Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

domingo, 2 de noviembre de 2025

2 DE NOVIEMBRE DIA DE LOS MUERTOS

 

El día de los Muertos

 

"Nadie muere definitivamente mientras su recuerdo permanezca en la memoria de alguien"

En el mundo, la celebración del Día de Muertos se lleva a cabo entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre en Occidente y agosto o julio en Oriente.

En nuestro país, como en muchos otros países, el Día de Muertos es un día de recogimiento. Los creyentes visitan los cementerios y llevan flores y velas para honrar a sus seres queridos fallecidos.

Al mismo tiempo, la festividad mexicana es mundialmente conocida, pasando por los desfiles de Irlanda, hasta miles de personas empujando enormes cometas en Guatemala, el día de muertos tiene un carácter más festivo para honrar a sus seres queridos fallecidos.

También son muy coloridas las celebraciones que se realizan en Ecuador, Rumania, Estados Unidos, Haití, Estados Unidos, Jamaica, Ecuador y otros.

El origen de estas celebraciones se remonta a civilizaciones antiguas.

 

    Tradiciones prehispánicas: 

Antes de la llegada de los colonizadores españoles, las civilizaciones mesoamericanas, como los aztecas y los mayas, tenían festividades dedicadas a los muertos. 

Los aztecas celebraban una fiesta llamada "Mictecacihuatl" en honor a la diosa Mictecacihuatl, la Señora de los Muertos.

 

Origen del Día de Muertos o Halloween en Irlanda

La más antigua es la de los pueblos celtas que habitaron Irlanda, Gales, Escocia y el norte de Francia. Celebraban una fiesta llamada Samhain o La Samón ("Fin del verano" en irlandés antiguo) y que tenía lugar entre el final de la temporada de cosecha y el comienzo del invierno.

Los sacerdotes celtas, conocidos como druidas, estaban convencidos de que la noche del 31 de octubre se produjo un fenómeno especial cuando las leyes del espacio y el tiempo se detuvieron. En ese momento, el velo que separaba el mundo de los vivos y los muertos estaba en su punto más fino y por tanto, ambos espacios podían interactuar más fácilmente y los espíritus de los difuntos podían regresar del otro mundo para llevarse a los vivos.

Por este motivo, durante Samhain los sacerdotes preparaban enormes hogueras y lanzaban hechizos para ahuyentar a los malos espíritus.

Según la leyenda, los vivos no estaban dispuestos a ser poseídos por los muertos, por lo que la noche del 31 de octubre apagaron el fuego en todas las casas para que los ambientes fueran fríos e inhóspitos. Además, se vestían con ropas siniestras y en los lugares a los que iban destrozaban cosas para ahuyentar a cualquier espíritu que quisiera poseer un cuerpo.

Posteriormente, el fuego de los hogares se volvió a encender con una antorcha que cada familia trajo de la hoguera sagrada que ardía en Usinach, localidad situada en el centro de Irlanda. Reencender el fuego simbolizaba la esperanza de que la vida renaciera cuando llegara la primavera.

Además, los habitantes de los pueblos celtas dejaban dulces o comida en la puerta de las casas porque existía la superstición de que las almas saldrían felices y los dejarían en paz si veían cumplidos sus deseos.

Por otro lado, los romanos ocupaban este día la llamada Feralia, una fiesta de descanso y paz para los muertos. Para ello, hacían sacrificios y ofrecían oraciones a sus dioses paganos. Además, dedicaron una fiesta específica el mismo día a Pomona, la diosa de las cosechas y los frutos.

Con la caída del Imperio Romano y la llegada del cristianismo a los pueblos celtas, la tradición de celebrar el Samhain no desaparece a pesar de los grandes esfuerzos realizados por la Iglesia Católica para eliminar cualquier fiesta pagana o superstición, ya que las consideraba herejías y directamente vinculadas. con satanismo

Sin embargo, Samhain sufre una serie de transformaciones: con la implementación del calendario gregoriano, el 1 de noviembre pasó a ser el Día de Todos los Santos ("Día de Todos los Santos"); el Samhain, víspera de Todos los Santos, cambió su nombre a All-Hallows-Eve (actualmente por la contracción de esta expresión se llama Halloween); y el Día de Todos los Muertos o Día de los Difuntos (Día libre de Todos los Santos) se trasladó al 2 de noviembre.

   

Fusión con el Día de Todos los Santos: 

La Iglesia Católica en los Concilios de 730-740 decidió crear una festividad católica coincidiendo con la fiesta pagana. 

Así lo estableció el Papa Gregorio III. Así, el 1 de noviembre se convirtió en el día de Todos los Santos (canonizados o no) en su intento de eliminar el paganismo y deshacerse de la competencia religiosa, y en el año 837 d.C. marcaron el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, llamado en Inglaterra. (traduciéndolo literalmente) "All Hallows' Day" o Hallowsmass (otras fuentes fechan este evento dos años antes, en el año 835 d. C.; una duda que la historia aún no ha resuelto).

 Por ser una fiesta muy popular, también era costumbre celebrar una víspera la noche anterior, a la que se llamaba "Víspera de Todos los Santos".

 Con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, las festividades indígenas se fusionaron con las tradiciones cristianas, en particular el Día de Todos los Santos, que se celebra el 1 de noviembre, y el Día de los Fieles Difuntos el 2 de noviembre. De esta fusión nació el Día de Muertos tal como lo conocemos hoy.

 

    Significado actual y celebración en el mundo 

El Día de Muertos es una festividad que honra a los muertos y celebra la vida de quienes ya no están con nosotros. 

Las familias construyen altares en sus hogares o cementerios, decorados con ofrendas como comida, bebidas, velas, flores y artículos personales de sus seres queridos fallecidos. 



Día de los Difuntos en Uruguay

 

Feriado Nacional:

El 2 de noviembre es oficialmente el Día de los Difuntos en Uruguay, un feriado no laborable que invita a las personas a recordar a sus seres queridos.

Tradicionalmente, se visitan los cementerios para llevar flores y rendir homenaje a los difuntos.




