El Escritor de la Tradición y la Innovación
Serafín José García nació el 5 de junio de 1905, en Cañada Grande, departamento de Treinta y Tres, República Oriental del Uruguay.
Se dice que su madre lo nombró José porque ella era devota de San José. Sus bisabuelos por ambas ramas de origen, tuvieron participación en las luchas por la independencia nacional.
Fue uno de los grandes escritores y poetas uruguayos.
A la edad de 5 años se trasladó junto a su padre Serafín García Minuano y su madre Sofía Correa, a la localidad olimareña de Vergara, donde recibe instrucción escolar. Esta es la única educación formal que recibe, adquiriendo el resto de su formación cultural de forma autodidacta.
En el año 1919, con apenas catorce años de edad, murió su padre. Debido a esta circunstancia comenzó a reflexionar acerca del hombre y su destino, impregnando su posterior producción literaria con dichas reflexiones.
Vergara en la actualidad
En su adolescencia se desempeña en forma alternada en varios oficios, como empleado de farmacia y ayudante de rematador público.
En 1917 comienza el aprendizaje de tipógrafo y poco después empieza sus primeras composiciones literarias, ensayando narraciones y rimas.
Por breve tiempo se desempeña como periodista local y se interesa también por la música.
Trabajó como bibliotecario del club social de Vergara lo que le posibilitó un directo contacto con los libros de diferentes autores que marcaron una influencia en su vida literaria, Leónidas Andreiev, Máximo Gorki, Henri Barbusse, Romaní Rolland y varios clásicos españoles.
Credencial Cívica (con 18 años)
Hacia 1925 se radica en la ciudad de Treinta y Tres, e ingresa a la institución policial, oficiando de telefonista encargado del Archivo de la Jefatura de esa localidad.
Jefatura de Policíade Treinta y Tres
Se casa con Blanca Elma González en 1934.
En el año 1929, ante la publicación de su cuento Santos en la revista El Suplemento, de Buenos Aires, marca sus primeros pasos en la literatura que lo dan a conocer.
En el año 1936 edita su obra de poemas gauchescos "Tacuruses" prologada por Ledo Arroyo Torres.
La misma logra un gran éxito editándose en numerosas ocasiones desde entonces.
Con esta obra se consolida como uno de los máximos representantes de la literatura gauchesca y como uno de los autores más leídos en nuestro país.
En Tacuruses Serafín J. García rescata el ámbito rural del país, jerarquizando las costumbres y tradiciones del hombre de campo.
En reconocimiento por esta obra recibe el "Premio Ministerio de Instrucción Pública".
Asimismo, el 18 de febrero de 1936 el presidente Gabriel Terra, firmó un decreto presidencial por el cual se distribuían 300 ejemplares de la misma por distintas Jefaturas Policiales del País y se ascendía a Serafín J. García al grado de sub-comisario en Santa Clara de Olimar. No obstante continuo trabajando en la jefatura de Treinta y Tres.
En 1940 pide el retiro del cuerpo policial y se radica en Montevideo.
Además de su obra poética el autor también explora la narrativa, aventurándose en la producción de cuentos, fábulas, ensayos y crónicas. Incluso pueden encontrarse algunas páginas humorísticas publicadas bajo el seudónimo de "Simplicio Bobadilla".
Es de destacar la faceta de literatura infantil que le valió que muchas de sus obras de ese género fueran adoptados por los organismos educativos como lecturas en liceos y escuelas del Uruguay.
Para deleite de los chicos la Revista escolar El Grillo publicó "Las aventuras de Juan el Zorro"(1950). Obra de Serafín J. García que inspirándose en fábulas de la tradición oral, da vida al entrañable personaje de Juan el Zorro, un simpático y astuto animal que busca su satisfacción recurriendo a medios de dudosa moral.
En estas aventuras aparecen los más variados personajes inspirados en nuestra fauna autóctona.
Piquín y Chispita ( 1968) considerada de las mejores obras del género infantil cuenta la historia de dos simpáticos personajes que emprenden un viaje para conocer nuevas aventuras lejos de sus casas. El tucutuco llamado Piquín que por primera vez desobedecía las órdenes de sus padres y la lagartija Chispita, conocedora de la zona, caminan para disfrutar de una tarde calurosa de verano.
A lo largo del camino van necesitando de otros animales para continuar el camino y en otras ayudan. Si bien son muy pequeños, la inteligencia y las ganas de vencer los miedos que poseen en común los ayuda a recorrer mucho territorio y regresar a sus casas a salvo.
Algunas de sus obras fueron traducidas a varios idiomas, como el francés, inglés, italiano y portugués.
Luego de la aparición de Tacuruses, obra fundamental en la literatura latinoamericana, Serafín J. García se dedicó por entero a su vocación literaria, dejando como herencia cultural inumerables poemas, romances, cuentos, fábulas, estampas, ensayos y crónicas.
