VALLE EDÉN
El Uruguay sigue maravillándonos a todos como una joya de la naturaleza ya que es poseedor de los más variados y hermosos paisajes que pasan por las serranías , humedales, praderas y costas marinas.
El Valle Edén es uno de esos lugares , se encuentra a poco más de 20 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó, por la Ruta 26 a Paysandú.
Ampliamente conocido como uno de los principales motivos de atracción turística del departamento, Valle Edén está surcado por pedregosos arroyos que se entrecruzan formando pequeñas y grandes cascadas rodeadas de una espesa vegetación de monte nativo nativos y subtropicales, integrados a las más variadas especies de la flora autóctona.
Un lugar caracterizado no sólo por su vegetación autóctona sino que tiene otros atractivos turísticos.
Sobre Ruta 26 a un kilómetro de la entrada de Valle Edén. El lugar es fácilmente identificable desde la carretera. Es una elevación solitaria en medio de la planicie, un cerro de unos 30 metros de altura coronado por una cruz. Lo más llamativo es que la estructura de piedra y tierra del cerro se halla horadada por más de treinta tumbas.
El lugar es de acceso fácil y son muchos los viajeros que llegan hasta las tumbas de antiguos pobladores, todas con cruces y simbología católica.
Por los nombres y apellidos se puede deducir que, presumiblemente, esta zona sirvió de cementerio para criollos e indios cristianos que habitaron estancias de la zona.
A la entrada de Valle Edén se encuentra una zona de camping con todas las comodidades para acampar y la Posada Valle Edén donde se puede encontrar alojamiento, y que también funciona como restaurante.
El puente colgante es uno de los principales atractivos turísticos de Valle Edén. Por el fondo del valle corre el arroyo Jabonería, en las estribaciones de la cuchilla de Haedo. El primer puente en el lugar fue construido por un vecino llamado Simón Viera en 1928. Las crecientes destruyeron varios puentes que nuevamente fueron reconstruidos. El que se observa en la fotografía fue levantado en 1996 por la Intendencia Municipal de Tacuarembó; cuenta con pilares de 7 m de altura y posee 30 m de extensión.
El lugar cuenta también con una seccional policial y una escuela rural.
El Valle Edén es uno de esos lugares , se encuentra a poco más de 20 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó, por la Ruta 26 a Paysandú.
Ampliamente conocido como uno de los principales motivos de atracción turística del departamento, Valle Edén está surcado por pedregosos arroyos que se entrecruzan formando pequeñas y grandes cascadas rodeadas de una espesa vegetación de monte nativo nativos y subtropicales, integrados a las más variadas especies de la flora autóctona.
Un lugar caracterizado no sólo por su vegetación autóctona sino que tiene otros atractivos turísticos.
El lugar es de acceso fácil y son muchos los viajeros que llegan hasta las tumbas de antiguos pobladores, todas con cruces y simbología católica.
Por los nombres y apellidos se puede deducir que, presumiblemente, esta zona sirvió de cementerio para criollos e indios cristianos que habitaron estancias de la zona.
El lugar cuenta también con una seccional policial y una escuela rural.
Seccional Policial
Escuela Nº 23 "Carlos Gardel"
En este museo una profusa documentación devela el nacimiento del “zorzal criollo” - como era conocido el cantante – y el porqué de tanto ocultamiento y confusión.
Según distintas investigaciones periodísticas, todo indica que Carlos Gardel nació en Tacuarembó en la estancia Santa Blanca, propiedad de quien habría sido su padre, el coronel Carlos Escayola, que era el jefe político y de policía del Dto. de Tacuarembó. Las versiones sobre la negación de Escayola a reconocerlo como hijo sorprenden a todos los investigadores. Al parecer, el coronel tenía un amor oculto con la Sra. Juana Sghirla – ciudadana argentina y esposa del cónsul italiano Juan Oliva. Escayola, para estar cerca de su amor, se casó con las 3 hijas de Oliva –Sghirla y enviudó de todos sus matrimonios.
Según cuenta la investigación, el coronel mientras estaba casado con su segunda esposa mantuvo relaciones adúlteras con su cuñada menor de edad (tercer hija de Juana Sghirla), llamada María Lelia. El prestigio social y político de todos los personajes que componen esta historia hizo que el hecho se ocultara celosamente, ya sea por respeto o por temor a la figura del coronel Escayola.
Siendo menor de edad, María Lelia fue llevada a la estancia Santa Blanca, donde dio a luz a un varón. El niño fue entregado a Berta Gardes origen francés, quien le otorgó el apellido a “Carlos” y luego de unos años emigró a la Argentina.
