El virólogo que salvó a
millones de niños y
detuvo una pandemia
Maurice Ralph Hilleman nació el 30
de agosto de 1919 en Miles City,
Montana, Estados Unidos.
Fue un destacado microbiólogo y
uno de los principales desarrolladores de vacunas del siglo XX. Su trabajo ha
salvado millones de vidas y ha transformado la práctica de la inmunización a
nivel mundial. Hilleman es especialmente conocido por su contribución al
desarrollo de vacunas contra enfermedades infecciosas incluyendo algunas de las
más importantes que se administran a niños en la actualidad, como las de
sarampión, paperas, hepatitis A y B, varicela, y Haemophilus influenzae.
Infancia y Educación
Provenía de una familia de ascendencia alemana y escocesa.
Su padre era granjero y su madre
era ama de casa. La familia enfrentó dificultades económicas, y Maurice creció
en una granja, trabajando en el campo para ayudar a su familia.
Trágicamente, su madre falleció
dos días después de su nacimiento y Hilleman fue criado por su tío mientras su
padre se esforzaba para sacar adelante a sus ocho hijos bajo difíciles
circunstancias en la granja familiar.
El pequeño Maurice Ralph Hilleman
El interés de Hilleman por la
microbiología y la ciencia tuvo sus raíces en su infancia. y creció durante la
Gran Depresión en una granja en Miles City, Montana.
A pesar de las limitaciones
económicas, Hilleman sobresalió académicamente.
Se graduó en el Miles City High
School en 1937 y luego asistió a la Universidad Estatal de Montana, donde
obtuvo un título en ciencias biológicas en 1941.
Posteriormente, realizó estudios
de posgrado en la Universidad de Chicago, obteniendo un máster en microbiología
en 1944.
Carrera Temprana
Después de completar su máster, Hilleman trabajó en la Universidad de Chicago y en el Departamento de Salud Pública del Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante su tiempo en el Ejército,
se enfocó en el desarrollo de vacunas y en la investigación sobre enfermedades
infecciosas.
El virólogo Maurice Hilleman con su equipo de investigación en el Instituto Walter Reed de Investigación Médica Militar en 1957. Aquel año, Hilleman y su equipo identificarían y desarrollarían 40 millones de dosis de una vacuna para combatir una cepa del virus de la gripe procedente de Hong Kong.- Fotografía de Ed Clark, The Life Picture Collection, Getty
En 1957, Hilleman se unió al
Laboratorio de Investigación Merck, donde se convirtió en director de
investigación y desarrollo. Esta etapa de su carrera fue crucial para sus
contribuciones a la medicina preventiva.
En ese año una misteriosa enfermedad avanzaba por Hong Kong. Los trabajadores sanitarios se toparon con multitud de niños con «miradas vidriosas» y más del 10 por ciento de la población de la ciudad estaba contagiada de gripe. La comunidad científica se quedó callada, pero el virólogo estadounidense Maurice Hilleman reconoció la amenaza: se estaba fraguando una pandemia.
Hilleman pensó que la enfermedad era una nueva cepa de la gripe capaz de propagarse por todo el mundo. Cuando el virus llegó a Estados Unidos en el otoño de 1957, él ya contaba con una vacuna. Su trabajo impidió que millones de personas contrajeran el virus y esa es solo una pequeña fracción de las vidas que salvó Hilleman a lo largo de su carrera.
Jeryl Lynn
(izquierda) con su hermana Kirsten, de un año de edad, cuando el doctor Robert
Weibel le aplicó la vacuna contra las paperas que su padre había desarrollado.
(Imagen reproducida con permiso de Merck & Co.).
En marzo de 1963, Jeryl Lynn, la
hija de cinco años de Hilleman, entró en la habitación de su padre en plena
noche quejándose de que le dolía la garganta y de que tenía la mandíbula
hinchada. Había contraído paperas.
En 1964, se estima que Estados
Unidos tenía 210 000 casos de paperas, según los CDC.
Estos cinco hermanos contrajeron
paperas, una infección viral muy contagiosa, en Rochester, Nueva York, en 1948.
En 1964, antes de que Hilleman creara la
vacuna contra las paperas, se estima que había unos 210 000 casos en Estados
Unidos. El año pasado solo hubo 3474.
Hilleman metió a su hija en la
cama y después acudió a su laboratorio en busca de materiales para hacerle un
frotis de garganta. Con sus muestras, empezó a cultivar el virus en soluciones
de embriones de pollo disueltos para atenuar la enfermedad, es decir, hacerla
menos eficaz a la hora de infectar a los humanos.
Tras infectar varias remesas de
células de pollo, el virus infectaba cada vez mejor a los pollos y peor a los
humanos. De este modo, Hilleman creó un virus debilitado que, cuando se inyecta
a los humanos, es lo bastante potente para crear anticuerpos, pero no lo
suficiente para que contraigan la enfermedad.
Kirsten, la hermana pequeña de
Jeryl Lynn, fue una de las primeras personas que recibió la vacuna experimental
de su padre en 1966. «Fue un bebé protegido de un virus por su hermana. Creo
que esto ha sido algo único en la historia de la medicina», dijo Hilleman más
adelante en una entrevista con el proyecto The Vaccine Makers.
