Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

lunes, 14 de julio de 2025

14 DE JULIO DE 1862 NACÍA GUSTAV KLIMT - ANALIZANDO SU OBRA


Gustav Klimt: El simbolismo


 dorado del alma humana

 Retrato de Gustav Klimt -Fecha  1914
Fuente   -http://www.ceskatelevize.cz/program/porady/146378/foto09/klimt.jpg - Autor     Josef Anton Trčka

 

EL ARTISTA Y SU PENSAMIENTO

 

Klint escribió: "estoy convencido de que no soy una persona especialmente interesante. No hay nada especial en mí. Soy pintor, alguien que pinta todos los días de la mañana a la noche. Figuras, paisajes; de vez en cuando, retratos. Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad, especialmente cuando tengo que decir algo sobre mí mismo o sobre mi trabajo. (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero".

 

1.   Introducción

 

Gustav Klimt (1862-1918) fue uno de los pintores más influyentes del simbolismo europeo y una de las figuras centrales del movimiento modernista en Austria. Reconocido por su inconfundible estilo decorativo y sensual, su obra combina la tradición académica con una estética radicalmente moderna, en la que se entrelazan el erotismo, el misticismo, la psicología y la belleza ornamental.

 

2. Contexto histórico y cultural


 Kunstgewerbeschule,  Escuela de Artes y Oficios de Viena (hoy día el Österreichisches Museum für Angewandte Kunst)


Klimt desarrolló su carrera en el contexto del Imperio Austrohúngaro de fines del siglo XIX y principios del XX, en una Viena que era un hervidero de cambios culturales, filosóficos y científicos. Era la época de Freud, de la crítica al racionalismo, del auge del simbolismo y del inicio de una nueva estética modernista que buscaba romper con las convenciones academicistas.

 

La Secesión Vienesa, movimiento artístico fundado en 1897 por Klimt y otros artistas, fue la manifestación más clara de esta ruptura. En este ambiente de efervescencia cultural, el arte de Klimt se convirtió en un símbolo de la transformación de los valores estéticos de su tiempo.

 

3. Biografía de Gustav Klimt

 

En el centro Ferdinand Laufberger, Gustav Klimt y Ernst Klimt 

Gustav Klimt nació en Baumgarten, un suburbio de Viena, el 14 de julio de 1862. Su padre, grabador de metales, influyó en su temprana inclinación hacia las artes decorativas. Estudió en la Escuela de Artes Aplicadas de Viena, donde fue educado en una tradición académica, que dominaría técnicamente a la perfección, aunque más tarde la subvertiría con sus innovaciones estilísticas.

 

Klimt comenzó su carrera con trabajos decorativos en edificios públicos, pero el giro decisivo en su estilo se dio a fines del siglo XIX, cuando abandonó el academicismo para abrazar una visión artística más personal y simbólica. Su participación en la Secesión Vienesa y sus obras polémicas, muchas de ellas centradas en la figura femenina, marcaron su consagración y también la controversia.

 

Murió en 1918 debido a un derrame cerebral, dejando una obra inacabada y un legado que influiría en generaciones de artistas.

 

4. Características del estilo de Klimt

 

El estilo de Gustav Klimt se caracteriza por:

 

Decorativismo y ornamentación:

Uso profuso del dorado, arabescos, mosaicos y patrones geométricos. Influencia del arte bizantino, japonés y egipcio.

 

Simbolismo:

Empleo de figuras alegóricas y mitológicas para representar deseos, miedos y pulsiones humanas.

 

Erotismo y feminidad:

La mujer aparece como figura central, representada en una amplia gama de estados: sensual, misteriosa, maternidad, decadencia.

 

Fondo plano y bidimensionalidad:

 Abandono de la perspectiva tradicional, fusionando figura y fondo en composiciones planas y ricamente texturizadas.

 

Psicologismo:

Influencias del psicoanálisis freudiano, especialmente en su enfoque en lo inconsciente, el deseo y la represión.