Cambio en las Tradiciones:

Sin embargo, ha habido una disminución en la asistencia a los cementerios durante esta fecha.

Muchos uruguayos han dejado de participar en estas tradiciones, lo que ha llevado a la percepción de que esta costumbre está perdiendo relevancia.

A pesar de esto, algunos todavía mantienen el hábito de visitar los cementerios y honrar a sus seres queridos.

En Uruguay, la conmemoración del Día de los Muertos se ha enriquecido en los últimos años con la influencia de las tradiciones mexicanas.

Celebraciones Mexicanas en Uruguay

Circuito de Altares:

Desde el 30 de octubre hasta el 2 de noviembre, Montevideo alberga un circuito de altares donde se pueden visitar diferentes puntos emblemáticos decorados con elementos típicos de la festividad mexicana.

Este evento busca recordar a los difuntos con alegría y color, ofreciendo una experiencia cultural rica.

Actividades culturales:

La Embajada de México en Uruguay organiza diversas actividades, como talleres y cenas temáticas que combinan la gastronomía uruguaya y mexicana.

Por ejemplo, el artista uruguayo Gastón Rosa dirigió un taller en honor a poetas fallecidos y se realizaron cenas especiales en varios restaurantes que recrean la atmósfera del Día de Muertos.

Eventos destacados:


La Chingada es un restaurante de cocina mexicana ubicado en Montevideo, específicamente en Coronel Mora 549. 

Este establecimiento se destaca por ofrecer una variedad de platos típicos mexicanos, como tacos, burritos, quesadillas y nachos, que han sido bien recibidos por los amantes de la gastronomía mexicana en la ciudad

Durante el Día de Muertos, La Chingada participó activamente en las celebraciones organizadas en Montevideo. 

El restaurante ofreció una cena temática el 2 de noviembre, creando un ambiente festivo que honra esta tradición mexicana. 

Se unió a otras actividades culturales y gastronómicas que buscaban celebrar y recordar a los difuntos de una manera alegre y colorida.



Pueden visitarse dos altares de muertos tradicionales en Montevideo: uno está en el edificio central de la Universidad Católica del Uruguay (avenida 8 de octubre 2738) desde las 8 hasta las 22 horas, y el otro en el Movie de Montevideo Shopping (Luis Alberto de Herrera 1290).

Este último acompaña la transmisión especial que se hará de la película Coco hoy y mañana.




El Teatro Solís también inauguró un altar en homenaje a Alfredo Zitarrosa, mostrando la fusión de las tradiciones uruguaya y mexicana.


MÉXICO




El país donde todos piensan en el Día de Muertos

México ocupa, por supuesto, el primer lugar en el imaginario colectivo en los días que se conmemoran o se recuerdan los que ya no están. 

Cementerio de la Isla Janitzio, en el hermoso pueblo de Pátzcuaro en el estado de Michoacán. MARICA VAN DER MEER (ARTERRA / UNIVERSAL IMAGES GROUP / GETTY IMAGES)

El cementerio de la isla de Janitzio, en el hermoso pueblo de Pátzcuaro en el estado de Michoacán, atrae estos dos días a un buen número de visitantes y locales por la vistosidad y misticismo de sus celebraciones. 

Día de los muertos en México. | Foto: Imágenes falsas

Las tumbas están decoradas con velas, flores de cempasúchil, la planta Tagete -la flor es parecida a la margarita- y platos con la comida favorita del familiar fallecido. 

Además, en muchas localidades del país se realizan coloridos desfiles, se come pan de muerto en forma de diferentes personajes y en lugares como Aguascalientes las calaveras salen a las calles en su fiesta y se consumen como dulces.

ESTADOS UNIDOS

Niños pidiendo dulces y golosinas. 

decoraciones pintorescas

Halloween, la fiesta del ¡truco o trato!, ha dejado de ser una celebración puramente americana para exportarse prácticamente a todo el globo terráqueo. 

En Estados Unidos se celebra la noche del 31 de octubre, ya que la tradición irlandesa en el origen de esta fiesta afirmaba que esa noche los muertos caminan junto con los vivos. 

Las imágenes de niños vestidos de brujas y otros seres del inframundo llamando a las puertas de sus vecinos y calabazas iluminadas ya se pueden ver en casi todo el resto de países.


ECUADOR

En Ecuador, los familiares llevan a las tumbas los platos favoritos de los muertos. ROBERTHARDING (ALAMY / CORDON PRESS)


En Ecuador, por ejemplo en la bella y colonial Cuenca o en la capital, Quito, los familiares llevan a las tumbas los platos favoritos de los muertos y también la colada morada, una bebida a base de un extracto de maíz negro con frutos rojos. 

Además, todos recolectan un tipo especial de pan: las guaguas, bebés en lengua quechua, que se comen junto a las lápidas.


 GUATEMALA

Los niños son los encargados de sostener los grandes cometas que se utilizan en el Día de Muertos en Guatemala. LUIS VARGAS (AGENCIA ANADOLU / GETTY IMAGES)


En Guatemala, el ritual más extravagante tiene lugar en la Fiesta del Barril Gigante. 

Esta tradición, originaria del pueblo de Santiago Sacatepéquez -donde hoy se celebra como un gran espectáculo-, consiste en lanzar al aire en el cerro cercano a los cementerios estas enormes cometas de diferentes colores y diseños, luego de visitar y orar ante las tumbas. de los muertos 

Los niños son los encargados de sujetar los barriles hasta que son liberados al viento.

 

CHINA 

Día de Muertos en China -  PABLO M. DÍEZ

China celebra el Día de Muertos 15 días después del equinoccio de primavera en lugar del 1 de noviembre, como en el mundo católico. 

En este día, millones de familias se reúnen en los cementerios para recordar a sus familiares fallecidos, decorar sus lápidas y quemar todo tipo de objetos de papel para que no les falte nada en el más allá. 

Quema de dinero falso.

Desde casas de varios pisos hasta dinero falso, incluidos yuanes chinos y dólares estadounidenses, pasando por figuras de cerámica con forma de comida, automóviles, refrigeradores, televisores e incluso teléfonos móviles.