Según distintas investigaciones periodísticas, todo indica que Carlos Gardel nació en Tacuarembó en la estancia Santa Blanca, propiedad de quien habría sido su padre, el coronel Carlos Escayola, que era el jefe político y de policía del Dto. de Tacuarembó. Las versiones sobre la negación de Escayola a reconocerlo como hijo sorprenden a todos los investigadores. Al parecer, el coronel tenía un amor oculto con la Sra. Juana Sghirla – ciudadana argentina y esposa del cónsul italiano Juan Oliva. Escayola, para estar cerca de su amor, se casó con las 3 hijas de Oliva –Sghirla y enviudó de todos sus matrimonios.
Según cuenta la investigación, el coronel mientras estaba casado con su segunda esposa mantuvo relaciones adúlteras con su cuñada menor de edad (tercer hija de Juana Sghirla), llamada María Lelia. El prestigio social y político de todos los personajes que componen esta historia hizo que el hecho se ocultara celosamente, ya sea por respeto o por temor a la figura del coronel Escayola.
Siendo menor de edad, María Lelia fue llevada a la estancia Santa Blanca, donde dio a luz a un varón. El niño fue entregado a Berta Gardes origen francés, quien le otorgó el apellido a “Carlos” y luego de unos años emigró a la Argentina.
b
Otro atractivo turístico es la vieja Estación de Trenes, conservada tal cual funcionaba a mediados del siglo XX, en ella se rodaron fragmentos de la película Corazón de Fuego.
Está muy bien conservada y es una joya histórica el depósito de agua que antiguamente se usaba para suministrar a las locomotoras de vapor el agua a su caldera.
Por esa estación todavía pasan los trenes que unen Montevideo con la norteña ciudad de Rivera, trasportando arroz y madera principalmente, dándole al paisaje un complemento especialmente romántico.
Las marmitas, formaciones rocosas en forma de pozos fruto de la erosión fluvial y la Posta de diligencias, ruinas de una antigua posta del siglo XIX.3
Las llamadas tosquitas en el Valle Edén-Departamento de Tacuarembó, Uruguay- consisten en un afloramiento de areniscas en el cauce de un pequeño arroyo y sus peculiares formas de relieve, la hacen únicas en el país y es lo que en geología se denomina como marmitas de gigante.
Estas marmitas de gigante consisten en un conjunto de huecos ubicados en el cauce de un arroyo, horadados en las areniscas eólicas, por la acción de los cantos rodados movilizados por las torrentosas aguas de las ocasionales crecientes, las que son provocadas por lluvias torrenciales.
Se localizan en el Paso de las Tosquitas sobre la cañada de la Virgen a cuatro kilómetros del puente peatonal colgante de Valle Edén. La geomorfología del lugar indica que esta unidad forma parte de un macropaisaje, denominado escarpa basáltica.
Se formaron por la acción de un curso de agua que se desarrolla sobre areniscas friables-muy débilmente cementadas-, cuya única peculiaridad, es que está cargado de cantos redondeados de naturaleza basáltica, ha labrado un cauce de formas muy especiales.
Las frecuentes lluvias torrenciales, producen impetuosas crecidas llevando consigo arenas y cantos de diversa naturaleza, siendo los más comunes, los de basalto, que son depositados en los lechos de los cursos de agua. Los cantos se ubican en incipientes depresiones en el cauce resultado de tal acción, un hueco en forma de olla, al que siempre se remplaza parte del material ya reducido. Dichos huecos se van agrandando hasta superar el metro de diámetro y profundidad; de paredes cilíndricas y fondo cóncavos. Frecuente es, que las marmitas en su expansión lateral se suelden con otras marmitas formando raras y bellas
figuras en el cauce, de apariencia escultórica. Los juegos de luces y sombras a lo largo del día le dan un aspecto de raro paisaje.
Por la excelente exposición de paleodunas del desierto de Botucatú en el departamento de Tacuarembó. Por constituir estas marmitas una rareza geológica no solo por sus formas sino también por las dimensiones de las mismas. Por ser un lugar donde se puede observar la formidable acción abrasiva de los cantos rodados movilizados por dinámica fluvial.
En este lugar se puede observar varios procesos propios de la geografía física, la acción de los cantos rodados sobre rocas fácilmente erosionables, la garganta producto de la acción abrasiva del curso de agua, microformas de muy peculiar aspecto.
