Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

sábado, 25 de octubre de 2025

EL 25 DE OCTUBRE DE 1881 NACÍA PABLO PICASSO- "SUS MUJERES"

  LA TORMENTOSA

 RELACIÓN DE PICASSO

 CON LAS MUJERES




 

1. Contexto general: el mito del “genio” y la dinámica de poder

 

Picasso (1881–1973) creció en una época marcada por un modelo patriarcal profundamente arraigado, en el que los hombres —especialmente los artistas— eran vistos como genios con licencia moral para transgredir normas.

En este contexto, su trato hacia las mujeres estuvo fuertemente atravesado por una asimetría de poder: él era el creador reconocido, y ellas —casi siempre más jóvenes— eran musas, amantes o esposas subordinadas a su mundo y su ego artístico.

 

El propio Picasso solía decir:

 

“Para mí hay dos tipos de mujeres: diosas y felpudos.”

 

Esta frase resume su visión dual y objetualizante: las mujeres eran fuente de inspiración o instrumentos de deseo, pero rara vez sujetos con autonomía.

 

2. Las mujeres en su vida: amor, arte y destrucción

 

Picasso tuvo relaciones con varias mujeres fundamentales tanto en su vida afectiva como en su producción artística. Cada una de ellas marcó un período estilístico distinto, pero también fue, en muchos casos, devorada por la intensidad emocional y el control que él ejercía.

 

3. Dinámica psicológica y simbólica

 

Desde una lectura psicoanalítica y simbólica, las mujeres de Picasso pueden verse como proyecciones de sus pulsiones internas: deseo, miedo a la muerte, necesidad de control.

En su arte, la mujer aparece simultáneamente idolatrada y fragmentada, erotizada y descompuesta, reflejando la tensión entre amor y destrucción que definió su vida emocional.

 

El arte moderno a menudo justificó este comportamiento bajo la idea del “artista torturado” o “genio transgresor”. Sin embargo, la crítica contemporánea revisa este mito y lo cuestiona: ¿hasta qué punto la genialidad justifica la crueldad o la instrumentalización del otro?

 

4. Relecturas contemporáneas

 

En las últimas décadas, historiadoras del arte y escritoras feministas —como T.J. Clark, Griselda Pollock, Arianna Huffington o Malén Gual— han reinterpretado su legado con un enfoque más ético y crítico.

Se destaca cómo el sufrimiento de sus compañeras fue parte estructural del mito picassiano y cómo la historia del arte tradicional silenció la voz de estas mujeres, reduciéndolas a “musas”.

 

Hoy se intenta restituir la agencia y el valor artístico propio de figuras como Dora Maar o Françoise Gilot, mostrando que fueron más que satélites de Picasso: fueron creadoras con visiones propias, muchas veces eclipsadas por su sombra.

 

5. Conclusión crítica

 

La relación de Picasso con las mujeres fue una mezcla de fascinación, dominación y destrucción. Su arte se nutrió de ellas, pero a costa, en muchos casos, de su bienestar emocional y su autonomía.

Desde la perspectiva actual, no se trata de “cancelar” al artista, sino de releerlo con conciencia histórica, entendiendo que su genialidad convivió con un sistema de poder que hoy ya no puede pasarse por alto.

 

El legado de Picasso es inseparable de su violencia simbólica hacia las mujeres: reconocerlo no disminuye su arte, sino que lo contextualiza en toda su complejidad humana y ética.


FERNANDE OLIVIER(1881-1966)


Nacida Amélie Lang, en 1881 en París, abandonada por sus padres en manos de sus tíos, con los que sufrió abusos y malos tratos, escapó del fuego para caer en las brasas al ser secuestrada y abusada por quien sería su marido maltratador, Paul-Emile Percheron.

Escapó, pero vivió con un escultor pedófilo antes de conocer a Picasso en 1905, cuando tenía 22 años.

Cortó con él en 1912 a causa de los enfermizos celos del pintor, quien llegó a encerrarla bajo llave en su estudio, no la dejaba salir sola y le prohibió que trabajara para otros.

