Se trata de acercar algunos de estos saberes provocando ansias de conocer, dado que el valor de la educación científica es la calidad de la experiencia más que la cantidad.
El ciudadano/a de hoy debe tener acceso a herramientas intelectuales que, permitiéndole situar histórica, política, social y culturalmente los saberes científicos, lo habiliten para encarar críticamente las afirmaciones de las ciencias con las que a diario se enfrenta en los medios de comunicación.
El carácter histórico de la ciencia da una idea de dinamismo. Los marcos ideológicos que fundamentan largos períodos del conocimiento, sufren procesos de cambio.
La idea de historicidad de la ciencia deja sin efecto que se la conciba como algo definitivo. La ciencia es perfectible no construye verdades absolutas, sino que el tiempo histórico incide en los ritmos de cambio."
A los tres años su familia se trasladó a Apeldoorn - Holanda. Cuando tenía 16 años ingresó en la Escuela Técnica de Utrecht y residió en casa del químico Jan Willem Gunning.
Fue expulsado a consecuencia de un episodio en el que parece que él no tuvo nada que ver; fue acusado de hacer una caricatura de uno de sus profesores.
A los 20 años llegó a Zurich y pudo comenzar sus estudios de ingeniería mecánica. Se interesó por las ciencias básicas y, especialmente, por la física, debido, quizás, a la influencia de sus profesores Julios Clausius y August Kundt.
Se graduó en 1869. Cuando Kundt sustituyó a Clausius en la cátedra de física, lo tomó como asistente. Juntos reorganizaron el laboratorio de física experimental.
Kundt se trasladó a la Universidad de Würzburg llevando consigo a Röntgen. No obstante, la Universidad seguía sin darle un puesto académico al no haber pasado los exámenes de latín y griego que entonces se exigían.
En 1879 aceptó el cargo de profesor y director del Instituto de Física de la Universidad Hessian-Ludwigs, en Giessen. Allí continuó su labor investigadora gracias a que disponía de buenas instalaciones y prepuestos económicos. Este puesto le permitió por vez primera tener una posición holgada. Trabajó temas como el de la relación de la luz con la electricidad.
Los cambios en las cátedras de física llevó a que se quedara vacante la de Würzwug. Fue entonces cuando Röntgen la ocupó.
La Universidad ya disponía de un impresionante instituto de física con varios laboratorios, aulas, salas de conferencias, e incluso una residencia para su director -Physikalischen Institut der Universität Würzburg.
Fue muy bien recibido por el claustro de profesores; entre ellos el histólogo Rudolf Kölliquer. Durante este periodo trabajó sobre todo en los efectos de la presión en las propiedades de los líquidos y sólidos.
En 1894 fallecieron tres de sus amigos; todos ellos hombres asociados a la ciencia: Augustus Kundt (su maestro), Heinrich Rudolf Hertz, y el inventor del oftalmoscopio Hermann Ludwig F. Von Helmholtz. Röntgen fue nombrado rector de la Universidad lo que le permitió demostrar sus intereses en otros campos distintos a la física. No obstante, su actividad profesional no se vio mermada del todo.
Para ello, creó un ambiente de oscuridad, y cubrió el tubo con una funda de cartón negro. Al conectar su equipo por última vez, llegada la noche, se sorprendió al ver un débil resplandor amarillo-verdoso a lo lejos: sobre un banco próximo había un pequeño cartón con una solución de cristales de platino-cianuro de bario, en el que observó un oscurecimiento al apagar el tubo.
Al encender de nuevo el tubo, el resplandor se producía nuevamente. Retiró más lejos la solución de cristales y comprobó que la fluorescencia se seguía produciendo, así repitió el experimento y determinó que los rayos creaban una radiación muy penetrante, pero invisible. Observó que los rayos atravesaban grandes capas de papel e incluso metales menos densos que el plomo.
En las siete semanas siguientes, estudió con gran rigor las características propiedades de estos nuevos y desconocidos rayos. Pensó en fotografíar este fenómeno y entonces fue cuando hizo un nuevo descubrimiento: las placas fotográficas que tenía en su caja estaban veladas.