Entre las grutas existentes la más conocida es la llamada “Los Galpones”, en el centro mismo de la sierra. El arroyo Tambores cuenta además con el Pozo Hondo un salto de agua que termina en un pozo profundo donde inclusive se ha realizado buceo.
Este es un agujero profundo en la tierra de un importante espesor, que deja que un pequeño arroyo recorra con sus aguas sus paredes monumentales. El agua en su parte más baja alimenta también la quebrada que divide la planicie y origina una zona de tupida vegetación e inalcanzable comprensión. Según los expertos, fue hecha hace miles de años, y según los lugareños varios buzos profesionales vinieron al lugar a sumergirse en sus aguas y jamás pudieron encontrar su fondo.
Matas, piedras, y el monte son indicios de la cercanía de un arroyuelo. La roca partida abre su interior para maravillarnos con este accidente del terreno, más allá la quebrada continua . La quebrada es de una buena altura y hay que ir con cuidado, pero sin duda que la vegetación impenetrable de su parte baja, su majestuosidad, su suave murmullo y los ruidos misteriosos de su parte más profunda deberían recordarnos de que a pesar de ser los dominantes no estamos solos en este mundo.
La Cueva del Chivo y el Perao Caído (desprendimiento de enorme piedra) se constituyen en otros atractivos naturales.
…Tacuarembó cuenta en su territorio con el soberbio paisaje serrano de Valle Edén, distante apenas dieciséis kilómetros de la capital de ese Departamento.
...Allí predominan, como rasgos característicos, el árbol y la piedra, y en los dos hace sentir la naturaleza el poder de su fuerza elemental que sorprende, deslumbra e intimida…
En el Valle Edén, a pesar de la aparente rudeza de cuanto nos rodea, de la áspera presencia de la roca encrestada y el vegetal espinoso, lo que nos gana de inmediato el alma es una suerte de equilibrio tranquilo, de armonía sedante y apacible que propicia el ensueño poético, el remansado encanto de la paz sin sobresaltos, la serena dulzura de la meditación.
El Valle Edén está implantado en el corazón mismo de la Sierra de Tambores, que es uno de los ramales que hacia su flanco oriental proyecta la Cuchilla de Haedo (o altiplano de Haedo, como suelen denominarlo algunos geógrafos), y que se extiende por el lado occidental del Departamento de Tacuarembó.
A través de las ventanillas de los trenes que unen el sur y el norte del país, cruzando éste a lo largo de su parte central, desde Montevideo hasta Rivera, puede admirarse fugazmente la belleza panorámica de ese espléndido paraje. Pero para tener una idea cabal de los múltiples atractivos que él encierra, se hace necesario recorrerlo paso a paso, penetrar en sus frescas grutas recubiertas de finísimo musgo, donde resuena día y noche la voz musical del agua, que brota del corazón profundo de las rocas y desciende por las estribaciones formando saltos minúsculos, risueñas cascadillas en las que juguetea alegremente el resplandor solar, y simula quebrarse y recomponerse sin descanso el cristal azul del cielo.
Una de las cosas que más llama la atención al viajero, cuando por primera vez se interna en los achaparrados montes serranos que pueblan Valle Edén, es la increíble cantidad y mansedumbre de las calandrias que pululan por entre su fronda prieta y aromática.
Porque si bien la calandria es un ave que habita en todas las demás zonas de la campaña uruguaya, de sur a norte y de occidente a oriente, no abundan ciertamente los ejemplares de tan hermosa especie. A lo sumo suele vérsela en casales, y con frecuencia en aquellas regiones boscosas donde existen coronillas y talas, que entre todos los árboles autóctonos son los que prefiere este pájaro para asiento de su nido.
Pero Valle Edén nos ofrece el gratísimo espectáculo de contemplar las calandrias reunidas en bandadas. Y allí no huyen del hombre, como en otras partes, sino que por el contrario se le acercan curiosas, saltando de rama en rama, como si quisieran darle la bienvenida con las dulces y armoniosas notas de su canto incomparable. Por las mañanas sobre todo, al nacer la luz del día, resulta una verdadera delicia, un regalo sin parangón para el oído humano, escuchar el concierto con que reciben al sol estas alondras criollas, como acertadamente se las denomina.
Otras especies de aves muy numerosas allí son el tordo y la paloma torcaz, lo cual se debe seguramente a que por las inmediaciones del valle se extienden grandes cardales, cuyas semillas constituyen uno de los alimentos predilectos de estos pájaros, sobre todo en aquellas regiones del norte del país, donde predomina la actividad ganadera y no abundan, en consecuencia, los sembradíos de maíz y trigo.
