Maria
Bashkirtseff (Maria Bashkírtseva), nacida en la hacienda Gavrontsy, (hoy distrito de
Dykanski cerca de Poltava y en aquella época parte del Imperio ruso, el 11 de
noviembre de 1858.
Fue
una escritora, pintora y escultora feminista ucraniana de nacionalidad rusa.
La casa de Bashkirtseffs en Gavrontsy
Iglesia de la Natividad Juan el Bautista, donde fue bautizada María
Su
padre era decano de la nobleza, Konstantín Bashkírtsev.
María era nieta del general Pável
Grigórievich Bashkírtsev y
se enorgullecía de tener antigua sangre tártara en las venas por parte de la madre.
Su
madre fue María Babánina y su abuela, fue de nacionalidad francesa, Julie Cornelius.
Sus padres se separaron cuando ella era muy joven por eso creció en el
extranjero, viajando con su familia materna a través de Europa, hasta que se
instaló definitivamente en Francia.
Aunque su idioma natal fue el ruso, hablaba francés a la perfección; dominaba
también el inglés y el italiano.
Aprendió asimismo el latín que utilizaba en múltiples citas en su Diario.
Hablaba alemán lo suficiente como
para leer el Fausto de Goethe y apreciar alguna opereta de Offenbach.
En 1873, a
los 15 años, María Bashkirtseff comienza a escribir su diario íntimo, redactado
en francés, al que le debe mucho de su celebridad.
María
Bashkirtseff
María
Bashkirtseff se convirtió en una joven cuya imperiosa vitalidad se nutría en las artes y
en el deambular
entre palacetes y
villas europeas, soñando obsesivamente en la gloria y celebridad.
Era una hermosa joven de tez
blanca, sus cabellos
eran de un
pelirrojo magnífico, los
pómulos salientes, la
nariz corta, una
mirada profunda y unos labios
infantiles.
Era bajita
y perfectamente proporcionada.
Autorretrato con paleta-1880
Retrato
de señora PB -Alexandrine Pachtchenko, esposa de Paul Bashkirtseff
Retrato
del hermano del artista, Paul Bashkirtseff-Museo
de Bellas Artes de Niza Niza | Francia
Ella
se describe en su diario como «Mis cabellos, anudados a lo Psyché, son más
pelirrojos que nunca.
Un vestido de lana de ese blanco particular, favorecedor
y gracioso; una pañoleta de encajes alrededor del cuello.
Tengo el aspecto de
uno de esos retratos del primer Imperio; para completar el cuadro, me bastaría
estar bajo un árbol y sostener un libro en la mano. »
Maria
Bashkirtseff -1875
Su
gran sed de conocimientos la conduce a estudiar con pasión los autores clásicos
y contemporáneos.
Maria
Bashkirtseva con traje típico- 17 años
Bashkirtseff, de unos 17 años, vestida con el traje de una campesina
ucraniana. Retrato tomado en 1876 en Poltava, Ucrania, por el célebre fotógrafo
I. Khmlevsky
A
los diecisiete años, Marie Bashkirtseff
ya ha leído a Aristóteles,
Platón, Dante y Shakespeare.
Los relatos de la historia de Roma de Amédée
Thierry la cautivan.
Ella describe en su diario las impresiones que le
provocaron las diferentes lecturas « una
interesante obra sobre
Confucio».
Se sabe
de memoria a
Horacio, Tibulle y las sentencias
de Publius Syrus. Es profundamente sensible a la poesía de Homero. « Nadie puede,
me parece, escapar a esta adoración por los antiguos...
Ningún drama moderno, ninguna
novela, ninguna comedia efectista de Dumas o de George Sand me han dejado un recuerdo tan claro
y una impresión tan profunda y tan natural como la descripción de la toma de
Troya.
Me parece haber asistido a esos horrores, haber oído los gritos, visto el incendio,
estado con la
familia de Príamo,
con esos desdichados
que se ocultaban detrás de los altares de sus
dioses, donde las siniestras luces del fuego que devoraba su ciudad iban
a buscarlos y
a liberarlos... ¿Y
quién puede sustraerse
a un ligero estremecimiento leyendo
la aparición del
fantasma de Créuse?»
Toca
el piano, el arpa, la guitarra y la mandolina. Al piano Marie le dedica varias
horas por día durante varios años, su repertorio —las Sonatas de Beethoven, el
Concierto para piano y las Canciones sin palabras de Mendelssohn, los nocturnos
de Chopin— es el propio de una pianista profesional.
