Alexander Parkes nació en Birmingham,
Inglaterra, el 29 de diciembre de 1813.
Fue un metalúrgico e inventor
británico. Creó la parkesina, el primer plástico artificial. Obtuvo al menos 66
patentes durante su vida, todas en conexión con el galvanizado eléctrico y los
plásticos.
Su padre James Mears Parkes
dirigía un negocio de fabricación de cerraduras de latón, lo que proporcionó a
Alexander una exposición directa a la metalurgia desde joven. La familia
residía en Suffolk Street, en Birmingham, un centro para tales oficios, y
rastrea su linaje hasta el reverendo Michael Parkes (f. 1617), con lazos a
pueblos metalúrgicos como Wednesbury y Wolverhampton.
Su madre fue Kerenhappuch
Childs.
Este trasfondo parental
orientó a Parkes hacia aprendizajes en Messenger and Sons (fundidores de latón)
y más tarde en Elkingtons (pioneros en galvanoplastia), moldeando sus más de 66
patentes en galvanoplastia y plásticos.
No hay registros detallados de
hermanos más allá de su hermano Henry Parkes (1824–1909), un químico que
colaboró en invenciones como el bronce fósforo.
Su educación temprana parece
haber sido predominantemente práctica y familiar, derivada de su aprendizaje en
el taller de su padre.
En la era victoriana, muchos
inventores de Birmingham como Parkes provenían de entornos artesanales e
industriales, priorizando aprendizajes prácticos sobre educación escolar
convencional.
No se documentan escuelas
específicas, pero su exposición temprana al negocio familiar y a talleres
locales sentó las bases para sus patentes en galvanoplastia y plásticos.
El primer trabajo formal de
Alexander Parkes fue su aprendizaje como aprendiz en Messenger & Sons,
fundidores de latón en Birmingham, Inglaterra. No se especifica un año exacto
de inicio, pero ocurrió en su juventud, tras su exposición inicial en el taller
de su padre, antes de 1841 cuando obtuvo su primera patente.
En Messenger & Sons,
trabajó en el departamento de fundición, adquiriendo habilidades prácticas en
la fundición de latón y procesos metalúrgicos básicos. Estas tareas incluyeron
manipulación de metales, moldes y técnicas artesanales, sentando las bases para
su posterior trabajo en galvanoplastia.
Posteriormente, se trasladó a
Elkington & Co., también en Birmingham, donde desarrolló innovaciones como
procesos de baño de plata para objetos frágiles, como flores.
Este empleo marcó el inicio de
su carrera inventiva en galvanoplastia y experimentos con caucho y nitrato de
celulosa.
Estas experiencias fueron la base de sus laterales desarrollos en plásticos y metalurgia.
1848
En 1841, Alexander Parkes
obtiene su primera patente británica (GB 8898), titulada "Preparation of
waterproofing materials from caoutchouc" (preparación de materiales
impermeabilizantes a partir de caucho), que describe un proceso para disolver
caucho (goma natural) en éter y alcohol, aplicarlo como recubrimiento protector
sobre tejidos, papeles y otros materiales, y dejarlo secar para lograr
impermeabilización efectiva.
Esta invención surge de sus
experimentos tempranos en la empresa Elkington & Co. en Birmingham, donde
manipulaba caucho para recubrimientos en galvanoplastia, y representa su primer
avance documentado en modificación química de polímeros naturales.
El método involucraba macerar
caucho en trementina o aceite esencial, combinado con alcoholes volátiles, para
crear una solución fluida que penetrara superficies porosas sin rigidez
posterior.
Parkes demostró su utilidad en
impermeabilizar ropa, botas y mapas, anticipando aplicaciones militares y
cotidianas, y lo exhibió públicamente en ferias locales de Birmingham.
Esta patente no solo generó
ingresos iniciales mediante licencias, sino que impulsó su exploración continua
en caucho modificado, llevando a la patente de 1846 sobre vulcanización a baja
temperatura y, eventualmente, a la parkesina en la década de 1860. Marca el
inicio de sus 66 patentes, enfocadas en híbridos caucho-metal-plástico.
En 1846, Alexander Parkes
obtiene la patente británica (número aproximado en referencias históricas como
parte de su serie temprana, posterior a la GB 8898 de 1841), titulada
esencialmente sobre el "cold cure process" o vulcanización en frío de
la goma, un método revolucionario que permitía vulcanizar caucho a temperatura
ambiente sumergiéndolo en soluciones de dicloruro de azufre (SCl₂) disuelto en disulfuro de
carbono o trementina, sin necesidad de calor elevado como en los procesos de
Charles Goodyear o Thomas Hancock.