JAPÓN



Obon (también conocido como Bon) es un festival japonés anual en honor a los muertos. La creencia es que los espíritus regresan en esta ocasión a visitar a sus seres queridos.

El primer día de Obon, la gente lleva linternas Chōchin a las tumbas de sus familiares. 

Llaman a los espíritus de sus antepasados ​​para que regresen a casa con un ritual llamado mukae-bon.

Se cuelgan linternas Chōchin (hechas de papel o seda) para guiar a los espíritus y se representan danzas Obon (bon odori). 

Bon Odori es la celebración al aire libre donde se tocan tambores ceremoniales y la gente se reúne para cantar, bailar y comer en honor al difunto. 

"La música debe ser alegre para dar la bienvenida a las almas de los antepasados ​​y la gente debe mantener un humor alegre".



Tōrō nagashi es la hermosa celebración en la que se arrojan linternas de papel a las aguas de un río para guiar a los espíritus de los muertos en su camino hacia el otro mundo. Tiene lugar la primera noche de Obon.

Por lo tanto, el festival se lleva a cabo en diferentes horarios en diferentes regiones, dependiendo del calendario que tengas en mente.

 Las fechas oficiales suelen ser del 13 al 15 de agosto, aunque en algunos lugares se celebra el 15 de julio. La semana de Obon, a mediados de agosto, es uno de los tres principales períodos festivos de Japón. Esto significa que es una época muy ocupada para viajar.


 IRLANDA

Desfile del Día de Muertos en Cork, Irlanda. DAVID CREEDON (ALAMY / CORDON PRESS)


La creencia generalizada es que la celebración del Samhain -fiesta gaélica que se celebra el 1 de noviembre y que marca el final de la temporada de cosecha- en Irlanda y de tradición celta, es muy probablemente el origen del Halloween en Estados Unidos y hoy una fiesta ya planetaria. . 

Estos días, en la isla europea, las máscaras ocultan los rostros de quienes celebran la fiesta alrededor de las hogueras. 

La cocina local tampoco podía faltar en Irlanda y el principal protagonista es el dulce Barmbrack, pan de levadura con pasas y pasas.

 FUENTES

https://elvergelsanmiguel.com/

https://www.jrailpass.com/

https://www.abc.es/

https://www.exoticca.com/

https://elpais.com/

https://www.publico.es/

 


sábado, 1 de noviembre de 2025

1 DE NOVIEMBRE DÍA MUNDIAL DE LA ECOLOGÍA Y LOS ECÓLOGOS

 



Cada 1 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Ecología y de los Ecólogos, ciencia que tomó su nombre en 1869, para recordar en todo el planeta la importancia de conocer y valorar las relaciones que existen entre los seres vivos y su medio, y concienciar a las poblaciones sobre la importancia de mantener una relación armónica con el ambiente.

 

Origen y Significado

 


La elección del 1 de noviembre no es casual.

Además de conmemorar la creación del término, este día coincide con la fundación de la revista ‘El Ecologista’ en 1979, que fue un medio clave para promover el movimiento ecologista en España.

La ecología, como disciplina, se centra en entender las interacciones entre los seres vivos y su entorno, lo que incluye aspectos como la biodiversidad, la conservación de recursos y los efectos del cambio climático.

 

SIGNIFICADO DE LA PALABRA ECOLOGÍA

 


El término ökologie fue acuñado en 1869 por el naturalista y filósofo alemán prusiano Ernst Haeckel, a partir de las palabras griegas oikos (casa, vivienda, hogar) y logos (estudio o tratado), por ello ecología significa: el estudio del hogar.

 La ecología es una ciencia que estudia las interrelaciones entre los seres vivos y el medio que les rodea, por lo tanto, su complejidad y diversificación dependen de los elementos que conforman el medio y los actores involucrados en su estudio, de allí que exista la ecología humana, vegetal y animal, entre otras, llegando a ser tan específica como la ecología de las poblaciones (para estudiar las relaciones entre individuos de una misma especie) o de comunidades (para analizar las vinculaciones entre organismos de diversas poblaciones).

 

IMPORTANCIA DE LA ECOLOGÍA

 


La ecología ha adquirido mucha importancia debido a las estimaciones sobre la desaparición de especies, tanto por la pérdida de los bosques tropicales, la regulación climática e hidrológica, la contaminación de las aguas, los suelos y el aire, entre otros factores.

Las investigaciones revelan que el daño ambiental y ecológico es cada vez más grande y se asocia a consecuencias como la desertización, el aumento de la temperatura, la erosión de los terrenos, la destrucción de la biodiversidad, la crisis mundial de los recursos hídricos, la contaminación ambiental y otras causas.

Por su parte, también existen registros sobre la explosión demográfica, la pobreza extrema, la ausencia de servicio seguro de agua potable y saneamiento en algunas poblaciones.

Este crecimiento demográfico demandará mayor cantidad de recursos, y se prevé que para el 2050, se pueden haber perdido más del 50% de los ecosistemas naturales, al ritmo de la destrucción actual.

 

RECOMENDACIONES DE PRÁCTICA ECOLÓGICA

 


A continuación mencionamos algunas recomendaciones y prácticas ecológicas que contribuyan a la conservación del medio ambiente y del planeta:

 



1-Estimular las prácticas de agricultura ecológica para reducir la contaminación, conservar el agua y consumir menos energía.

2- Incentivar el cultivo de frutas y verduras ecológicas sin conservantes ni aditivos de origen químico.

Al prescindir del uso de fertilizantes químicos se evita la contaminación del agua, aire y suelo.

3- Promover la generación de huertas y jardines ecológicos.

4- Fomentar la utilización de productos ecológicos comestibles, los cuales contienen muchos más nutrientes que los productos convencionales.

5- Adquirir productos cosméticos, de higiene personal y productos de limpieza ecológicos, los cuales no han sido elaborados con derivados del petróleo, beneficiando la salud.

Además contribuyen con la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, evitando la contaminación del medio ambiente.

6- Apoyar la moda sostenible: calzado, ropa, accesorios y complementos.