En su diario ella plasma esa pasión que siente por la música escribiendo: «Pues bien, me basta escuchar una obra
maestra como la marcha de Chopin, por ejemplo, o la de Beethoven, para sentirme
atrapada, poseída por el deseo de tocarla en unos días, en dos o tres días y,
dedicándole apenas una hora por día, llego a ejecutarla absolutamente bien, tan
bien como cualquiera, como Dusautoy, que es primer premio del Conservatorio y
que practica. Y con una convicción que él no tiene ni tendrá jamás». (27 de
abril de 1883)
Bashkirtseff ca. 1880, fotógrafo desconocido
Estaba
más orgullosa de su voz que de su belleza.Uno de los primeros sueños de María fue convertirse en una gran
cantante.
Obsesionada
desde adolescente por alcanzar la gloria artística, inicia una carrera de
cantante.
Era una mezzo-soprano profunda, con el diapasón de casi tres octavas,
como María Callas poco más o menos un siglo más tarde.
En su diario escribe: «Hoy Falcciotti me hizo cantar todas mis
notas.
Tengo tres octavas menos dos notas. Se mostró maravillado» (20 de enero
de 1876)
Su sueño se ve truncado por una
faringitis crónica, primer signo de la tuberculosis que la llevaría a la muerte, que le modifica su bella voz.
María Bashkirtseff- Fotógrafo desconocido -1878
Marie
Bashkirtseff pintando el retrato de una mujer joven
María
decide entonces dedicarse profesionalmente a la pintura, elección casi
escandalosa para una joven en la época en que vive: "No conviene
ensuciarse los dedos", le dice su padre.
Sin embargo, para realizarse,
estaba dispuesta a trasgredir las normas sociales
Academia Julián
Academia Julian - pasaje
Caricatura de Marie
Bashkirtseff en su caballete. Moda de señoras a finales del 1800 no era
muy adecuada para trabajar todo el día en un caballete.
Retrato
de una mujer-Museo
Ziem Martigues | Francia
Estudia pintura en Francia en la Académie
Julian, una de las pocas en Europa que aceptaba estudiantes mujeres. Entre el alumnado se podía
encontrar jóvenes alumnas venidas incluso de EUA. Una de sus
condiscípulas fue Louise Catherine Breslau, a quien María consideraba como su
única rival.
Esposa de su hermano-1881
Un meeting -1883
Marie
Bashkirtseff adopta aquí la vena naturalista de Bastien-Lepage (1848-1884), a
quien admira, pero transpone al ámbito urbano, como su contemporáneo Fernand
Pelez (1848-1913), los temas de su mentor. No desatiende ningún detalle en lo
que se aparenta a una escena costumbrista. Seis chicos jóvenes, con expresiones
y gestos captados con agudeza, forman un círculo alrededor de un objeto difícil
de identificar, tema probable de su confrontación. Su ropa desgastada indica
que proceden de las clases populares - la empalizada de madera, los graffiti y
los carteles arrancados intensifican esta impresión -. Sus batas muestran que
se trata de escolares; estamos a comienzos de los años 1880 y las leyes Ferry
habían instaurado la enseñanza laica, gratuita y obligatoria.
La
artista no introduce ninguna dimensión social en su obra. Aristócrata de origen
ruso, enfoca a estos niños con una mirada distante y no hace más que repetir un
estereotipo conveniente para la burguesía.
Sin
embargo, podemos interrogarnos sobre el título del cuadro y la presencia de una
niña que se aleja, en la derecha. Comprometida en las luchas feministas de su
época, Marie Bashkirtseff tal vez denuncie una sociedad misógina: el debate
sigue siendo masculino y a la mujer se le mantiene alejada.
El Atelier Julián
El
Estudio de Marie Bashkirtseff (1881); Marie Bashkirtseff es la figura central
situada en primer plano
María dejó
una obra muy importante, teniendo en cuenta su breve existencia; sus cuadros más
conocidos son: Un meeting (representando a niños de los barrios pobres de
Paris) y El Atelier Julián (sus
compañeras artistas durante el trabajo).
Cuando
se expone Un meeting en el Salón de 1884, la acogida del público y de la
prensa es elogiosa.
Pero este éxito está lejos de satisfacer a Marie
Bashkirtseff que se enoja mucho por no recibir ninguna medalla.
En su Diario
escribe: "Estoy indignada [...]. Porque al fin y al cabo se han
recompensado cosas relativamente malas" o también "Ya no puede haber
nada para mí.
Soy un ser incompleto, humillado, acabado".
Segura de su
talento, denuncia lo que le parece ser una injusticia, pero también expresa un
miedo: el de ser olvidada.