Este procedimiento implicaba
macerar o sumergir el caucho natural en una solución fría de cloruro de azufre,
logrando vulcanización casi instantánea que mejoraba la elasticidad,
durabilidad y resistencia al agua sin alterar la textura original del material.
Thomas Hancock, pionero en
caucho, lo describió como "uno de los descubrimientos más valiosos y
extraordinarios de la era", y fue comercializado por Elkington, Mason
& Co., aplicándose en impermeabilización de telas, botas y mapas.
La patente facilitó el
procesamiento industrial rápido y económico del caucho, evitando equipo costoso
de calentamiento y reduciendo tiempos de producción, lo que impulsó
aplicaciones en textiles y recubrimientos.
Representó una mejora clave
sobre métodos previos, conectando directamente con su patente de 1841 sobre
impermeabilización y allanando el camino hacia experimentos con polímeros
modificados como la parkesina en 1856.
Tras estas innovaciones,
Parkes continúa explorando soluciones plásticas y de recubrimientos, lo que
culmina en el desarrollo de parkesine, el primer plástico artificial.
Este hito le otorga
reconocimiento como pionero en la historia de los plásticos, con patentes y
proyectos comerciales relacionados.
En el año 1862, Alexander
Parkes presenta públicamente la parkesina (o parkesine), su primer plástico
artificial a base de nitrato de celulosa, en la Gran Exposición Internacional
de Londres (London International Exhibition of Industry and Art), celebrada en
South Kensington del 1 de mayo al 15 de noviembre, donde recibe una medalla de
bronce por "Excelencia del Producto" (Excellence of Product).
Esta exhibición, patrocinada
por la Royal Society of Arts y con más de 28.000 expositores de 36 países,
posicionó la parkesina como uno de los avances clave de la Revolución
Industrial, junto a inventos como el telégrafo eléctrico y la máquina analítica
de Babbage, destacando su versatilidad para fabricar botones, peines, mangos de
cuchillos, joyería y objetos decorativos moldeables al calentarse y rígidos al
enfriarse.
Parkes demostró la parkesina
en vivo, moldeándola en formas complejas y tiñéndola en colores vibrantes, lo
que captó la atención de la reina Victoria y el público victoriano,
impresionados por su similitud con el marfil y el cuerno natural pero
producible en masa.
La medalla de bronce,
replicada incluso en parkesina por el propio inventor, validó su patente
inicial de 1855/1856 (GB 2370), y generó interés comercial inicial, aunque
enfrentó desafíos de producción como fragilidad e inflamabilidad.
Este galardón impulsó la
reputación de Parkes como pionero de los plásticos, allanando el camino para la
fundación de la Parkesine Company en 1866 con respaldo de inversores como Henry
Bessemer, y sentando precedentes para materiales sintéticos que transformaron
industrias como la joyería, la marroquinería y la fotografía.
Subrayó el paso de materiales
naturales a sintéticos en la era industrial, pese a limitaciones técnicas que
retrasaron su éxito comercial masivo.
Objetos
fabricados en Parkesine, c 1860.
En el año 1866, Alexander
Parkes funda la Parkesine Company Ltd. en Hackney Wick, Londres (en las
instalaciones de Wallis Road), en asociación con el inventor Daniel Spill, para
producir en masa artículos de parkesina como peines, botones, mangos de
cuchillos, joyería y objetos decorativos que imitaban marfil y tortuga,
aprovechando su patente de 1855/1862 sobre nitrato de celulosa modificado.
La empresa contó con
inversores destacados como Henry Bessemer (pionero del acero, quien encabezó la
lista de accionistas), junto a otros industriales victorianos atraídos por el
éxito de la medalla de bronce en la Exposición Internacional de Londres de 1862.
Inicialmente, redujo costos de
producción de 12 chelines a siete peniques por libra mediante procesos
eficientes, pero enfrentó problemas técnicos como fragilidad, agrietamiento e
inflamabilidad extrema del material.
A pesar de la estrategia
comercial para escalar la invención —con demostraciones públicas y ventas
iniciales—, la compañía quebró en 1868 por altos costos de materias primas y
defectos de calidad, llevando a Parkes a perder el control; Spill adquirió los
derechos y evolucionó el material hacia xylonita, precursor del celuloide de
Hyatt.
Alexander Parkes pasó sus
últimos años en relativa oscuridad tras el fracaso de la Parkesine Company en
1868, retirándose a West Dulwich, Londres, donde continuó experimentos menores
con plásticos y metalurgia sin logros comerciales significativos.
Después de perder el control
de sus patentes y la empresa, Parkes no obtuvo más avances notables, aunque
mantuvo su reputación como inventor prolífico con 66 patentes acumuladas. No se
documentan ocupaciones específicas en esta etapa, pero su enfoque se alejó de
la producción industrial hacia actividades privadas.