Normalmente, a los niños pequeños
los contagian sus hermanos mayores, no les proporcionan inmunidad.
Maurice Ralph Hilleman recibió el
Premio Lasker de Servicio Público en el año 1983, en reconocimiento por
descubrir las causas de ciertas enfermedades virales y por sus avances pioneros
en el desarrollo de vacunas, especialmente la vacuna contra la hepatitis B.
En 1984, debido a la política de
jubilación obligatoria a los 65 años en Merck, renunció a su cargo como
vicepresidente titular de los laboratorios de investigación. Sin embargo, no se
retiró del todo sino que comenzó a dirigir el recién creado Merck Institute for
Vaccinology, donde continuó contribuyendo al desarrollo y supervisión de
vacunas.
Su vacuna contra la hepatitis B,
autorizada en 1981, continuó extendiéndose globalmente y, para principios de
los 2000, se usaba en alrededor de 150 países, contribuyendo a una reducción
significativa en la incidencia de la enfermedad.
Muerte
Hilleman falleció el 11 de abril de 2005 en Chesterfield, Pensilvania, a los 85 años.
Su legado continúa a través de las vacunas que desarrolló y que han tenido un impacto profundo en la salud global.
HOMENAJES
Maurice Ralph Hilleman ha
recibido múltiples homenajes post mortem para mantener vivo su recuerdo y
reconocer su extraordinaria contribución a la ciencia y la salud pública:
En 2016, se estrenó el documental "Hilleman: A Perilous Quest to Save the World's Children" que narra su vida y legado, difundiendo su historia en la comunidad científica y el público general.
La Montana State University, alma mater de Hilleman, dedicó un programa de becas llamado Hilleman Scholars Program para estudiantes que se comprometen con una educación de excelencia, promoviendo la visión y valores del científico.
Estos homenajes demuestran cómo la comunidad científica, instituciones académicas y el sector farmacéutico han honrado la memoria de Hilleman, asegurando que su legado en la vacunología y la salud pública siga vigente y reconocido a nivel mundial.
LEGADO
Maurice Ralph Hilleman dejó un legado científico monumental como uno de los mayores vacunólogos de la historia. Desarrolló más de 40 vacunas, incluyendo nueve de las 14 vacunas estándar que se administran rutinariamente en la infancia.
Entre las vacunas más importantes que creó están las del sarampión, paperas, rubéola, hepatitis A y B, varicela, meningitis, neumonía y Haemophilus influenzae.
Su trabajo ha salvado millones de vidas y ha ayudado a erradicar o controlar muchas enfermedades infecciosas que anteriormente causaban graves brotes y muertes a nivel mundial.
Se le reconoce por su capacidad innovadora para aislar virus, desarrollar vacunas efectivas y promover la salud pública a través de la vacunación sistemática.
El legado de Maurice Hilleman perdura porque las vacunas que desarrolló están aún en uso en los calendarios vacunales actuales y continúan protegiendo a generaciones enteras contra enfermedades mortales o debilitantes. Se estima que su trabajo salva alrededor de ocho millones de vidas cada año, convirtiéndolo en el científico que más vidas humanas ha salvado en la historia moderna.
Su enfoque y descubrimientos establecieron un estándar en la vacunología que aún guía la prevención de enfermedades infecciosas en todo el mundo.
Contribuciones a la Vacunación
Vacuna contra el Sarampión
(1963): Hilleman desarrolló una vacuna altamente efectiva contra el sarampión,
una enfermedad viral que había causado brotes graves y muertes a nivel mundial.
La vacuna contra el sarampión se convirtió en una herramienta fundamental en la
lucha contra esta enfermedad, reduciendo significativamente su incidencia.
Vacuna contra las Paperas (1967):
Hilleman también desarrolló la vacuna contra las paperas, que es una enfermedad
viral que puede causar complicaciones graves, como la meningitis. La vacuna
demostró ser efectiva en la prevención de esta enfermedad y se incluyó en el
calendario de inmunización infantil.
Vacuna contra la Rubéola (1969):
Hilleman creó una vacuna contra la rubéola, una enfermedad viral que puede
causar defectos congénitos graves si afecta a mujeres embarazadas. La
introducción de esta vacuna fue fundamental para reducir la incidencia de la
rubéola y prevenir los síndromes congénitos relacionados.
Vacuna contra la Varicela (1995): Aunque no es el único creador de esta vacuna, Hilleman y su equipo realizaron importantes contribuciones en el desarrollo y perfeccionamiento de la vacuna contra la varicela, una enfermedad infecciosa que causa erupciones cutáneas y fiebre.
Innovaciones y Enfoques
Impacto en la Salud Pública
El trabajo de Maurice Hilleman ha tenido un impacto duradero en la salud pública. Las vacunas que desarrolló han prevenido innumerables casos de enfermedades infecciosas y han salvado millones de vidas. Su enfoque innovador y su dedicación a la investigación han establecido un estándar en el campo de la vacunología y han mejorado la salud de personas en todo el mundo.
Conclusión
FUENTES
https://www.bbc.com/mundo/noticias-53489047
https://es.wikipedia.org/wiki/Maurice_Hilleman
https://es.linkedin.com/pulse/maurice-hilleman-microbi%C3%B3logo-creador-de-40-vacunas
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