Pero también por la falta de cuidados por parte de él, pues dos años antes, en un viaje a Catalunya, Fernande había contraído una grave infección de riñón. Murió en 1966, a los 84 años, sola, enferma y sin dinero, tras haber publicado varios libros de memorias, entre ellos,

 

EVA GOUEL (1885-1915)



Muchas incógnitas rodean aún la corta vida de la musa y

esposa a la que Picasso dedicó su serie ‘Ma jolie’.

Eva Gouel se cambió el nombre por el de Marcelle Humbert y en 1910 coincidió con Fernande Olivier cuando esta estaba con Picasso.

Durante dos años mantuvieron en secreto un triángulo amoroso hasta que Olivier se distancia y Gouel deja su trabajo para dedicarse al artista.

En 1913 cae muy enferma. No hay unanimidad sobre si sufría tuberculosis, cáncer de garganta o de pecho. Coincidiendo con la Primera Guerra Mundial, ella empeora y él le pide matrimonio, propuesta que ella acepta. Murió en 1915, a los 30 años.

Apunta Tenenbaum, que ella sabía que había otras mujeres por las marcas de maquillaje en su ropa o el rastro de otro perfume en la piel de Picasso, pero no sentía rencor, sino agradecimiento, y no le reprochaba nada. (Ilustración de Lady Desidia)

OLGA KHOKHLOVA (1891-1955)





Aristócrata nacida en la actual Ucrania en 1891, Olga Khokhlova era una afamada bailarina del Ballet Ruso que recorrió Europa y Estados Unidos de gira. Conoció a Picasso en Roma en 1917.

Se casaron un año después, y al poco, una lesión la bajó de los escenarios.

Durante la Revolución Bolchevique perdió todo contacto con su familia en Rusia, a la que luego enviaba dinero desde París para ayudarles a sobrevivir.

En 1921 nació su primogénito, Paulo; el matrimonio entró en crisis en 1925, época en que Olga estaba preocupada por la salud de su madre, que murió en 1927 sin que ella la volviera a ver.

Descubrir que la joven Marie-Thérèse Walter esperaba un hijo del pintor malagueño dinamitó el matrimonio, aunque Olga rechazó firmar el divorcio y él se negó a repartir los bienes.

No se sabe mucho de su vida después, solo que murió de cáncer, sola, en 1952.

Marie-Thérèse Walter (1909-1977)




Ella tenía 17 años y él 45 cuando en enero de 1927 se conocieron en las Galerías Lafayette.

En junio empezaron una relación que guardaron en secreto durante una década.

Primero, por ser ella menor, y segundo, porque seguía casado con Olga Khokhlova y podía ser usado como agravante en el proceso de divorcio.

Marie-Thérèse copó la obra del malagueño entre 1928 y 1935: 222 piezas llevan su nombre, y dos de sus retratos -’El sueño’ y ‘Desnudo, hojas verdes y busto’- figuran entre las diez obras de arte más caras.

En una entrevista, ella misma recordaba las "prácticas sadomasoquistas del artista, que esperaba total sumisión y la castigaba si no la obtenía", llegando a quemarle la piel con cigarrillos. Solo convivieron juntos dos meses tras nacer, en 1935, su hija Maya (fallecida el pasado diciembre).

Dos años después, la relación se fue enfriando, aunque mantuvieron correspondencia hasta 1970, cuando la ley francesa obligó al artista a pasarle pensión. A madre e hija se les prohibió ir al entierro del pintor, en 1973.

Cuatro años después, Marie-Thérèse se ahorcó. Tenía 68 años.

Dora Maar (1907-1997)




Reconocida fotógrafa, pintora y escultora surrealista, elogiada por Cartier-Bresson, y militante contra el fascismo en las corrientes de izquierda del París de los años 30, Dora Maar conoció a Picasso en enero de 1936 en el café Les Deux Magots, iniciando una década de relación.

Cuando la República española le hizo el encargo para el pabellón de la Exposición Universal de aquel año, Maar le convenció para dedicarlo al bombardeo de Guernica, mientras ella fotografiaba todo el proceso. La ocupación nazi la sumió en la ansiedad y encadenó crisis nerviosas y depresiones, agravadas por las redadas alemanas, la muerte súbita de su madre mientras hablaba por teléfono con ella y las infidelidades del pintor.