Vivió en el número 2 de
Penrhyn Villas, 61 Rosendale Road, hasta su muerte a los 76 años.
Falleció el 29 de junio de
1890 en su residencia de West Dulwich, Londres, por causas no especificadas en
registros biográficos.
Fue enterrado en el Cementerio
de West Norwood, pero su tumba fue removida en los años 1970; reconocimientos
póstumos llegaron décadas después, como la placa en su casa en 2002.
HOMENAJES
Alexander Parkes ha recibido
varios homenajes póstumos para preservar su legado como pionero de los
plásticos y la metalurgia.
Placas Conmemorativas
En 2002, la Plastics
Historical Society colocó una placa de plástico en su antigua casa en Dulwich,
Londres (2 Penrhyn Villas, 61 Rosendale Road).
Desde 1951 pasó a llamarse
Museo de Ciencia e Industria de Birmingham, una colección de tesoros única para
la "Ciudad de los Mil Oficios".
Sin embargo, este también se
cerró en 1997 y muchos artículos se trasladaron al nuevo thinktank del lado
este.
Este edificio está catalogado
como Grado II y alberga dos placas azules dedicadas a George Elkington
(1801-1865) y Alexander Parkes (1813-1890).
En 2004, la Birmingham Civic
Society instaló una placa azul en Newhall Street, Birmingham, en el sitio
original de los Elkington Silver Electroplating Works, ahora parte del antiguo
Science Museum.
En septiembre de 2005, fue entronizado póstumamente en el Hall of Fame de la American Plastics Academy (Academia Americana de Plásticos), reconociendo su invención de la parkesina como el primer plástico sintético.
La tumba de Alexander Parkes
en el Cementerio de West Norwood, Londres, fue removida durante los años 1970
como parte de la controvertida política de "conversión a césped"
(lawn conversion) impulsada por el Ayuntamiento de Lambeth tras la compra
compulsoria del cementerio en 1965.
Lambeth eliminó entre 10.000
y 15.000 monumentos históricos, incluyendo lápidas de figuras notables, para
modernizar el sitio y reutilizar parcelas, lo que generó demandas judiciales en
1995 y 1997 por la Diócesis de Southwark.
Estas sentencias declararon
ilegal la destrucción, obligando a restauraciones parciales y la publicación de
índices de parcelas afectadas, aunque la tumba de Parkes no fue recuperada.
Implicaciones para la
Memoria Industrial
Este episodio refleja la
compleja preservación de legados victorianos: mientras inventores como Parkes
perdieron marcadores físicos, su reconocimiento revivió vía placas
conmemorativas destacando tensiones entre urbanismo moderno y herencia
industrial.
LEGADO
Alexander Parkes dejó un legado fundamental como pionero de la industria plástica al inventar la parkesina en 1856, el primer plástico termoplástico sintético a base de nitrato de celulosa, que sentó las bases para materiales como el celuloide de John Wesley Hyatt y los plásticos modernos.
Su trabajo democratizó bienes
de consumo al ofrecer sustitutos baratos y versátiles para materiales escasos
como el marfil, la tortuga y el cuerno, impulsando la producción masiva en
joyería, botones, peines y objetos decorativos.
Innovaciones Clave
Parkes acumuló más de 66
patentes en galvanoplastia, vulcanización fría (1846) y polímeros, influyendo
en procesos industriales que evolucionaron hacia plásticos con propiedades
mejoradas como flexibilidad, resistencia al agua y maleabilidad.
Aunque la parkesina falló
comercialmente por fragilidad e inflamabilidad, inspiró avances que
transformaron manufactura, automoción y empaques.
Influencia Actual
Hoy, su legado persiste en la
ubiquidad de plásticos derivados de celulosa en productos cotidianos, desde
envases hasta componentes electrónicos, aunque también contribuyó al origen de
la contaminación plástica global, motivando innovaciones en reciclaje y
bioplásticos.
Reconocido como "padre de
la industria plástica", su visión de materiales sintéticos moldeables
sigue moldeando la economía circular y la sostenibilidad moderna.
FUENTES
https://es.wikipedia.org/wiki/Alexander_Parkes
https://todoenpolimeros.com/2017/12/29/alexander-parkes-y-el-1er-plastico-sintetico/
https://www.wikiwand.com/es/articles/Alexander_Parkes
https://historiasdeempaques.wordpress.com/tag/alexander-parkes/
https://blog.sciencemuseum.org.uk/alexander-parkes-materials-man-and-polymath/
https://www.infopedia.pt/artigos/$alexander-parkes
https://tecnologiadelosplasticos.blogspot.com/2011/07/parkesina.html
http://www.browsebiography.com/bio-alexander_parkes.html

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