinas en una luz difusa, no dramática, que resalta volúmenes y crea una atmósfera realista.

No hay sombras marcadas ni contrastes extremos; todo está suavemente modelado, lo que da una sensación de continuidad visual.

 

3. Dibujo y técnica pictórica

Degas, profundamente influenciado por Ingres y la tradición del dibujo académico, demuestra aquí una gran precisión en el dibujo anatómico y en la representación del movimiento:

Las figuras están delineadas con claridad, incluso en una escena aparentemente espontánea.

Las poses de las bailarinas no son convencionales ni idealizadas; captan momentos de esfuerzo, tensión o descanso.

El tratamiento del tutú, con toques breves y ligeros, muestra la destreza de Degas en sugerir textura y transparencia con economía de medios.

El óleo está aplicado en capas delgadas, a veces casi como un boceto, lo que refuerza la sensación de inmediatez y frescura.

 

4. Perspectiva y profundidad

 

La sala se extiende en profundidad gracias a:

 

La disposición en diagonal del suelo y las paredes.

 

La superposición de planos: bailarinas en primer plano, grupo central, figuras al fondo.

 

El uso de la luz y el desenfoque progresivo de las figuras más distantes.

 

Todo esto crea una sensación de espacio real, amplio, donde el espectador parece un observador invisible dentro de la sala, casi un voyeur, lo que también sugiere cierta crítica implícita a la mirada masculina sobre el mundo del ballet.

 

5. Contenido simbólico y lectura social

Aunque la escena parece simplemente documental, hay un subtexto social:

Las bailarinas del siglo XIX, especialmente en la Ópera de París, eran en muchos casos mujeres de origen humilde, algunas de las cuales dependían del mecenazgo de hombres ricos.

La presencia de hombres al fondo (probablemente patrocinadores o abonados) observando desde las sombras puede interpretarse como un comentario sutil sobre la relación entre arte, poder y voyeurismo.

Degas no idealiza a las bailarinas; muestra la realidad del esfuerzo físico, el cansancio y la disciplina, algo innovador y casi transgresor para su tiempo.

 

Conclusión del análisis pictórico

"El foyer de la danza en la Ópera" es una obra paradigmática de Edgar Degas que sintetiza su dominio técnico, su capacidad de observación y su visión moderna del arte. Desde el punto de vista pictórico, destaca por:

 

Su composición dinámica y abierta.

 

El uso naturalista de la luz y el color.

 

El realismo anatómico y emocional en la representación del cuerpo.

 

La innovación en la perspectiva y encuadre, influida por la fotografía.

 

Una mirada crítica y distanciada sobre el espectáculo y la vida urbana.

 

Este cuadro es, en definitiva, una expresión magistral de cómo Degas supo captar lo efímero del movimiento y la vida moderna con una técnica rigurosa y un enfoque profundamente humano.


b) Escenas ecuestres

Degas también mostró gran interés en los caballos y las carreras, tema que le permitía explorar el movimiento y la anatomía animal.

 Obras como Carreras de caballos antes de la salida reflejan su precisión gráfica y sentido del dinamismo.

 

Carreras de caballos. Antes de la salida (1862), Museo de Orsay, París

En el año 1862 realiza su primera escena en la que se refleja la vida moderna, a la cual ha titulado “Antes de la salida”, en la que inicia su temática de hipódromos y carreras de caballos.
Se interesó así mismo por el mundo de los caballos y los jinetes, que dio pie a sus únicas obras ambientadas al aire libre, aunque con un espíritu muy distinto de los demás impresionistas, ya que también en este caso busca el momento fugitivo en el movimiento y no en la luz. 
Por su formación académica, el dibujo le interesó más que cualquier otro aspecto de la pintura, por lo que la modernidad de su obra se deriva de la cotidianidad de los temas tratados, además de los rasgos ya mencionados.


c) Mujeres en el tocador

Estas obras muestran a mujeres en su intimidad, bañándose, peinándose o descansando.

 Degas las trataba desde un enfoque más realista que sensual, captando la vida privada sin dramatismos, en obras como Mujer peinándose o Después del baño.


 Mujer en el tocador


Técnica y materiales

Pastel sobre papel: Degas dominaba esta técnica, y aquí la usa para crear superficies aterciopeladas, con transiciones suaves y una luminosidad envolvente.