7- Utilizar los vehículos de manera responsable y racional.

Se recomienda apoyar el uso de transporte ecológico tales como bicicletas o compartir varias personas un mismo vehículo.

Esto contribuirá a disminuir el impacto ambiental de emisiones de Co2 y otras sustancias contaminantes.

8- Incentivar a las empresas de producción de productos e insumos a implementar acciones que eviten las emisiones y residuos que generen un impacto medioambiental, relacionado con la logística en su cadena de suministro.

9- Participar en programas de reforestación o planta árboles en tu área local para combatir la deforestación y reducir la huella de carbono. Esta es sin dudas otra forma de cuidar el medio ambiente.


10- Desde hace muchos años el reciclaje se convirtió en una de las formas concretas llevadas a cabo por la gente para ayudar al planeta

 


11- Utilizar bombillas LED, apagar luces y dispositivos electrónicos cuando no se necesiten y considerar la instalación de paneles solares en el hogar.


¿Cómo se celebra este día mundial?



 

En la celebración del Día Mundial de la Ecología se efectúan charlas educativas, conversatorios y ciclos de conferencias acerca de temas ecológicos, con la participación de especialistas y organizaciones ecológicas.

Se llevan a cabo festivales ambientales, así como jornadas de reciclaje de residuos sólidos, de saneamiento ambiental y de plantación de especies ornamentales.

Comparte información útil e interesante sobre el Día Mundial de la Ecología en las redes sociales.

 

https://uruguayeduca.anep.edu.uy/efemerides/11111

https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-mundial-ecologia

https://elmilenio.info/2023/11/01/1-de-noviembre-por-que-se-celebra-el-dia-mundial-de-la-ecologia/


EL 1 DE NOVIEMBRE DE 1923 NACIÓ CARLOS PÁEZ VILARÓ

EL HACEDOR DE LA ETERNA BÚSQUEDA



"Mi vida ha sido siempre un intento. Intenté la pintura sin maestros, intenté la cerámica sin ser alfarero, intenté la arquitectura sin ser arquitecto, intenté la música y la cinematografía sin saber filmar. De golpe, en África me vi con una cámara en la mano tratando de capturar imágenes de sus revoluciones. He sido una aspiradora"

Carlos Páez Vilaró nació en Montevideo, Uruguay, el 1 de noviembre de 1923.
Fue un pintor, ceramista, escultor, muralista, director, escritor, compositor y constructor uruguayo.

Su padre fue Miguel Páez Formoso y su madre Rosa Vilaró Braga.

Su padre fue un eminente abogado americanista, autor de varios libros de historia americana, fundador del Partido Agrario, redactor de la Constitución de la República de1917, catedrático de economía política y derecho en la Facultad de Derecho y catedrático de Ética, Historia, Filosofía en la Universidad de la República.
 
Carlos fue el menor de los hijos, sus hermanos mayores fueron Miguel y Jorge.
Los niños crecieron en el seno de una familia acomodada en contacto permanente con las actividades desarrolladas por sus padres entre libros, arte, arquitectura, decoración o las creaciones más diversas.

En el año 1929 su padre fundó el Partido Agrario, que en las elecciones obtuvo 50 votos y que provocó la ruina económica de la familia. 
Debido a este hecho se mudaron a Malvín o al Buceo, que en aquel momento era extramuros. De la abundancia pasaron a vivir  de modo austero, pero sin perder el nivel intelectual y distinguido.

La economía escasa de la familia hizo que a partir de ese momento, Miguel, que era el mayor, empezara a trabajar.

Jorge y Carlos para llevar dinero a la casa hacían tiras de historietas y las vendían en el barrio.
 
Jorge y Carlos empezaron sus clases de primaria en la Escuela Brasil, en avenida Brasil y 26 de Marzo. Fueron a la escuela pública. Ambos se destacaban en la escritura, realizando excelentes trabajos.

El hijo  menor del matrimonio Páez Vilaró nunca tuvo profesión, obtuvo un único diploma de “Mecanografía” en la Academia Pitman de la capital montevideana.

En el año 1941 con apenas 18 años viajó a Buenos Aires para trabajar en la Fabril Financiera y en una fábrica de fósforos.

En una entrevista realizada por La Nación de Bs As. dijo :"Mi primer intento de trabajo fue en la Argentina, en la Fabril Financiera, de Barracas, y en una fábrica de fósforos en Avellaneda. Yo era un muchacho lleno de ganas de viajar y de vivir, de sostener a mi familia, y como buen valiente me tiré a cruzar el río. Porque para los uruguayos el río es una tentación: queremos saber si lo que dice Gardel en sus tangos es verdad. Así que crucé a Buenos Aires, en una noche llena de tristeza por haber dejado a mis padres. En Avellaneda toqué el timbre de una fábrica. Y la puerta se abrió mágicamente. A los uruguayos nos quieren mucho. Tuve mi primer empleo, ganando 30 centavos la hora. Después partí a Córdoba, recorrí la provincia vendiendo velas con mi valijita. Y luego, en la Fabril Financiera, se me abrió el universo del arte. En esa imprenta conocí a grandes dibujantes: Lino Palacio, Dante Quinterno, Divito... Yo los admiraba. Quería ser como ellos".. 

En Buenos Aires comenzó sus primeras incursiones en el arte. Inspirado por el tango, los bares y cabarets, donde concurría y allí dibujaba en la noche, sentado en una mesa. Estos temas marcaron la iniciación de su carrera de artista y nunca dejaron de aparecer en los distintos períodos de su prolífica obra.

"Recuerdo aquél escenario, aquella ciudad que me cargó de vida: veo mujeres de ojos almendrados, veo cafetines en el bajo, veo letreros anunciando los nombres de esos cafetines —El Avión, El Cometa, La Fragata...— y veo jóvenes, como yo entonces, trajeados según la moda de Divito, impecables y seductores. Época de tangos en Goyescas, de muchachas vestidas a la moda de Hollywood, de maniquíes vivos paseando modelos por la calle... De estos maniquíes nació la idea del cuadro con un hombre dentro. De estas raíces se nutrió mi pintura."...
 