 

5. Análisis de sus principales obras


 

 

5.1 El beso (1907-1908)

Quizás la obra más icónica de Klimt, El beso representa a una pareja abrazada y envuelta en un halo de oro y patrones geométricos.

La fusión de los cuerpos con el fondo resalta la unidad simbólica del amor y el deseo. El uso del pan de oro recuerda los mosaicos bizantinos y confiere un aura sagrada al acto íntimo.

 

5.2 Retrato de Adele Bloch-Bauer I (1907)

Conocido como La dama de oro, este retrato fusiona realismo en el rostro y manos de la modelo con un fondo ornamental exquisitamente dorado. Es un ejemplo perfecto de la etapa dorada de Klimt y refleja el lujo y sofisticación de la élite vienesa, pero también la obsesión del artista por lo eterno y lo sagrado en la figura femenina.

 


5.3 Danae (1907-1908)

Inspirada en la mitología griega, muestra a la princesa Danae fecundada por Zeus en forma de lluvia dorada. 

La figura femenina aparece encerrada en sí misma, representando una imagen erótica y mística a la vez. 

Es una obra que condensa el simbolismo y el erotismo característicos de Klimt.

 



5.4 El friso de Beethoven (1902)

Diseñado para la 14ª exposición de la Secesión Vienesa, es un mural monumental que representa la lucha del alma humana por alcanzar la felicidad. Inspirado en la Novena Sinfonía de Beethoven, incluye figuras alegóricas del sufrimiento, la lujuria y el arte como redención. Es una obra clave del simbolismo vienés.

5.5 El Retrato de Emilie Flöge (1902)

El Retrato de Emilie Flöge (1902) de Gustav Klimt es una obra emblemática del llamado "periodo áureo" del artista, donde el uso del oro y el linearismo se combinan con fuertes elementos del Art Nouveau. En este retrato, Emilie aparece de pie, en pose formal y de tres cuartos, con un rostro delicado y una mirada intensa, vestida con un traje azul adornado con figuras geométricas circulares doradas que recuerdan tanto a mosaicos como a los diseños de moda de Emilie, quien fue una reconocida diseñadora y amiga cercana de Klimt.

 El vestido que lleva refleja el estilo revolucionario de Emilie Flöge, caracterizado por la ausencia de corsé y formas que caen desde los hombros, buscando comodidad y libertad para la mujer, un concepto innovador para la época. El patrón sinuoso y ovalado del vestido evoca escamas de pez, lo que conecta con la fascinación de Klimt por temas acuáticos que exploró en otras obras como "Serpientes acuáticas".

El fondo del retrato es bidimensional y dividido en tres partes: un motivo floral estilizado alrededor de la cabeza de Emilie, que alude a su pasión por la moda, y dos secciones inferiores en tonos azul oscuro que se degradan hacia un gris marrón, lo que enfatiza la figura femenina y crea un contraste con la riqueza decorativa del vestido.

 Aunque la obra es considerada una de las más importantes en la relación artística entre Klimt y Emilie, se sabe que a ella no le agradó del todo esta interpretación, posiblemente por la estilización elongada y la atmósfera casi etérea que el artista imprimió en su figura. Klimt vendió el cuadro a una institución pública años después, lo que indica cierta distancia entre la modelo y esta representación pictórica.

 

5.6 La Esperanza (1903)

La obra La esperanza es una pintura al óleo que representa de manera audaz y simbólica a una mujer embarazada desnuda, un tema poco habitual y tabú en el arte occidental de principios del siglo XX. La figura central, con una mirada directa y desafiante hacia el espectador, sostiene sus manos sobre el vientre, mostrando con naturalidad y sin ocultamientos el avanzado estado de gestación.

 El fondo de la obra contrasta fuertemente con la figura luminosa y serena de la mujer, ya que está poblado por figuras tétricas y amenazantes que simbolizan la muerte, la enfermedad, la vejez y la locura, además de la presencia de un esqueleto que representa la Muerte misma, situada justo detrás de la cabeza de la mujer. 

Estas figuras parecen rodearla y acecharla, creando una atmósfera de peligro y fatalidad, pero la mujer permanece imperturbable, simbolizando la fuerza y la pureza que la esperanza de una nueva vida le otorga.