 

Textura delicada: Las líneas no son definidas con dureza; parecen fundirse unas con otras, lo que aporta sensación de movimiento y sensualidad.

 

 Composición y figura

Perspectiva desde atrás: La mujer está de espaldas, lo que refuerza el carácter privado del momento representado. Es una escena íntima, casi furtiva.

 

Curvatura y postura: La inclinación del cuerpo da fluidez a la imagen, conectando la figura humana con el entorno. Hay una naturalidad en el gesto cotidiano que Degas solía explorar.

 

Color y luz

Paleta cálida y vibrante: Colores como el naranja, amarillo y rojo contrastan con el azul del fondo, creando tensión visual y profundidad.

 

Juegos de luz: Aunque no hay una fuente de luz claramente definida, Degas genera efectos luminosos mediante el uso del color, como si la atmósfera misma iluminara la escena.


 Estilo característico

Degas combina impresionismo con una sensibilidad clásica por el cuerpo humano. A diferencia de otros impresionistas, solía trabajar en interiores y con composiciones estructuradas. 

Su enfoque no es idealizar, sino capturar la verdad emocional y física del instante. 

Este tipo de imagen nos hace partícipes de una escena privada y cotidiana, con la sofisticación técnica de un maestro que sabía observar sin interrumpir.


5. Técnicas y estilo

 

Degas utilizó diversas técnicas que evolucionaron con el tiempo:

 

Óleo sobre lienzo: Su técnica tradicional inicial, con fuerte base en el dibujo.

 

Pastel: A partir de los años 1870, el pastel se convirtió en su medio preferido. Degas aplicaba capas sucesivas para lograr volumen, textura y color vibrante.

 

Monotipo: Técnica de impresión que le permitió innovar en la composición y el uso de luces y sombras.

 

Escultura: Realizó pequeñas esculturas en cera, siendo La pequeña bailarina de catorce años la más famosa. Esta obra fue polémica por su realismo y materiales no convencionales (ropa real y cabello humano).

 

Su estilo se caracteriza por:

 

Composición asimétrica (influencia del arte japonés)

 

Perspectivas inusuales (como desde arriba o en ángulo)

 

Enfoque en el cuerpo en movimiento

 

Colores vibrantes aplicados en capas

 

6. Degas y el Impresionismo

Aunque participó en varias exposiciones impresionistas (de 1874 a 1886), Degas se distanció del grupo en varios aspectos:

 

Rechazaba pintar al aire libre, prefiriendo la luz artificial de interiores.

 

Valoraba más el dibujo que el color, a diferencia de Monet o Renoir.

 

Se mantenía más ligado a la tradición clásica.

 

Por ello, algunos críticos lo consideran un impresionista atípico o un realista moderno. Degas usó técnicas modernas para representar temas contemporáneos con un enfoque intelectual y crítico.

 

7. Obras representativas

 

La clase de danza (1874):

Muestra una escena de ensayo, con bailarinas distribuidas de manera no centralizada, y una composición que recuerda la fotografía.

 

La clase de Ballet

La clase de Ballet de Edgar Degas es una obra emblemática en su exploración de la vida moderna y el movimiento corporal, y desde el punto de vista pictórico es fascinante por varios motivos.

 

Técnica y estilo

Óleo sobre lienzo o pastel (según la versión): Degas trabajó esta temática en distintos medios, pero todos comparten una ejecución rápida y directa que transmite espontaneidad.

 

Pinceladas sueltas y dinámicas: La textura se siente viva; Degas no busca una perfección académica sino captar el instante.

Perspectiva abierta: La composición evita el centrado tradicional y opta por una mirada lateral que nos convierte en observadores discretos dentro del estudio.

 

Composición y figuras

 

Distribución aparentemente casual: Las bailarinas están en distintas posturas, algunas conversando, otras ensayando o esperando. Este caos organizado es típico de Degas, y da realismo a la escena.

 

Presencia del maestro de ballet: Colocado al centro, pero sin imponerse visualmente, su actitud serena equilibra la energía dispersa de las bailarinas.