"Por el tango. Yo me inicié dibujando el tango: escenas de cabaret, las bailarinas, los músicos. Y también el entorno de las fábricas de Avellaneda, los trabajadores de la zona con los que yo compartí parte de mi juventud. Los obreros, recuerdo, me esperaban a la salida de la fábrica. Yo me apostaba en la esquina con un lápiz y un block con un cartel al lado que decía: "Juguemos a la chance. Haga una raya que yo resuelvo el dibujo y se lo doy pintado. Si no lo logro, pierdo y le doy cinco pesos. Si gano, usted me da diez centavos".
Claro, trataba de ganar siempre yo y ellos aceptaban el juego para ayudarme porque sabían que venía del Uruguay sin un peso. Mis dibujos entonces eran paisajes, caras, compadritos de aquella época. Uno de los amigos que me ayudaron fue después gran fotógrafo, se llama Alfieri.."
  
A los 20 años regresó a Montevideo y así lo cuenta:

"Hubo un hecho que desencadenó cambios y entre ellos mi retorno al Uruguay: me enfermé de aftosa y mi hermano Miguel, importante hombre de negocios y una especie de padre, decidió que volviera. Hasta allí, aparte de esas experiencias de vida en las fábricas, había tenido también por último otras relacionadas con la publicidad. Trabajé algún tiempo para Pueyrredón Propaganda y aprendí a espiar a quienes podían enseñarme. Allí conocí a Tito Scopessi. A mi regreso a Montevideo, mi hermano insistió para que me dedicara a la publicidad y con él llegamos a fundar una compañía como la vieja Emelco de Argentina, con la que producimos el primer noticiero uruguayo. De todos modos el cambio me conmovió: volvía de una ciudad personal, mundana, llena de matices, y debía someterme a otra realidad, una Montevideo quieta, sin folklore, con su rutina de paseos alrededor de las plazas. Me encontré sin tema para pintar, no veía fábricas, ni calles como la recova de Alem, ni tango como en Buenos Aires."

Su tenacidad, su curiosidad y su búsqueda lo pone en contacto con el mundo afro-uruguayo, y así lo recuerda:
 
"Encontré el tema por necesidad, por carencia. Un día me enteré que había en Montevideo un barrio, Palermo, con un acento propio, particular como lo tiene La Boca en Buenos Aires. Fui hasta allí entusiasmado y cuando lo vi me enfrenté con un escenario increíble: el basural, los carros que recolectaban la basura, los corralones, las tuberías de gas, casas humildes como construidas de cartón, hombres hechos a la dureza del trabajo. Entonces me puse extasiado a seguir el trayecto de las vías del tranvía, la estela desprolija que dejaban los restos de basura que se escapaba de los carros. Empecé a hacerme amigo de los hombres, a viajar en los pescantes, a atisbar desde allí arriba a ese barrio que difundía un hálito vital. Allí escuché por primera vez los tambores de los negros. Sonaban entre las calles, a lo lejos, como un mensaje fascinante. Seguí el tam tam acompasado y me topé con una comparsa pobre, una comparsa cuyos integrantes iban vestidos como podían. Sin embargo había en ellos una maestría peculiar, traían al viejo "yuyero" que vaticinaba el mal tiempo y anunciaba buenos amores; traían a la "mama vieja", una morena casi centenaria moviéndose como una muchacha; y también al famoso "escobero", trazando malabares en el aire con su escoba como si se tratase de un magnífico bastonero militar. Aquellos tambores eran magníficos: estaban hechos por el más hábil artesano que conocí: Quico. El coheterío, las carlitas voladoras, la voz de Carlos Gardel surgiendo de los fonógrafos de los bares, todo me parecía fascinante y revelador. Allí descubrí mi pasión por la pintura y el arte."

Impactado por las comparsas de los barrios Sur y Palermo, y por el conventillo Mediomundo donde se estableció, se vinculó a la comunidad afro-uruguaya y comenzó a colaborar en la preparación del desfile de llamadas, interiorizándose en el folclore afrodescendiente. A partir de este acercamiento realizó varias obras pictóricas mostrando distintos aspectos de la cultura y de la vida cotidiana del afrouruguayo: llamadas, bailes, religiosidad, casamientos, nacimientos, velorios, etc.

"Yo llevaba conmigo el block con todos mis dibujos: había ido dibujando escoberos, mamas viejas, carros... y una vez dentro del conventillo, atónito y deslumbrado por aquel patio de ropa colgada, de chicos bailando descalzos, de jaulas con pájaros, sentí que tenía que inventar una excusa para volver. Entonces le pedí al que ahora es mi hermano —Juan Ángel Silva— que me dejara guardar los dibujos en la misma pieza donde guardaban los tambores.
Desde ese momento nace mi historia de pintor. Y mi historia de ejecutante de tambor. Yo todos los años, para Navidad, participo de un rito de los morenos: salgo con ellos a la calle a tocar y a juntar dinero para el conjunto La Morenada. Soy uno más y me enorgullezco..."


"Pasó algún tiempo en que yo me integraba a ese nuevo mundo de gente, con sus costumbres, su folklore, su escenario. Mi primer dibujo lo compró un americano en cinco dólares y con eso compramos una pelota de fútbol para el equipo "Yacumenza", integrado por morenos. Alguien, en Buenos Aires, llegó a enterarse de mis trabajos y vino hasta el conventillo a observarlos con desconfianza. Subió hasta mi pieza, los vio y me invitó a exponerlos en Wildestein. Era como jugar en primera y tenía mucho miedo. Al final, vendí todos los cuadros dos veces. Sí, dos veces, porque no alcanzaron y me fui con varios encargos. Después, todo fue diferente: fui invitado por galerías, trabajé duramente, aprendí mucho..."

A partir de entonces, la cultura afro se convirtió en una ruta de vida. 
El inquieto artista sintió la necesidad de viajar y lo hizo por todos los países de América Latina con importante presencia de negros, Brasil, Haití, República Dominicana, Ecuador e, inevitablemente, terminó en África, donde recorrió 17 naciones. 





