ANALICEMOS JUNTOS
LO QUE CANTAMOS A NUESTROS NIÑOS
He aquí otra de las canciones que cantamos a nuestros niños y que hasta la podemos encontrar tierna y graciosa. Pero no nos engañemos en ella hay un mensaje subliminal de violencia infantil. Aparece aquí una abierta amenaza que debemos analizar y eliminar.
EL ELEFANTE TROMPITA
Yo tengo un elefante que se llama Trompita
Y mueve las orejas llamando a su mamita
Y su mamá le dice "pórtate bien Trompita
Si no te voy a hacer chachas en la colita"
¿Es que esta mamá elefanta no tiene mejor método para educar a su tierno elefantito bebé que la amenaza y el golpe?
Ese elefantito vive paralizado con la amenaza pendiente de su mamá que le promete castigo aún antes de haber cometido una falta.
Si analizamos las picardías de los nenes, ¿realmente alguna requiere de la amenaza y el golpe?
¿Esta mamá no ha oído hablar nunca del reforzamiento positivo, motivando e incrementando así la presencia de una conducta deseada en su hijito sin utilizar castigos o violencia?
Debería saber que a través del reforzamiento positivo premiando las conductas que se desea ver en su hijo obtendría mejores logros y con el resultado de un niño sano psicológicamente. Los estímulos que se usan como premios para motivar una conducta deben ser muy atractivos para el pequeño y pueden variar desde unas palabras agradables, mimos, una propuesta de juego. Y lo más importante cumplir con lo que se promete.
Otro problema que pudo tener el elefantito fue que sintió en ese momento que lo habían abandonado y se sentía solito por eso llamaba a su mamá.
¿Esta mamá no ha oído nunca que los niños suelen sentir miedo al abandono y eso los vuelve absolutamente vulnerables?
¿No sabe que esta sensación de abandono es un problema para real para el niño y que hay que trabajar para que lo supere?
Los niños, a diferencia de lo que sucede con los adultos, son incapaces de separarse de los sentimientos que los marcan profundamente y los hacen sentirse indefensos. Con el paso del tiempo, dichas sensaciones prevalecen como una herida que, de ser abierta de nuevo, puede causarles un gran dolor, Puede ocurrir que quienes temen a ser abandonados en la adultez, suelen buscar de manera inconsciente que esto suceda, en una cadena de adicción al dolor y la melancolía.
Por eso recomiendo este cambio de letra
Yo tengo un elefante que se llama Trompita
Y mueve las orejas llamando a su mamita
Y su mamá le dice "que bien estás Trompita
Por eso te has ganado un beso en la carita"
O asi…
Yo tengo un elefante que se llama Trompita
Y mueve las orejas llamando a su mamita
Y su mamá le dice "aquí estoy Trompita
Mamá te quiere mucho te trae galletitas"
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