 

Color y luz

 

Paleta sobria: Dominan los blancos, grises y marrones, con acentos suaves de rosa o azul en las cintas y tutús, lo que resalta la delicadeza del ambiente.

 

Luz natural filtrada: No hay fuentes de luz visibles, pero la atmósfera está iluminada de forma tenue y envolvente, como en una mañana tranquila de ensayo.

 

Narrativa visual

Degas no idealiza el ballet; muestra el esfuerzo, la espera, la disciplina. Las bailarinas no están en poses gloriosas, sino en gestos cotidianos, lo que humaniza la profesión artística.

Hay una sensación de tiempo suspendido: como si cada figura pudiera moverse en cualquier momento, atrapada justo antes de la acción.

Esta pintura no es sólo una representación del ballet, sino una observación casi etnográfica del mundo detrás del escenario.

Degas lo trataba como un coreógrafo de la pintura, marcando ritmos visuales con la disposición y postura de las figuras.


Bailarinas en azul (1890): 

Pastel que destaca por su tratamiento del color, la textura del tutú y la composición fragmentada.

Bailarinas en azul


Bailarinas en azul (1890): Pastel que destaca por su tratamiento del color, la textura del tutú y la composición fragmentada. 

Bailarinas en azul (Danseuses bleues en francés), creada por Edgar Degas hacia 1890, es una de las obras más emblemáticas del artista dentro de su amplia serie dedicada a las bailarinas de ballet. La pintura, alojada en el Museo de Orsay en París, es un ejemplo destacado del impresionismo tardío de Degas y refleja su fascinación por el movimiento, la luz y la vida detrás del escenario.

 

Características y análisis

Tema y composición: La obra muestra a varias bailarinas vestidas con tutús azules, capturadas en un momento de preparación o ensayo, probablemente tras el telón antes de salir a escena, lo que sugiere una escena cotidiana y asimétrica, casi fotográfica en su espontaneidad.

 

Técnica: Degas utiliza óleo sobre lienzo con pinceladas sueltas y gruesas, típicas del impresionismo, que permiten transmitir la transparencia de los vestidos y la delicadeza de las figuras.

 

Color y luz: La paleta dominada por tonos azules y blancos resalta la elegancia y el movimiento, mientras que la luz juega un papel clave, iluminando las figuras y creando contrastes que acentúan la sensación de dinamismo y gracia.

 

Movimiento y psicología: Aunque las figuras parecen inmóviles, Degas logra transmitir la armonía y la concentración propias del ballet, así como la tensión entre la belleza y la presión del rendimiento. La obra no solo retrata el movimiento físico, sino que explora la intimidad y el estado emocional de las bailarinas.

 

Innovación compositiva: Degas emplea encuadres inusuales y perspectivas desde arriba, fragmentando el espacio y acercando la composición a la estética moderna, influenciada por la fotografía y el arte japonés.

 

Contexto y significado

Periodo creativo: Esta obra pertenece a la etapa tardía de Degas, cuando ya había alcanzado la maestría en la representación de la danza y experimentaba con formatos y técnicas que anticipaban el arte del siglo XX.

 

Legado: Bailarinas en azul es considerada una obra maestra del impresionismo, aclamada por su capacidad para capturar la elegancia, el movimiento y la atmósfera única del mundo del ballet. Su influencia se extiende más allá de la pintura, inspirando a generaciones de artistas en la exploración del cuerpo humano en movimiento y en la representación de la vida cotidiana con profundidad psicológica.

 

Diferencias con otras versiones: 

Existe cierta confusión entre Bailarinas en azul y otras obras similares de Degas, como Bailarinas de azul (pastel) y Tres bailarinas en azul. 

Cada una varía en número de figuras, técnica (óleo o pastel) y composición, pero todas comparten la fascinación del artista por el ballet y su innovadora aproximación visual. 

Bailarinas en azul (1890, óleo) se distingue por su tratamiento del color, la luz y la espontaneidad de la escena.

Bailarinas en azul de Degas es una celebración del ballet a través de la pintura impresionista, destacando la elegancia, el movimiento y la intimidad de las bailarinas. La obra es testimonio del genio técnico y compositivo de Degas, así como de su capacidad para transformar lo cotidiano en arte universal, consolidando su lugar como uno de los grandes renovadores de la pintura moderna.