Klimt yuxtapone en esta obra la promesa de la vida con las inevitables fuerzas destructoras que la rodean, explorando temas universales como el nacimiento, la muerte y la fragilidad humana. 

La pintura fue considerada escandalosa en su época por su representación sin tapujos del embarazo y la desnudez femenina, desafiando los códigos de decoro de la Viena de 1903.

El uso ornamental y expresionista de Klimt se manifiesta en la corona de nomeolvides que adorna el cabello rubio de la mujer, así como en la riqueza de detalles que contrastan con la crudeza simbólica del fondo. 

La obra refleja la capacidad del artista para combinar naturalismo y simbolismo en un remolino visual que impacta emocionalmente al espectador.

 

5.7  Arbol de la vida

El industrial belga Adolphe Stoclet vivía en Viena desde 1904 con su esposa, Suzanne Stevens. Encantado con la producción de los Talleres de Viena (Wiener Werksttäten), encargó la decoración de su villa-palacio de Bruselas a Josef Hoffman y Klimt, siendo esta obra la única muestra de arte total de los Talleres que se conserva.

 La construcción del palacio duró ocho años y costó una considerable fortuna, desconocida porque Stoclet nunca reveló el coste de su capricho.

Klimt se encargó del diseño de la decoración del salón comedor, en cuya mesa pueden sentarse hasta 22 personas.

Los mosaicos fueron elaborados finalmente por miembros de los Talleres de Viena. El friso consta de nueve tablas en las que encontramos elementos abstractos, estilizados y figurativos. La inspiración de los diseños debemos buscarla en los mosaicos bizantinos de Ravena -conocidos en un viaje a la ciudad italiana- y en el arte oriental budista e hinduista al que los Stoclet eran muy aficionados y grandes coleccionistas.

El motivo central del friso es el Arbol de la Vida, el árbol de la sabiduría, un símbolo de la Edad de Oro en el que se reúnen todos los temas que tenían verdadera importancia para el artista, desde la mujer hasta el amor, tratándose una vez más de su obsesión por la vida y la muerte -representada en este caso por el ave negra- , uno de sus temas favoritos. 

Pero a diferencia de los otros encargos monumentales realizados por el maestro austriaco, el Friso Stoclet destaca no por el contenido sino por la decoración, siendo considerado por el propio Klimt como "la última fase de mi etapa decorativa".

En efecto, líneas sinuosas dominan la composición, olvidando en algunos momentos la forma para acercarse a la abstracción. La expectación y La satisfacción también forman parte de este sensacional friso decorativo.


5.8 Emilie Flöge a los diecisiete años

Las familias Klimt y Flöge se conocieron a raíz del matrimonio entre Ernst Klimt y Helene Flöge en 1891, fruto del cual nació una niña también llamada Helene.

Ernst falleció apenas un año después de su matrimonio y Gustav quedó como tutor de su pequeña sobrina, estableciendo una estrecha relación con las hermanas Flöge.

Cuando Gustav y Emile se conocieron, ella era una atractiva muchacha de 17 años y Gustav era un hombre con un prometedor futuro como pintor, ya que se estaba labrando una prestigiosa carrera como decorador de importantes espacios públicos -el Burg Teather, la escalera del Kunshistorisches Museum de Viena, diferentes teatros del Imperio Austro Húngaro- como miembro de la Compañía de Artistas, también integrada por su hermano y su socio Franz Matsch.

En este retrato que contemplamos, Emile aparece en tres cuartos, casi de perfil, vuelta hacia la izquierda, dirigiendo su mirada al vacío, con una precisión casi fotográfica, técnica muy apreciada por el público en aquellos momentos como bien se puede observar en el retrato de Josef Pembauer.

El adecuado uso del pastel -de moda gracias a los impresionistas- por parte de Klimt se pone de manifiesto en el modelado de la nariz, a base de ligeros toques de blanco o en los expresivos ojos verdes.

El marco dorado tiene una decoración oriental, la primera vinculación de Klimt con el mundo japonés.