Intuyó la acción de estos rayos sobre la emulsión fotográfica y se dedicó a comprobarlo. Colocó una caja de madera con unas pesas sobre una placa fotográfica y el resultado fue sorprendente. El rayo atravesaba la madera e impresionaba la imagen de las pesas en la fotografía.
Hizo varios experimentos con objetos como una brújula y el cañón de una escopeta. Para comprobar la distancia y el alcance de los rayos, pasó al cuarto de al lado, cerró la puerta y colocó una placa fotográfica. Obtuvo la imagen de la moldura, el gozne de la puerta e incluso los trazos de la pintura que la cubría.
Sin embargo, recién el día 22 de diciembre el físico se decidió a probar su nuevo experimento en seres humanos. La primera imagen también tiene una historia particular: como el inventor no podía manejar al mismo tiempo su máquina, la placa fotográfica de cristal y exponer su propia mano a los rayos, le pidió a su esposa que colocase la mano sobre la placa durante quince minutos.
Al revelar la placa de cristal, apareció una imagen histórica en la ciencia. Los huesos de la mano de Berta, con el anillo flotando sobre estos: la primera imagen radiográfica del cuerpo humano.
Se publicó y envió separatas a todos sus amigos.
La noticia apareció en todos los periódicos y diarios de gran difusión, produciendo un gran impacto entre el público general.
El público se enteró de la existencia de los rayos X y del hecho que podían penetrar en la carne gracias a fotografías como ésta, tomada en febrero de 1896 por el profesor Michael Pupín, de la Universidad de Columbia. Los puntos negros de la imagen, perdigones incrustados en lo mano, no son defectos de la película, sino efecto de un accidente de caza
En 1914 estalló la Primera Guerra mundial y Röntgen se refugió en una casa de campo que tenía en Wilheim, en los Alpes bávaros. Durante ese tiempo murió su mujer Bertha (1919) y también se esfumó su fortuna tras el colapso del marco después de la guerra. A partir de entonces vivió modestamente, renunció a su plaza de profesor y su salud empezó a resentirse.
Tras el importante hallazgo otros pretendieron atribuirse el descubrimiento. Röntgen nunca ocultó que se basó en trabajos de otros: J. Plucker -1801-1868 , J. W. Hittorf -1824-1914, C. F. Varley -1828-1883, E. Goldstein -1850-1931, Sir William Crookes -1832-1919, H. Hertz -1857-1894- y Ph. von Lenard-1862-1947.

La fascinación ejercida por los rayos X sobre el público proporcionó motivo de gran diversión a las publicaciones tanta de Europa como de los EE.UU. La revista humorística americana Life publicó esta burlesca fotografía de rayos X en 1896. Al año del descubrimiento de Roentgen se habían publicado 1.000 libros, articulos y fotografías sobre el tema.
El legado de Wilhelm Conrad
Röntgen en la ciencia aún se aplica hoy de manera fundamental, principalmente a
través del uso de los rayos X en medicina, física y otras disciplinas.
Su descubrimiento revolucionó
la capacidad de observar el interior del cuerpo humano sin intervención
quirúrgica, lo que transformó el diagnóstico y tratamiento de enfermedades,
fracturas y tumores.
Impacto en la medicina
Los rayos X permiten
visualizar estructuras óseas y tejidos internos, facilitando diagnósticos
precisos y rápidos en hospitales y clínicas de todo el mundo.
Este avance sentó las bases para tecnologías posteriores como la tomografía computarizada (TC) y la radioterapia, que siguen siendo esenciales en la medicina moderna.
Aplicaciones en otras áreas
Los rayos X también se
utilizan en campos como la metalurgia, la arqueología y la seguridad
aeroportuaria, ampliando su impacto más allá de la medicina.
Legado ético y científico
Röntgen rechazó patentar su
descubrimiento y donó el dinero del Premio Nobel a su universidad,
estableciendo un ejemplo de compromiso ético y generosidad en la comunidad
científica.
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1 comentario:
Muy bonita la informacion.
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