 La pequeña bailarina de catorce años (escultura, 1881):

Una obra revolucionaria en su momento, por su realismo y materiales.


La pequeña bailarina de catorce años” (1881)

Técnica original: Cera coloreada con elementos reales (tutú de tela, lazo de raso, cabello humano)

Altura: 98 cm

Ubicación actual: Fundiciones en bronce en varios museos (Museo de Orsay, Metropolitan Museum, etc.)

Primera exhibición: Sexta exposición impresionista (París, 1881)

Modelo: Marie van Goethem, bailarina aprendiz de la Ópera de París

 

1. Técnica y materiales: una escultura revolucionaria

Degas creó esta escultura en cera policromada, un medio inusual en el siglo XIX para obras de exposición pública. A diferencia del mármol o el bronce —considerados materiales nobles— Degas eligió la cera, más asociada a modelos de estudio o a figuras de museo anatómico. Esta decisión fue revolucionaria y provocadora.

 

Lo más impactante en su momento fue la inclusión de materiales reales:

 

Tutú de tul auténtico.

 

Zapatillas y lazo de raso.

 

Cabello humano peinado en trenza.

 

Base de madera vitrificada.

 

Esto rompía radicalmente con la tradición escultórica académica y anticipaba enfoques modernos y conceptuales del arte del siglo XX, como el uso de objetos reales o el assemblage.

 Este tratamiento híbrido entre arte y realidad fue interpretado por muchos críticos como inquietante o incluso grotesco.

 

2. Representación del cuerpo y el movimiento

Degas representa a la bailarina en una pose de reposo, no de actuación: con los pies en cuarta posición, los brazos atrás, la espalda ligeramente arqueada, la barbilla levantada y el rostro en actitud seria o desafiante.

 

Rasgos destacados:

Proporciones elongadas y poco idealizadas, lo que fue visto por los críticos como “antiestético”.

 

Fuerza en la postura corporal: transmite tanto disciplina como fragilidad, características centrales del mundo del ballet infantil en el siglo XIX.

 

Lejos de la sensualidad que a menudo se asociaba con el cuerpo femenino en el arte, Degas opta por una representación casi documental, incómodamente realista.

 

 3. Color y tratamiento superficial

La policromía de la cera permitía un acabado casi pictórico, con tonalidades de piel y matices realistas. El contraste entre la textura opaca de la cera y la tela del tutú refuerza la tensión entre materia artística y materia viva.

 

Aunque hoy conocemos esta obra mayormente en bronce (fundido después de la muerte de Degas), es fundamental destacar que el impacto original de la obra radicaba precisamente en esa cualidad de simulacro real: una figura entre la estatua, la muñeca y el ser humano.

 

 4. Contexto social y lectura crítica

La elección de una niña del proletariado parisino como modelo también fue polémica. Marie van Goethem era una joven estudiante del ballet de la Ópera de París, hija de lavandera. Muchas de estas niñas eran empujadas al mundo del espectáculo con la esperanza de lograr una mejora social, aunque también se encontraban expuestas a la explotación y el acoso por parte de abonados y patrocinadores.

 

Degas no idealiza ni condena, pero presenta crudamente la tensión social y física que implica ese ambiente. Su obra ha sido leída tanto como un homenaje a la disciplina del ballet, como una crítica implícita al sistema social que lo sostenía.

 

 5. Recepción crítica en su época

La escultura fue presentada en la exposición impresionista de 1881 y provocó reacciones mixtas y escandalizadas:

 

“Una mezcla de animal y flor” — escribió un crítico.

“Un mono en tutú” — comentó otro de forma despectiva.

 

Los espectadores no estaban preparados para una representación tan directa y no idealizada de una niña artista. En lugar de la gracia idealizada del ballet, Degas mostraba la dureza de la práctica, la adolescencia como etapa incierta y una estética entre lo feo y lo inquietante.

 

6. Influencia y legado

“La pequeña bailarina de catorce años” anticipa muchas preocupaciones del arte moderno:

 

Uso de materiales no tradicionales (como en Duchamp o los objetos encontrados).

 

Crítica a la idealización académica del cuerpo.

 

Hibridación entre arte y realidad.

 

Incorporación del espacio social en la representación del individuo.