En una colección privada existe un retrato de Emile en cuerpo entero fechado dos años más tarde, modelo que Gustav emplearía para la elaboración de uno de los paneles del Burg Teather.

5.9 Casas en Unterach a orillas del Lago (1916)

La localidad de Unternach a orillas del lago Atter será una de las principales fuentes de inspiración para los paisajes de Klimt.

No olvidemos que pasaba en esta zona los veranos, en compañía de las hermanas Flöge, escapando del ajetreo de Viena y descansando de la presión que le suponían los plazos de entrega.

Estas obras veraniegas pueden considerarse "experimentos", inventos ajenos a la obra figurativa que se convertirá en la parte principal de su producción.

Para realizar estas vistas de las casas de Unternach utilizó una barca sobre la que colocó el caballete, para evitar ser molestado y poder captar rincones diferentes, más pintorescos, de la misma manera que hacía Monet.

Los edificios se integran así en la naturaleza, interesándose el pintor vienés por integrar la creación humana en el paisaje ya que la figura está siempre ausente, al igual que en sus obras figurativas desaparece cualquier referencia al paisaje.

Las casas apenas presentan perspectiva, creando el efecto de estar pegadas, recordando a la estampa japonesa y suponiendo un guiño de Klimt al cubismo. Las líneas de las edificaciones están muy marcadas, al igual que hacía el grupo de Gauguin en sus trabajos vinculados al "cloissonismo".

Sin embargo, la pincelada recuerda al impresionismo al ser rápida y deshecha, acercándose en algunas zonas al puntillismo.

Con todas estas referencias estilísticas, Klimt crea un estilo pictórico propio para sus paisajes y se convierte -en palabras de C.M. Nebehay- "en uno de los más importantes paisajistas de su época".

La Iglesia en Unternach es otra de las vistas de esta serie.

6. La Secesión Vienesa y su impacto

Klimt fue cofundador y primer presidente de la Secesión Vienesa, un movimiento que se separó del arte académico para abrirse a la modernidad y a la diversidad estilística. Bajo el lema "A cada época su arte, y al arte su libertad", la Secesión promovía exposiciones alternativas, diseño gráfico, arquitectura y una estética total, lo que hoy se relaciona con el Art Nouveau.

 

Klimt se convirtió en el rostro visible de esta revolución estética, siendo también un puente entre el simbolismo del siglo XIX y las vanguardias del siglo XX.

 

7. Temas recurrentes en la obra de Klimt

 

La mujer como símbolo:

desde la femme fatale hasta la madre mística, Klimt explora la sensualidad, el misterio y la espiritualidad femenina.

 

Erotismo y muerte:

la unión de Eros y Tánatos aparece en obras como Judith, La muerte y la doncella o Salomé.

 

Naturaleza y ciclos vitales:

en obras como El árbol de la vida o Las tres edades de la mujer, trata la evolución biológica y espiritual del ser humano.

 

Alegoría del arte y del conocimiento:

su trabajo mural en la Universidad de Viena (destruido en la Segunda Guerra Mundial) fue una crítica simbólica al racionalismo positivista.

 

8. Conclusión

Gustav Klimt fue un artista revolucionario que supo amalgamar lo decorativo con lo simbólico, lo erótico con lo sagrado, lo moderno con lo ancestral.

Su arte, profundamente vienés y profundamente humano, sigue provocando admiración y reflexión. A través del oro, la línea y el cuerpo, Klimt no solo pintó imágenes, sino estados del alma.

 

FUENTES

Whitford, Frank. Klimt. Thames & Hudson, 1990.

 Nebehay, Christian M. Gustav Klimt: From Drawing to Painting. Taschen, 2000.

 Weidinger, Alfred. Gustav Klimt. Prestel, 2007.

 Vergo, Peter. Art in Vienna: 1898–1918: Klimt, Kokoschka, Schiele and their Contemporaries. Phaidon, 1992.

 Catalogue de la Secession Vienesa, 1902.

 Documentos y archivos del Belvedere Museum (Viena).



No hay comentarios: