LEMA 2023 Agua: mantenimiento de
la vida de las aves
FOTO: DONALD JESKE, NATIONAL GEOGRAPHIC CREATIVE, YOUR
SHOT
El Día Mundial de las Aves Migratorias, se celebra dos veces al año: una el segundo sábado de mayo, y otra el segundo sábado de octubre, coincidiendo con las dos grandes migraciones.
Debido a la estrecha relación
existente entre estas dos celebraciones, en el 2018 la ONU decidió celebrarlas
de forma conjunta por medio de una única campaña anual.
Desde el año 2018 se unieron las dos grandes campañas que entonces existían para proteger a las aves migratorias: el Día Internacional de las Aves Migratorias y el Día Mundial de las Aves Migratorias, el primero de ellos dirigido por Environment for the Americas (EFTA), y el segundo por el Acuerdo sobre la conservación de las aves acuáticas migratorias de África y Eurasia (AEWA) y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS).
FOTO: JACK DYKINGA, NATURE PICTURE LIBRARY
Una pareja de grullas
canadienses ejecuta una danza nupcial en el Refugio Nacional de Vida Salvaje
del Bosque del Apache de Nuevo México. La reserva se creó en 1939, en buena
parte para proteger un hábitat crítico para esta población de grullas que crían
en las Montañas Rocosas e invernan en el sudoeste de Estados Unidos y en México
Lema 2023: Agua: mantenimiento de la vida de las aves
La gran mayoría de las aves dependen de los ecosistemas acuáticos. Los ríos, lagos, humedales, marismas son vitales para ellas, para alimentarse, anidar, beber, y como lugares de descanso durante las migraciones.
Desafortunadamente los ecosistemas
acuáticos están cada vez más amenazados por el cambio climático, la
contaminación, la sobreexplotación de los acuíferos y otras amenazas que ponen
en peligro la disponibilidad de agua limpia.
Por ello, la campaña se centra en
destacar las acciones clave para proteger los acuíferos y los ecosistemas
acuáticos.
Las aves migratorias desempeñan un papel de vital importancia en el medio ambiente. Gracias a su existencia en el planeta, se puede lograr un perfecto equilibrio y así evitar la propagación de plagas que afecten la salud de los seres humanos.
Extensas áreas destruidas por la contaminación con desechos tóxicos causaron que las aves migratorias vayan desapareciendo de forma paulatina por esta alteración en su entorno.
Esta
fotografía de Chris Jordan se volvió viral antes del auge de las redes
sociales.
El
número de aves marinas costeras que mueren al año por los efectos del plástico
asciende a la cifra de un millón actualmente, y seguirá aumentando. Las
investigaciones existentes ponen de manifiesto la importancia del problema: no
solo estiman que el 90 % de las aves marinas tendrán plástico en sus entrañas,
sino que esta cifra alcanzará el 99 % para el 2050.
Según los últimos datos registrados, se sabe que un 90% de las aves mueren por comer plásticos que son encontrados en sus intestinos, como resultado del comportamiento irresponsable de los seres humanos.
El agua es fundamental para
mantener la vida en nuestro planeta.
Las aves migratorias dependen
del agua y de sus hábitats
coligados-lagos, ríos, arroyos, estanques, pantanos, marismas y
humedales costeros- para reproducirse, descansar, recargar energías durante la migración e
invernar.
Sin embargo, la creciente
demanda humana de agua, junto con el cambio climático, la contaminación y otros
factores, están amenazando estos valiosos ecosistemas acuáticos.
Los titulares de todo el mundo dan la voz de alarma: en los últimos 50 años se ha perdido el 35% de los humedales del planeta, fundamentales para las aves migratorias.
Gran Lago Salado EEUU
El Gran Lago Salado de Utah, el mayor lago de agua salada del hemisferio occidental y utilizado por más de un millón de aves costeras, corre peligro de desaparecer en cinco años.
En la cuenca del Amur-Heilong, en Asia, el cambio climático está amplificando el impacto de la destrucción de hábitats al agotar los sistemas hídricos naturales y privar a las aves migratorias de lugares vitales de reproducción y parada. Estos aleccionadores ejemplos van de la mano de informes recientes que revelan que el 48% de las especies de aves de todo el mundo están experimentando descensos de población.
Restos de barcos en lo que era un mar hoy desaparecido. F. GAVILÁN, ISABEL COIXET, NATIONAL GEOGRAPHIC Y WORLDPRESS
Otro ejemplo conmovedor es el del Mar de Aral, compartido por Kazajstán y Uzbekistán.
El que fuera el cuarto lago más grande del mundo está considerado uno de los peores desastres medioambientales del planeta relacionados con el agua.
Los proyectos de irrigación de la era soviética desecaron casi por completo el lago, lo que provocó la pérdida de los medios de subsistencia de pescadores y agricultores y el deterioro de la salud pública debido al polvo tóxico y a la disminución del acceso al agua potable.
El impacto ha sido grave para las comunidades
de los alrededores del lago, pero también para las aves migratorias, que
perdieron importantes fuentes de alimento y un
sitio de escala de importancia crítica en su viaje.
En el Lago
Chad se han catalogado al menos 70 especies de aves distintas que
migran desde Europa y Asia cada año, eligiendo este lugar como punto de parada.
Ibis, águilas pescadoras y otras rapaces, garzas, cormoranes, etc. Un verdadero
paraíso para los ornitólogos y aficionados a las aves.
Otro ejemplo es el Sahel, una vasta región semiárida de África.
Los prolongados periodos de sequía, deforestación y sobrepastoreo en el Sahel han provocado la degradación del suelo y la pérdida de vegetación, amenazando la supervivencia tanto de la población humana local como de la fauna silvestre, incluidas las aves migratorias.
El lago Chad, una de las mayores masas de agua de África en 1960,
perdió el 90 % de su superficie, agotando los recursos hídricos para las
comunidades locales y también para muchas aves migratorias.
FUENTES
https://www.diainternacionalde.com/
https://www.nationalgeographic.com.es/
https://www.worldmigratorybirdday.org/
https://www.cms.int/raptors/es/
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