Allí conoció a Albert Schweitzer, el Premio Nobel de la Paz que cuidó a centenares de leprosos en Lambaréné (Gabón), donde el uruguayo se quedó un tiempo. "Fue la primera vez que le di la mano a un santo", comentaba 



En la década del 50 viajó a Europa y conoció a Picasso, Dalí, De Chirico y Calder en sus propios talleres. El contacto con la pintura, los museos y los artistas, le dieron el impulso que necesitaba para un regreso a su país con entusiasmo. Entre ellos, Pablo Picasso lo deslumbró al invitarlo a su residencia-taller de “Villa California” en los Alpes Marítimos. El tiempo y la atención que le brindó, iban a quedar grabados para siempre en su memoria, como uno de los episodios más remarcables y emocionantes de su vida, provocando además su inicio en el mundo de la cerámica.



Trabajando la cerámica




En la década del 50, la actividad de la cerámica en Uruguay era muy escasa, sólo unos pocos artistas la trabajaban, dándole más importancia a la funcionalidad como objeto, que a su presencia como hecho artístico.

En Montevideo, se exhibió una serie de cerámicas de Pablo Picasso que provocó un auge en la producción artística.

Este acontecimiento impactó a Carlos Páez Vilaró de tal forma, que desde ese instante, alternó su vida de pintor, con los trabajos de cerámica, dejando una profusa obra de platos y cacharros.


En el año 1952 junto a su amigo Ariel Rodríguez fundó la Escuela de Artesanos Ceramistas en La Paz (Canelones, Uruguay). Luego  el Taller de Artesanos de Montevideo.
   
En el año 1954 fallece el padre de Carlos Párez Vilaró.

 
Madelón Rodríguez Gómez y su hijo Carlos Páez Rodríguez

En 1955 se casó con Madelón Rodríguez Gómez. 
Tuvo tres hijos: Carlos Miguel, Mercedes “Beba” y Agó.

Carlos Páez Vilaró heredó de su padre la pasión por construir.
Su primer trabajo de construcción fue para lograr su primer casa-taller en Carrasco, Uruguay. 
De un catálogo tomó un modelo prefabricado de madera y lo reformó logrando su objetivo y fortaleciendo su confianza.
De inmediato lo aprendido le sirvió para reciclar en la década del 50, una vieja torre de agua ubicada en Punta del Este donde hoy está el Hotel Conrad. 
Se trataba de un vetusto molino, que albergó su taller varios años. 
Como era un bien municipal, un día lo obligaron a compartirlo con una radio y eso aceleró sus deseos de buscar un lugar frente al mar, donde pudiera realizar su obra lejos del ruido y con total independencia.

 Recorriendo Punta Ballena a los 35 años
"La bajada permitió que desandara el camino con rapidez y sin tropiezos. Mi alegría era indescriptible, y la caminata la hice hablando a los gritos conmigo mismo. Había descubierto el sitio ideal para mi taller definitivo, pero debía cuidarme de no comentarlo con nadie para evitar inconvenientes."

Inicio La Pionera

La construcción duraría 35 años

Casapueblo en la actualidad

Al descubrir el paisaje deslumbrante de Punta Ballena, se dio cuenta que allí levantaría su taller definitivo.

En el año 1958  la desolación del paisaje, sin árboles ni caminos trazados, sin luz y sin agua, no frenaron su proyecto. La construcción inicial fue una casilla de lata, donde almacenaba puertas, ventanas y materiales para su futura casa. Luego, con la ayuda de amigos, levantó "La Pionera", su primer atelier sobre los acantilados rocosos. Era de madera, que el mar traía los días de tormenta y que él mismo se encargaba de recoger con la ayuda de los pescadores. 
En 1960 empezó a cubrirla con cemento y así siguió creciendo, sumando habitaciones como vagones a una locomotora. Dejando resbalar su imaginación al ritmo de los movimientos de las diferentes capas de nivel de la montaña, logró una perfecta integración de la construcción con el paisaje, sin afectar su naturaleza. Sin darse cuenta, con su cuchara de albañil llegó hasta el mar.
En todo momento se mantuvo en guerra abierta contra la línea y los ángulos rectos, tratando de humanizar su arquitectura, haciéndola más suave, con concepto de horno de pan.
Modeló las paredes con sus propias manos. Valiéndose de guantes que creó con restos de cubiertas, logró que la casa impresionara por el vigor de la textura de su cáscara.
Espontáneamente, Casapueblo sigue estirándose hacia el cielo y el mar. Sólo el vuelo de los pájaros podrían medir su dimensión.

Su construcción le llevaría  36 años de trabajo.
Páez Vilaró decía al respecto: "Pido perdón a la arquitectura por mi libertad de hornero."

 


En ese mismo año de 1960 Carlos Páez Vilaró pintó  el mural titulado “Raíces de la paz”, que adorna la pared del túnel que conecta dos de los edificios de la OEA en la capital estadounidense, el Edificio Principal con el Edificio Administrativo. La obra, de unos 180 metros de longitud, representa diversos temas relativos a la paz y el desarrollo en las Américas, y para realizarla, Páez Vilaró contó con la ayuda de 53 artistas voluntarios. 
El mural fue restaurado en 1975 por Paéz Vilaró, y casi 30 años más tarde, en 2004, volvió a ser restaurado por el artista español Roberto Arce a quien le llevó un año realizar la labor de recobrar las líneas y colores de la obra. Paéz Vilaró asistió a la inauguración.

En el año 1961 se separó de su primera esposa Madelón.
 
En el año 1965, escandalizó a espectadores ortodoxos con un trabajo integrado —luz, movimiento, cine, colores, música, escultura— que obtuvo el premio a la investigación en la VIII Bienal de San Pablo. 

Páez Vilaró contaba: “Metí un hombre dentro del cuadro. Recuerdo que cuando subí al avión militar que nos trasladaba a San Pablo, las autoridades, al ver a otro pasajero que no estaba registrado me preguntaron quién era. Y exigieron documentos. "No lleva —dije— él forma parte del cuadro, pónganlo con la carga"...