Como en todos los sitios rocosos y de variable conformación telúrica, con nutrido hacinamiento vegetal y rutas de difícil acceso, viven a sus anchas en aquel solitario lugar esas misteriosas aves nocturnas que las gentes del campo llaman "dormilones", y que por sus características físicas y su modo de vida acaso pertenezcan a la familia de la lechuza y el ñacurutú. Durante el día permanecen inmóviles entre las oquedades grises de las piedras, confundiéndose con ellas por obra y gracia del mimetismo, puesto que su plumaje, de un color ceniciento, desvaído, se asemeja extraordinariamente al de las rocas y la tierra de las serranías. Si alguien se les acerca demasiado, huyen con un revoloteo torpe e intermitente, rozando casi el suelo con sus largas alas, porque las enceguece el fulgor de la luz diurna. Pero a! caer la noche, en cambio, favorecidas por la penumbra sus pupilas nictálopes, surcan el espacio en vuelos rapidísimos, haciendo bruscos virajes para atrapar a los insectos de que se alimentan.
Entre la vegetación del Valle Edén se destacan los talas seculares, en cuya copa fuerte y ancha se apacigua la furia de los vientos, y en cuyas ásperas ramas encuentran los pájaros un seguro sostén para sus nidos.
No es que falten allí otros árboles integrantes de la flora nativa, desde el virará hasta el canelón y desde el pitanguero (ñangapiré) hasta el blanquillo. Pero son los talas los que imponen su prestancia y reciedumbre, imprimiéndole al lugar el sello de su presencia inconfundible. Ellos y la legión innúmera de tunas que, por todas partes, alzan al cielo sus largos brazos erizados de espinas, y se burlan de las sequias con su vitalidad poderosa, con la lozanía impertérrita de su verdor perenne.
Está muy bien conservada y es una joya histórica el depósito de agua que antiguamente se usaba para suministrar a las locomotoras de vapor el agua a su caldera.
Por esa estación todavía pasan los trenes que unen Montevideo con la norteña ciudad de Rivera, trasportando arroz y madera principalmente, dándole al paisaje un complemento especialmente romántico.
Las marmitas, formaciones rocosas en forma de pozos fruto de la erosión fluvial y la Posta de diligencias, ruinas de una antigua posta del siglo XIX.3
Las llamadas tosquitas en el Valle Edén-Departamento de Tacuarembó, Uruguay- consisten en un afloramiento de areniscas en el cauce de un pequeño arroyo y sus peculiares formas de relieve, la hacen únicas en el país y es lo que en geología se denomina como marmitas de gigante.
Se localizan en el Paso de las Tosquitas sobre la cañada de la Virgen a cuatro kilómetros del puente peatonal colgante de Valle Edén. La geomorfología del lugar indica que esta unidad forma parte de un macropaisaje, denominado escarpa basáltica.
Se formaron por la acción de un curso de agua que se desarrolla sobre areniscas friables-muy débilmente cementadas-, cuya única peculiaridad, es que está cargado de cantos redondeados de naturaleza basáltica, ha labrado un cauce de formas muy especiales.
Las frecuentes lluvias torrenciales, producen impetuosas crecidas llevando consigo arenas y cantos de diversa naturaleza, siendo los más comunes, los de basalto, que son depositados en los lechos de los cursos de agua. Los cantos se ubican en incipientes depresiones en el cauce resultado de tal acción, un hueco en forma de olla, al que siempre se remplaza parte del material ya reducido. Dichos huecos se van agrandando hasta superar el metro de diámetro y profundidad; de paredes cilíndricas y fondo cóncavos. Frecuente es, que las marmitas en su expansión lateral se suelden con otras marmitas formando raras y bellas
figuras en el cauce, de apariencia escultórica. Los juegos de luces y sombras a lo largo del día le dan un aspecto de raro paisaje.
Por la excelente exposición de paleodunas del desierto de Botucatú en el departamento de Tacuarembó. Por constituir estas marmitas una rareza geológica no solo por sus formas sino también por las dimensiones de las mismas. Por ser un lugar donde se puede observar la formidable acción abrasiva de los cantos rodados movilizados por dinámica fluvial.
En este lugar se puede observar varios procesos propios de la geografía física, la acción de los cantos rodados sobre rocas fácilmente erosionables, la garganta producto de la acción abrasiva del curso de agua, microformas de muy peculiar aspecto.