Entre su vasta producción literaria se destacan las obras:
Tacuruses (1936)
En carne viva (1937)
Tierra amarga (1938)
Burbujas (1940)
Barro y Sol (1941)
Asfalto (1944)
Raíz y ala (1949)
Romance de Dionisio Díaz (1949)
Las Aventuras de Juan el Zorro (1950)
Agua Mansa (1952)
Flechillas (1957)
Los partes de Don Menchaca (1957)
El Totoral (Recuerdos de mi infancia) (1966)
Piquín y Chispita (1968)
Leyendas y supersticiones (1968)
Blanquita (Nuevos relatos de "El Totoral") (1969)
La vuelta del camino (1970)
Estampas uruguayas (1971)
Milicos, contrabandistas y otros cuentos (1986)
Su obra de literatura infantil "Piquin y Chispita", fue catalogada como una de las diez mejores obras nacionales de este género de las publicadas entre 1967 y 1968. Este reconocimiento le vale a García una Mención de Honor del Premio "Hans Christian Andersen" de Literatura Infantil Universal el 4 de abril de 1970 en Bolonia, Italia.
En el año 1974 fue nominado para ocupar un lugar en la Academia Nacional de Letras, cargo que aceptaría en el año 1983.
En 40 años de actividad literaria, triunfa en numerosos concursos nacionales entre los que se cuentan, cinco premios en el Concurso Anual del Ministerio de Instrucción Publica, el Gran Premio Municipal de Literatura José Enrique Rodó otorgado por la Intendencia Municipal de Montevideo y el de la Trienal de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura entre los años 1981 y 1983, y tres premios de carácter particular.
Su trayectoria en literatura nativa, lo condujo a brindar numerosas conferencias en Uruguay y en países de la región como Brasil, Argentina y Paraguay.
Murió el 29 de abril de 1985, en Montevideo.
HOMENAJES
Biblioteca y Museo Serafín J. García - (Vergara)
Liceo Serafín J. García de Treinta y Tres
El escenario principal del Festival a orillas del Olimar “Maestro Ruben Lena” lleva el nombre del gran poeta y escritor nacido en Vergara -Treinta y Tres
Sello en homenaje a Serafín J. García propuesto por María Angélica Silva, Coordinadora de Cultura de la Biblioteca Municipal de Vergara, Dpto. de Treinta y Tres y editado por el Correo del Uruguay el 27/10/1998. Dibujante, Diego Massi . Tirada: 35.000.
En el sello aparecen ilustraciones de su libro ˜PIQUIN Y CHISPITA˜.
LEGADO
Serafín J. García es recordado
hoy como uno de los máximos exponentes de la literatura uruguaya, especialmente
por su papel fundamental en la consolidación y renovación de la literatura
gauchesca y rural. Su legado literario se puede sintetizar en los siguientes
aspectos clave:
1. Humanización y profundidad
del mundo rural
García logró retratar al
hombre de campo uruguayo con una profundidad y realismo inéditos hasta
entonces.
En su obra más emblemática, Tacuruses (1936), no idealiza ni
romantiza al gaucho, sino que lo muestra con sus dudas, sufrimientos y alegrías
cotidianas, devolviéndole su humanidad y complejidad.
Esto marcó un antes y un
después en la forma de representar la vida rural en la literatura nacional.
2. Popularidad y arraigo
cultural
Tacuruses se convirtió en un
fenómeno editorial, superando los treinta mil ejemplares vendidos en Uruguay, y
es considerado uno de los libros más leídos y presentes en los hogares rurales
del país. La obra se transformó en un símbolo de identidad nacional y sigue
siendo lectura obligada en las escuelas uruguayas.
3. Versatilidad y aporte a
diversos géneros
García no se limitó a la
poesía gauchesca. Escribió cuentos, fábulas, ensayos, crónicas, literatura
infantil y humorística. Obras como Las aventuras de Juan el Zorro y Piquín y
Chispita muestran su capacidad para abordar distintos públicos y estilos,
siendo esta última reconocida internacionalmente con una mención especial del
Premio Hans Christian Andersen.
4. Difusión y defensa de la
cultura nacional
Fue un activo divulgador
cultural, dictando conferencias en Uruguay y en el exterior, colaborando con la
prensa y participando en cursos y actividades de promoción literaria. Su
compromiso con la literatura y la identidad uruguaya trascendió el papel y se
proyectó en la vida pública.
5. Influencia y vigencia
El legado de Serafín J. García
sigue vivo: su obra inspira a nuevos autores, es referente de la uruguayez
profunda y mantiene su vigencia en la cultura popular y académica. Muchos de
sus textos han sido traducidos a varios idiomas y forman parte de antologías
nacionales e internacionales.
“Por primera vez los hombres y
las cosas del campo dejaban de tener dimensión de tarjeta postal. Nadie como él
supo retratar a los peoncitos desde adentro […] Es difícil encontrar en la
campaña uruguaya un rancho donde no exista una edición de Tacuruses manoseada,
leída, tal vez lagrimeada.” — César di Candia
FUENTES
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