En 1967 cerró el Festival de Cine de Cannes con un filme documental titulado “Batouk”. 
Participó integrando la expedición francesas “Dahlia” que se adentró en África. 
Se involucró como coguionista del documental, dirigido por Jean-Jacques Manigot, largometraje de 35 mm en color de 65 minutos de duración. 
Los coguionistas fueron Aimé Césaire y Leopold Sedar Senghor que aportaron poemas.

A partir del año 1970, vivió alternadamente en Estados Unidos, Brasil y Uruguay.


Carlos Páez y su hijo Carlitos

En el año 1972  uno de sus hijos, Carlos Miguel, fue uno de los rugbiers uruguayos que tuvo un accidente de avión en la cordillera de los Andes, cuando el avión que los trasladaba a Chile se estrelló en plena montaña. El artista viajó a Chile y encabezó una emotiva operación de rescate hasta finalmente encontrarlo vivo. Páez Vilaró relató esta situación en su libro Entre mi hijo y yo, la Luna.

En retribución a la solidaridad recibida por el pueblo chileno, pintó un mural en el hospital de Santiago, sumando así una obra más a su campaña del color para el dolor, que lo llevó a lo largo de su vida a poner alegría en los hospitales a través de sus pinturas.
 

Guarujá

En el año 1973  fundó el Centro de Cerámica de San Pablo, Brasil.

De esa época recuerda: “Cierta vez decidí instalarme en San Pablo: paradójicamente en esa ciudad de tránsito afiebrado y de vértigo, estaba desmintiendo mi estilo de vida, mi filosofía de libertad. Era como un contraste doloroso o inquietante montar mi mesa de trabajo en esa ciudad de rascacielos. Sin embargo encontré la otra cara de San Pablo: Guarujá. Allí había tiempo para hacerse tiempo; los árboles tenían nombre; sus noches eran silenciosas y los pescadores me acercaban su diálogo. Me quedé un tiempo y expuse en el Hotel Delphin. En sus mesas aprendí a conocer a muchos, artistas que se encontraban allí como en un café de Saint Germain de Prés..”


En los años setenta, luego del divorcio, se casa con Verónica Algorta, ese matrimonio duró pocos años desde 1973 a 1978.



En el año 1982 publica Entre mi hijo y yo, la luna -La odisea de un padre en la tragedia de los Andes-

 
 Casa proveniente de Irlanda erigida en el año 1889

Bengala

 
Bengala

 En el año 1984 Páez Vilaró compró un terreno  en El Tigre, Buenos Aires. 
En el terreno había una construcción original, con una estética bien del Tigre.  Esta construcción tiene entre 140 y 150 años de edad y fue instalada en el lugar en 1889, proveniente de Irlanda por lo cual decidió no tocar nada, y construir una segunda casa.
Absolutamente impresionado por aquella vivienda en abandono y por su maravilloso entorno selvático, no dudó en encarar el desafío y reconstruirla.
Paralelamente al reciclaje de la antigua casona y a pocos metros de ella, el artista comenzó la construcción de "Bengala", su residencia-atelier de Argentina.
Al hacerlo, siguió el estilo de Casapueblo de Uruguay, es decir empleando su "arqui-textura", modelada con concepto de horno de pan.
 

Carlos Páez Vilaró, Annette Deussen

En el año 1989, a los 65 años, contrajo matrimonio con Annette Deussen, madre de sus otros tres hijos: Sebastián, Florencio y Alejandro y con quien vivió hasta su muerte.


En el año 1997 se instaló definitivamente en Punta Ballena (Maldonado).


Piscina del Conrad Resort &Casino de Punta del Este


Mural interior en el Conrad Resort &Casino de Punta del Este


Ese año, en el Conrad Resort &Casino de Punta del Este, dejó sus colores en el fondo de la monumental piscina y en un mural interior que describe la historia de Maldonado. 



En el año 2000 se editó un disco compacto “Afrikandombe N° 1”. Es una selección de antiguos candombes creados por Carlos Páez Vilaró, interpretados junto a Mauricio Trobo y un conjunto de vecinos de Maldonado.


 










También en el año 2000 produjo en Marruecos una bella serie de cerámicas. Aquí Carlos Páez Vilaró se dio el gusto de amalgamar su pasión de ceramista con el amor que siempre sintió por Africa. Engarzó sus dibujos y grafismos en las arcillas de un continente que tatuó su vida de artista. De esta forma, sus dibujos nacidos bajo el sol de Punta Ballena, pasaron a dorarse con el sol quemante de Marruecos. Una mezcla de los azules del cielo de Uruguay, con los turquesas, amarillos y rosados que se definen en el crepúsculo del desierto del Sahara.






En el año 2009 realiza una serie de soles de gran belleza
 


En el año 2012  la compañía Salus festejó sus 120 años con una edición limitada de botellas que incluyeron en su etiqueta la obra realizada en exclusiva para la marca por el pintor Carlos Páez Vilaró, con motivo del aniversario.


También ese año publica su autobiografía Posdata. 


En el año 2013 pinta un mural en  el Mercado Agrícola de Montevideo con motivo de la reinauguración. Restaurado al cumplir cien años,  dejó de ser un mercado minorista de frutas y verduras para transformarse en testimonio de la historia del barrio Goes y de la cultura montevideana.


Carlos y sus hijos Alejandro, Sebastián y Florencio

 Carlos Páez Vilaró en el momento de expresar su mensaje, rodeado de Agó y Beba, sus hijas, y Anette, su esposa. ( al cumplir 90 años)
 

"La vida no es otra cosa que una excusa para encontrar la manera de vivirla. Por eso, al llegar a mis ochenta y ocho años recargo las pilas y avanzo hacia el misterio."

Carlos Páez Vilaró falleció, a los noventa  años, el 24 de febrero de 2014 en Punta Ballena, departamento de Maldonado.

 

Sus restos fueron velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo; concurriendo personalidades de las dos orillas del Río de la Plata.