Marie entonces sólo tiene veinte años y se sabe ya
condenada por la tuberculosis.
"Quedar
como una gran artista", esto es una de las obsesiones de la joven que
eligió ser pintora, en una época en la que la Escuela de Bellas Artes sigue
todavía reservada a los hombres.
Muchas de las obras de Maria
Bashkirtseff fueron destruidas en los bombardeos alemanes durante la Segunda
Guerra Mundial.
Sus cartas, sobre todo una
correspondencia con Guy de Maupassant, fueron publicadas en 1891.
Este
intercambio epistolar, tanto como las diferentes ediciones del Diario
publicados entre 1887 y 1980, fueron muy edulcoradas por la familia.
En 1881 expresa su pensamiento feminista, utilizando el pseudónimo
Pauline Orrel, María contribuye con varios artículos a la Revista La Citoyenne
de Hubertine Auclert .
Marie
Bashkirtseff, En un libro (ca. 1882)
Mujer con lilas - Museo estatal ruso -San Petersburgo - Federación Rusa
Jean
y Jacques - María Bashkirtseff • 1883
Tres
Sonrisas. Chica - Marie Bashkirtseff • 1883
Algunos
meses antes de la muerte, entreviendo, a pesar de las negaciones de su entorno,
que estaba irremisiblemente condenada por la enfermedad, acomete la relectura
de su "Diario", esas páginas que había escrito día a día, muy
libremente, muy francamente, y que constituyen su historia.
Redactado
en principio sólo para ella misma, agrega entonces una suerte de intruducción
en mayo de 1884 : "Si fuese a morir así, súbitamente, tal vez no conocería
el peligro, me lo ocultarían... y no quedaría nada de mí... nada... ¡nada!...
como si no hubiese existido jamás...
Si no vivo lo suficiente para ser ilustre,
este diario será interesante; siempre es curiosa la vida de una mujer, día a
día, como si nadie en el mundo debiera leerla pero también con la intención de
ser leída".
En el siguiente mes de octubre (el mes en el que mueren los
tísicos) habría de descansar en un ataúd forrado de seda blanca.
Marie
Bashkirtseff - retrato de la señora X - 01 -01-1884
Muere
de tuberculosis a los 25 años, en París, el 31 de octubre de 1884.
Marie Bashkirtseff tuvo tiempo de dejar su
marca intelectual en el Paris de los años 1880.
Tumba de Maria
Bashkirtseff
Fue
sepultada en el Cementerio de Passy en Paris. Su tumba, una pequeña capilla de
estilo ruso diseñada por Emile, arquitecto y hermano de su amigo el pintor
Jules Bastien-Lepage reproduce en su interior el estudio de la artista en
proporciones reales, ha sido declarado Monumento histórico.
Mujer con lilas
Ha sido incluida en exposiciones importantes, como la exhibición "Women
in Paris 1850-1900" en 2018, que celebra a mujeres influyentes en el arte
parisino.
María
Bashkirtseff es recordada principalmente por sus pinturas preservadas y
exhibidas en museos renombrados, un monumento histórico en su lugar de descanso
y su legado literario, manteniendo vivo su recuerdo en el ámbito cultural y
artístico europeo.
LEGADO
El legado
de María Bashkirtseff como pintora, escritora y escultora perdura hasta hoy
principalmente por su notable producción artística y su influyente diario
íntimo.
En pintura, destacó por su realismo urbano, retratando la vida
cotidiana y las injusticias sociales con un estilo naturalista influenciado por
Jules Bastien-Lepage.
Su obra, aunque truncada por su muerte a los 25 años
debido a la tuberculosis, incluye más de 200 piezas que se conservan en museos
emblemáticos como el Museo de Orsay en París y el Museo Estatal Ruso en San
Petersburgo.
Como
escritora, su diario comenzó a los 13 años y tras su muerte fue publicado con
gran éxito. Este diario es valorado como un autorretrato psicológico íntimo y
una crónica de la sociedad de su época, considerado incluso un modelo literario
en la tradición femenina, reconocido por figuras como Simone de Beauvoir.
En
escultura, aunque en menor medida, exploró temas simbólicos y literarios, como
su obra "Douleur de Nausicaa". Su legado simboliza también una voz
protofeminista que denunció las desigualdades de género y sociales de su
tiempo, dejando una huella significativa en la historia del arte y la literatura.
Su breve
pero impactante carrera ha inspirado exposiciones y estudios contemporáneos que
mantienen viva su memoria como artista y escritora comprometida con su tiempo,
y su obra sigue siendo motivo de redescubrimientos y reconocimientos
internacionales.
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