Este la maltrató psíquica y físicamente, incluso hasta dejarla inconsciente, y la ingresó en un psiquiátrico donde le dieron electrochoques hasta que el poeta y amigo Paul Éluard la sacó de allí.

Desde entonces, ella rompió con el círculo surrealista y con Picasso dedicándose a la pintura y la fotografía.

Murió en 1997, a los 89 años, olvidada y desconocida.

Françoise Gilot (1921)




Nacida en 1921, Françoise Gilot estuvo educada y rodeada de valores progresistas y libres de sesgos de género, sobre todo gracias a su madre y su abuela materna, y desarrolló inclinaciones artísticas.

Tenía 22 años cuando conoció en 1943, en el restaurante Le Catalan, a un Picasso de 62, iniciando pronto una relación que duró hasta 1955.

Firmaba sus obras como F. Gilot, para evitar los prejuicios contra las mujeres artistas.

Durante la ocupación nazi de París colaboró con la Resistencia como correo en bicicleta, vestida con los colores de la bandera francesa.

Fue la única de sus mujeres que supo plantar cara a las manipulaciones y humillaciones del malagueño.

Fue su estrecha colaboradora, ayudándole en su taller, pero también ocupándose de las tareas domésticas.

Su nombre está en 183 obras de Picasso.

Su hijo Claude nació en 1947, y Paloma, en 1949.

La relación se deterioró y, en 1953, ella decidió dejarlo.

Dos años después se casó con un antiguo amigo. El pintor reaccionó ejerciendo violencia vicaria: mientras Gilot está de luna de miel, él se negó a llevar al médico a Paloma, muy enferma de apendicitis, desvalijó la casa que compartieron y la amenazó con boicotear su carrera artística asegurándole que estaba "acabada".

Hoy, con 101 años, es una reconocida artista y escritora. (Ilustración de Ana Santos)

Geneviève Laporte (1926-2012)



Existen muchos vacíos biográficos a lo largo de la vida de la poeta Geneviève Laporte, nacida en 1926 y fallecida en 2012, a los 85 años.

A los 17, en 1944, logra una entrevista con Picasso, que le lleva 50, para el periódico escolar.
La relación, que empezó de forma platónica, se extendió hasta 1953, quedando luego un vínculo de estrecha amistad. Su historia de dos años, que solo conocía un reducido círculo íntimo, no se hizo pública hasta los 70, cuando ella misma lo reveló en sus memorias.

En 1951 había firmado un único contrato como actriz y en 1954 publicó el primero de sus poemarios, uno de ellos -‘La sublime porte des songes’-, premiado por la Academia Francesa en 1999.

En 2005, se subastaron 20 dibujos que Picasso hizo de ella, logrando cifras millonarias. 

 Jacqueline Roque (1926-1986)

 




Es Madame Z en las primeras obras que le dedicó Picasso -en total fueron 400, 311 con su nombre-, en alusión a Le Ziquet, zona de la Costa Azul donde se conocieron en 1953, en el taller de Madoura, donde trabajaba de dependienta.
Ella tenía 27 años y él, 72. Jacqueline Roque había cortado con su marido y padre de su única hija tras sus infidelidades. Françoise Gilot había dejado al pintor y este cortejó a Roque durante seis meses hasta que ella accedió, iniciando una relación de 20 años.

En 1961 se casaron en secreto y ella se consagró al artista: ejerció como "su secretaria, su enfermera, su chófer, su asistenta, su modelo y su estrecha colaboradora".
Sin embargo, las hijas del pintor y parte de su entorno la acusaron de aislarle del mundo.

En 1966 comisarió en París la mayor exposición de Picasso hasta la fecha, pero su dedicación le provocó insomnio y
fatiga crónica antes de caer presa del alcohol y los somníferos cuando él murió, momento en que se entregó a difundir su obra y ejercer de agente. En 1986, a los 60 años, se pegó un tiro

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