 Fue enterrado en el Cementerio Norte, en el panteón dispuesto por la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU).
  
HOMENAJES
EL SOL DE ATLÁNTIDA DE PÁEZ VILARÓ
El 16 de diciembre, en la Rambla de Atlántida, que alguna vez fue soñada por Carlos Páez Vilaró como la "Costanera del sol" se inauguró un espacio dedicado al artista, que incluye la instalación de la obra, en hierro, diseñada por su hija, Agó Páez en base a los trabajos del padre.
Así decía Páez Vilaró y Atlántida puede unir su voz a la de él:
”Gracias Sol
Ahora serás la luz de los peces y su secreto universo submarino. Gracias sol por regalarnos esta ceremonia amarilla. ..


 Paseo de la Fama de la Ciudad Vieja de Montevideo- Homenaje a Carlos Páez Vilaró

Llamado "Espacio de los Soles", este paseo se encuentra frente a la Puerta de la Ciudadela, en la calle peatonal Sarandí, de Montevideo. En él hay placas con la figura del sol de la bandera uruguaya y el nombre de diversas figuras destacadas.




SELLOS POSTALES Y MATASELLOS



MURAL COPIA DE UN TRABAJO DE PÁEZ VILARÓ EN LA FUNDACIÓN DON PEDRO
Esta Fundación, que abrió en 2013, es una institución educativa sin fines de lucro, fundada por la Familia Deambrosi Irigoyen. Cuyo objetivo es educar a través del deporte
Ubicada en Camino Oncativo 2960 esq. Monzoni - Cruz de Carrasco
En la confección del mural participaron más de 100 niños y varios profesores, la técnica utilizada fue collage y pintura sobre un mural de 3.50 mts. x 1.20 mts.
El mural desde hoy adornará la entrada de nuestra fundación, así todos aquellos que nos visiten podrán disfrutar de la obra.

HOMENAJES

Carlos Páez Vilaró ha sido homenajeado post mortem de diversas maneras relevantes que resaltan su imagen y legado artístico en Uruguay y en el mundo.

Velatorio y homenajes oficiales:

 Su velatorio se realizó en lugares emblemáticos como la sede de AGADU y el Salón de los Pasos Perdidos en el Palacio Legislativo uruguayo, con la presencia de autoridades y manifestaciones públicas de respeto.

El Poder Ejecutivo pronunció palabras en su honor, reconociéndolo como un creador impar cuyo arte llevó a Uruguay al conocimiento internacional.​

 

Murales urbanos:

En noviembre de 2024, se inauguraron murales en la calle Maciel (Montevideo) en homenaje a Páez Vilaró, realizados por artistas locales.

Estos murales forman parte de un patrimonio cultural que promueve la interacción ciudadana y el turismo cultural, revalorizando su figura en espacios públicos accesibles.​

 Exposiciones colectivas: 

Más de 70 artistas participaron en la muestra "Tu Sol sigue brillando," organizada por familia y artistas aliados, con esculturas, pinturas y fotografías en diferentes puntos del país, reflejando la dimensión y diversidad de la influencia de Páez Vilaró.​

 

Museo Taller Casapueblo:






Casa Pueblo, su icónica obra arquitectónica, se mantiene como un museo vivo que además de preservar su legado, rinde homenaje continuo a su figura artística y vida.

 Es un lugar clave para la promoción de su obra y memoria.​

 

Muestras retrospectivas y exposiciones internacionales:

Se han realizado muestras retrospectivas con piezas originales suyas, incluyendo pinturas, collages, cerámicas y esculturas, en museos destacados como el Museo San Fernando de Maldonado. Asimismo, su obra ha sido exhibida internacionalmente, como en Puerto Madero (Buenos Aires), complementando el recuerdo y homenaje a su trayectoria.​

 En cuanto a homenajes materiales como sellos de correo o placas específicas, no se encontraron referencias específicas en las fuentes consultadas hasta la fecha, pero los diversos murales, muestras, homenajes oficiales y la preservación de Casapueblo son manifestaciones claras y permanentes de su reconocimiento post mortem.

 Carlos Páez Vilaró es honrado a través de murales públicos, exhibiciones artísticas nacionales e internacionales, homenajes oficiales, y la perpetuación de su obra física y cultural en Casapueblo, símbolos que mantienen viva su imagen y contribución artística en la memoria colectiva.​

LEGADO



Carlos Páez Vilaró dejó un legado artístico y cultural muy importante que perdura hasta hoy.

Fue un pintor, muralista, escultor, ceramista y escritor que exploró diversas disciplinas artísticas y puso su arte al alcance del pueblo, realizando murales en lugares públicos como aeropuertos y hospitales, así como un mural emblemático de 160 metros en el túnel de la Organización de Estados Americanos en Washington D.C., titulado "Raíces de la Paz," que expresa integración social, cultural y económica de América con un énfasis en derechos fundamentales. Su obra es reconocida internacionalmente y celebrada por su energía, color y amor a la vida.

 


Uno de sus legados más significativos es Casapueblo en Punta Ballena, una creación escultórica y arquitectónica que funcionó como su hogar, taller, museo y hotel, construida manualmente durante más de 40 años.

Casapueblo es hoy un monumento cultural muy visitado y representativo del arte uruguayo. También fue un defensor y promotor del candombe y la cultura afro-uruguaya, plasmando estos temas recurrentemente en sus pinturas, con imágenes emblemáticas de soles, tambores y carnavales.

Además, su vida reflejó una búsqueda constante del arte, un compromiso con las tradiciones locales y el folclore, y una capacidad de conectar culturas a través de sus viajes y experiencias, que plasmó en su obra artística y sus murales.

Su legado no solo se mantiene en sus creaciones físicas, sino también en la influencia cultural que tuvo y sigue teniendo en Uruguay y en el arte mundial.

Influencia artística global que perdura en la pintura, cerámica, escultura, y arquitectura.

Inspiración continua para artistas y amantes del arte contemporáneo y popular.

Este conjunto de aportes asegura que la huella de Carlos Páez Vilaró permanece viva en Uruguay y en la cultura mundial.​

FUENTES