Este es un agujero profundo en la tierra de un importante espesor, que deja que un pequeño arroyo recorra con sus aguas sus paredes monumentales. El agua en su parte más baja alimenta también la quebrada que divide la planicie y origina una zona de tupida vegetación e inalcanzable comprensión. Según los expertos, fue hecha hace miles de años, y según los lugareños varios buzos profesionales vinieron al lugar a sumergirse en sus aguas y jamás pudieron encontrar su fondo.
Matas, piedras, y el monte son indicios de la cercanía de un arroyuelo. La roca partida abre su interior para maravillarnos con este accidente del terreno, más allá la quebrada continua . La quebrada es de una buena altura y hay que ir con cuidado, pero sin duda que la vegetación impenetrable de su parte baja, su majestuosidad, su suave murmullo y los ruidos misteriosos de su parte más profunda deberían recordarnos de que a pesar de ser los dominantes no estamos solos en este mundo.
La Cueva del Chivo y el Perao Caído (desprendimiento de enorme piedra) se constituyen en otros atractivos naturales.
EL VALLE EDÉN
– Serafín J. García-
Serafín J. García
…Tacuarembó cuenta en su territorio con el soberbio paisaje serrano de Valle Edén, distante apenas dieciséis kilómetros de la capital de ese Departamento.
...Allí predominan, como rasgos característicos, el árbol y la piedra, y en los dos hace sentir la naturaleza el poder de su fuerza elemental que sorprende, deslumbra e intimida…
En el Valle Edén, a pesar de la aparente rudeza de cuanto nos rodea, de la áspera presencia de la roca encrestada y el vegetal espinoso, lo que nos gana de inmediato el alma es una suerte de equilibrio tranquilo, de armonía sedante y apacible que propicia el ensueño poético, el remansado encanto de la paz sin sobresaltos, la serena dulzura de la meditación.
El Valle Edén está implantado en el corazón mismo de la Sierra de Tambores, que es uno de los ramales que hacia su flanco oriental proyecta la Cuchilla de Haedo (o altiplano de Haedo, como suelen denominarlo algunos geógrafos), y que se extiende por el lado occidental del Departamento de Tacuarembó.
Pero Valle Edén nos ofrece el gratísimo espectáculo de contemplar las calandrias reunidas en bandadas. Y allí no huyen del hombre, como en otras partes, sino que por el contrario se le acercan curiosas, saltando de rama en rama, como si quisieran darle la bienvenida con las dulces y armoniosas notas de su canto incomparable. Por las mañanas sobre todo, al nacer la luz del día, resulta una verdadera delicia, un regalo sin parangón para el oído humano, escuchar el concierto con que reciben al sol estas alondras criollas, como acertadamente se las denomina.
Tordo
Otras especies de aves muy numerosas allí son el tordo y la paloma torcaz, lo cual se debe seguramente a que por las inmediaciones del valle se extienden grandes cardales, cuyas semillas constituyen uno de los alimentos predilectos de estos pájaros, sobre todo en aquellas regiones del norte del país, donde predomina la actividad ganadera y no abundan, en consecuencia, los sembradíos de maíz y trigo.
Dormilón
Lagarto
En verano, a la hora de la siesta, es fácil sorprender a enormes lagartos que se tuestan al sol, amodorrados sobre los peñascos, o ver reptar a las víboras sigilosas por entre la maraña de la hostil "uña de gato" (ñapindá), o bajo las grises y agresivas ramas de la espina de la cruz. Y según afirman antiguos habitantes lugareños, todavía suele asomar en lo alto de la sierra, durante las tardecitas, !a estampa graciosa y fina de algún venado, sobreviviente milagroso de una especie ya casi desaparecida.Venado
Entre la vegetación del Valle Edén se destacan los talas seculares, en cuya copa fuerte y ancha se apacigua la furia de los vientos, y en cuyas ásperas ramas encuentran los pájaros un seguro sostén para sus nidos.
Ñapindá
Espina de La Cruz
Clavel del Aire
No es que falten allí otros árboles integrantes de la flora nativa, desde el virará hasta el canelón y desde el pitanguero (ñangapiré) hasta el blanquillo. Pero son los talas los que imponen su prestancia y reciedumbre, imprimiéndole al lugar el sello de su presencia inconfundible. Ellos y la legión innúmera de tunas que, por todas partes, alzan al cielo sus largos brazos erizados de espinas, y se burlan de las sequias con su vitalidad poderosa, con la lozanía impertérrita de su verdor perenne.
Tala
Tunas
FUENTESMarmitas de Gigante del Valle Edén - Jorge S. da Silva- Museo de Geociencias de Tacuarembó
http://es.wikipedia.org
http://www.uruguayignorado.com
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