 

Degas no volvería a exponer esculturas en vida, pero hoy se reconoce que su obra tridimensional fue precursora del arte contemporáneo.

 

Conclusión

“La pequeña bailarina de catorce años” es una obra revolucionaria que desafió las normas escultóricas, estéticas y morales de su tiempo. Lejos de ser una figura decorativa, Degas creó una escultura profundamente humana, con una presencia física y psicológica inédita hasta entonces.

 

Artísticamente, se trata de una obra que combina:

 

Rigor formal (la anatomía y la pose).

 

Innovación técnica (uso de cera y elementos reales).

 

Profundidad conceptual (tensión entre infancia, arte, disciplina y mirada social).

 

Es, sin duda, una de las piezas más poderosas e influyentes de toda la escultura del siglo XIX.

 

 

Después del baño (1895):

Representa el cuerpo femenino en una postura poco idealizada, con un tratamiento pictórico casi abstracto.

 

Después del baño- 1895

Técnica y ejecución

 

Pastel sobre papel: Degas lo usaba con gran maestría para lograr texturas suaves y un acabado casi etéreo. Aquí, los colores se funden como si fueran vapor, lo cual evoca la atmósfera húmeda posterior al baño.

 

Trazos difuminados: Nada está completamente delineado; eso da lugar a una imagen viva, que parece surgir en tiempo real ante nuestros ojos.

 

Composición y figura

 

Postura inclinada: La mujer desnuda se inclina hacia adelante, ocupando gran parte del plano visual. Esta posición transmite vulnerabilidad, recogimiento y una rutina sin artificios.

 

Figura vestida: Su inclusión genera un contraste visual y emocional: ¿ayuda o simplemente observa? Su presencia añade una capa narrativa ambigua que Degas deja abierta a la interpretación.

 

Espacio íntimo: El encuadre cerrado refuerza la sensación de privacidad. Somos testigos silenciosos de un momento doméstico, casi secreto.

 

Color y atmósfera

 

Tonos terrosos y cálidos: Naranjas, ocres y marrones envuelven la escena, acentuando la calidez del ambiente. Son colores que no solo representan el entorno físico, sino también el confort emocional.

 

Luz difusa: No hay una fuente clara, pero la luminosidad surge del propio color, dándole a la escena una cualidad suave y envolvente.

 

Temática y sensibilidad

 

Degas se aleja de cualquier visión idealizada del cuerpo femenino. En lugar de erotismo, hay una poesía de lo cotidiano, una reverencia al momento sin artificios.

El gesto y la postura comunican una verdad emocional y física: cansancio, rutina, naturalidad.

Este cuadro no busca impresionar; busca observar y comprender. Degas convierte un gesto ordinario —el acto de secarse después del baño— en una escena de contemplación profunda. Es como si la belleza residiera, precisamente, en lo no teatral.


8. Legado y repercusión

 

Degas dejó una huella indeleble en el arte moderno. Fue precursor de muchas técnicas que influirían en artistas posteriores, especialmente en la representación del cuerpo humano en movimiento.

Su exploración del pastel, el monotipo y la escultura influyeron en los movimientos del siglo XX como el expresionismo y el modernismo.

También anticipó elementos del arte fotográfico y cinematográfico por su enfoque compositivo.

 

9. Conclusión

Edgar Degas fue un artista profundamente analítico, obsesionado con el cuerpo humano y el movimiento. Su obra trasciende las categorías tradicionales: ni puramente clásico ni completamente impresionista, su estilo es una síntesis personal entre tradición y modernidad.

Degas renovó la pintura de género al enfocarse en sujetos modernos desde una mirada intimista y crítica.

Su legado perdura por su capacidad de capturar lo efímero con maestría técnica y profundidad psicológica.

 

FUENTES

Reff, Theodore. Degas: The Artist's Mind. Harvard University Press, 1976. 

Armstrong, Carol. Odd Man Out: Readings of the Work and Reputation of Edgar Degas. University of Chicago Press, 1991.

Kendall, Richard, ed. Degas: Beyond Impressionism. National Gallery, London, 1996. 

Museo de Orsay, París. Exposiciones y catálogos 

Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Recursos digitales sobre Degas


No hay comentarios: