De VILLA MUNOZ
al mundo literario
Mario Arregui rememoraba así la imagen del poeta : “Ese
hombre – delgado, de estatura mediana, con cierto aire no de enfermo pero sí
de convaleciente, vestido con un traje azul o marrón que puede ser bastante
nuevo pero que parece viejo - , camina a pasos lentos e invigilados . Lleva la
cabeza –cuyo pelo es de un rubio desganado – un poco inclinada hacia adelante,
lleva como semidormidos los ojos celestes que no miran nada, o que miran, apenas,
sólo lo imprescindible. Durante el día generalmente anda solo; en los
anocheceres y en las noches, suele ir con amigos, y entonces va un poco más en
la tierra y más despierto, aunque con frecuencia también se ensimisma y se
pierde”
Líber Falco nació el 4 de
octubre de 1906 en Montevideo, en el barrio Villa Muñóz, en la calle Blandengues y Constitución.Jacinto Vera.
Fue un poeta uruguayo que se destacó por su obra lírica, siendo considerado miembro de la llamada Generación del centenario, pese a que su obra se incorporaría de manera algo tardía, ya en la década de 1940.
El poeta decía:
"Quizá la propia uniformidad de este paisaje donde amaneció mi mirada de
niño me obligara a pensar y entonces me pareció la vida una cosa un poco
monótona pero también bastante misteriosa".
Barrio Villa Muñoz
Criado en un hogar muy
humilde.
Siendo hijo de Fernando, un peón de panadería, quien trabajaba como peón de panadería y tenía inclinaciones anarquistas y musicales, alternó por distintos trabajos, entre los que se encontraron el de empleado de imprenta, peluquero, vendedor de pan y luego corrector de pruebas de diarios y libros.
Liber cursó hasta segundo o
tercer año de secundaria. Sus primeros versos los escribió a los dieciséis
años.
Barrio Jacinto Viera
Por
la falta de lecturas que pudieran ayudar a su intelecto poético su poesía es,
por lo tanto, intuitiva ayudada por sus vivencias cotidianas como el trajinar
por el barrio.
Fue durante su juventud,
durante una prolongada estadía de sus padres en Piriápolis, que vivió en casa
de una tía, en el barrio Jacinto Vera
Sus intereses literarios
fueros variados, destacándose algunos escritores rusos como Dostoyevski y
Tolstói, franceses como Romain Rolland y gran parte de la poesía
latinoamericana, en particular la del último César Vallejo.
Debido a las penurias
económicas, su padre introdujo al joven Liber en el negocio de la panificadora,
en el que, durante mucho tiempo, trabajó como vendedor.
Previamente, había sido
aprendiz en una peluquería; y, más adelante, tras haber adquirido experiencia
comercial con la venta de pan, se dedicó a ejercer el oficio de corredor consiguiendo
negocios para diferentes empresas.
En esta última actividad, tras
haber conseguido muchos trabajos para una imprenta, Líber Falco empezó a
establecer vínculos de amistad con diversas personas relacionadas con el mundo
de las Letras.
Por medio de ellas consiguió un empleo de corrector de pruebas
en dicha imprenta, oficio que le apasionaba, pues le permitía dedicarse de
lleno, durante toda la jornada laboral, a la lectura.
Liber Falco y Dilia Fernández en Piriápolis
En el año 1935 contrajo
matrimonio, con 29 años, con Dilia Fernández (Chela), la que sería su compañera
de toda la vida. No tuvieron hijos.
Del cargo de corrector en la
imprenta pasó a ejercer dicho oficio en diferentes diarios y revistas, así como
a revisar los originales que daban a la imprenta algunas de las principales
editoriales de Montevideo.
Lo que ganaba trabajando era muy poco, por lo que
tenía que conformarse con residir en una humilde vivienda sita en la
montevideana calle de Herrero y Espinosa, donde pasó gran parte de su vida
acompañado por su esposa.
A su vez este trabajo, le
permitía concentrarse en su meticuloso proceso de creación poética, al que
dedicaba muchas horas al día en el altillo de su modestísima vivienda, al que a
duras penas se lograba acceder por medio de una alta, estrecha y desvencijada
escalera exterior.
Allí, Líber Falco había
dispuesto una sobria estantería, una mesa austera y un par de sillas tan
sencillas como incómodas, donde pasaba largas horas entregado a la tarea de
escribir, pulir y depurar concienzudamente sus poemas, en una infatigable labor
de orfebrería literaria.
Sus comienzos literarios
pueden ubicarse hacia 1937 cuando asume la dirección de la revista Banderín de
la cual se editaron solo cinco números. Años después participa también en
varias publicaciones literarias, como la revista Asir.
A pesar de que la edición de
sus textos se realiza en la década de 1940, es considerado integrante de la
denominada "Generación del centenario" (término referido al
centenario de la independencia uruguaya, es decir a la generación de artistas
que florecieron en 1930).
A esta generación pertenecen Emilio Oribe, Sabat
Ercasty y Paco Espínola entre otros.
En el año 1940 publica Cometas sobre los muros, con
veintiún poemas.
Además en el año 1950 integra el Consejo de la revista "Asir", fundada en marzo de 1948.
Este libro es un canto al
trabajador portuario, al barrio, a los niños con sus cometas alzadas, y la
soledad como tema humano de todos los tiempos.
En 1942 publica Equis andacalles, con diecisiete poemas.
Liber Falco decía de este libro que se trasladaba a pie desde su casa al
trabajo, por eso lo de “anda calles”.
Aquí son los amigos el tema y también la
soledad cuando quedaba solo frente al cielo estrellado de la noche
montevideana.
En el año 1946 publica Días y
noches, con todos los poemas de "Equis Andacalles", dos de
"Cometas sobre los muros" y doce nuevas composiciones.
En
este libro
abunda el tema de la amistad y el tema de la muerte aparece por primera vez, el
poeta se sentía enfermo y cansado.
Líber Falco, Mario Arregui y José Larriera 1952
Falleció en Montevideo, a los
cuarenta y nueve años, el 10 de noviembre de 1955.
HOMENAJES
En el año 1956, los integrantes de la revista "Asir" publican póstumamente "Tiempo y Tiempo" , el libro que había comenzado bajo y que había quedado inconcluso debido a su fallecimiento.
Sus poemas ejercieron una gran influencia en generaciones posteriores de artistas uruguayos. Asimismo, los mismos han sido fuente de numerosas canciones interpretadas por artistas de la talla de Eduardo Larbanois y Mario Carrero, Abel García, Eduardo Darnauchans, Jorge Lazaroff, Jorge Bonaldi y Daniel Viglietti entre muchos otros.
Plaza Liber Falco está ubicada en Montevideo, Uruguay, específicamente en el barrio de Jacinto Vera.
. Es un parque o zona de recreo a la que se puede acceder en transporte público
. El parque también es un portal en el juego Ingress.
Liceo Liber Falco es una escuela secundaria ubicada en Montevideo, Uruguay
. También es conocido como Liceo No. 26
. La escuela lleva el nombre del poeta uruguayo Líber Falco.
Colegio Liber Falco es una institución privada ubicada en Montevideo, Uruguay.
. Ofrece educación para niños de entre 6 y 11 años.
. El colegio pretende promover una educación integral que valore las habilidades tanto cognitivas como emocionales
Calle Liber Falco del Balneario Solymar Norte.

LEGADO
El legado literario de Liber
Falco (1906–1955), uno de los poetas uruguayos más singulares del siglo XX,
perdura hasta hoy por varias razones profundas que tocan tanto su voz poética
como su visión humana y social.
1. Humanismo y autenticidad
Liber Falco fue un poeta
profundamente humano.
En su obra —particularmente en
Tiempo y tiempo, Los siete sobre el mismo tema y Poemas del hombre común— se
refleja una sensibilidad hacia la vida cotidiana, los humildes, el trabajo, la
pobreza, la amistad y el paso del tiempo.
Su mirada sobre el ser humano
sigue siendo actual porque rescata la dignidad de lo sencillo, sin idealizarlo
ni caer en sentimentalismos.
“Yo soy un hombre que pasa,
que mira y que recuerda...”
— Liber Falco
2. Lenguaje simple, hondura
poética
Su poesía se caracteriza por
un lenguaje claro y coloquial, alejado del ornamento y la grandilocuencia.
Esa sencillez fue una forma de
ética: escribir como se vive, con honestidad.
Esa naturalidad influyó en
generaciones posteriores de poetas uruguayos y latinoamericanos que buscaron
una poesía más directa y cercana al pueblo.
3. El poeta del hombre común
Falco fue llamado “el poeta
del hombre común”.
Su obra retrata la vida de la
gente trabajadora de Montevideo, los oficios, los barrios, los cafés y los
silencios urbanos.
Esa mirada compasiva y
comprometida con lo cotidiano anticipa corrientes posteriores de poesía social
y existencial, que aún encuentran eco en escritores contemporáneos.
4. Ejemplo ético y espiritual
Más allá de su poesía, su vida
—austera, solidaria y coherente con su pensamiento— se convirtió en un símbolo
de integridad moral.
Fue un ejemplo de cómo la
literatura puede ser una forma de humildad y servicio, no de prestigio.
Por eso su figura conserva un
aura de autenticidad y respeto en el ámbito cultural uruguayo.
5. Presencia viva en la
cultura uruguaya
Hasta hoy, sus poemas se
estudian en escuelas, se musicalizan y se citan como expresión de una identidad
nacional sensible y modesta.
Su voz sigue recordando que la
poesía puede brotar de lo cotidiano, de la vida simple y honesta.
El legado de Liber Falco es el
de una poesía humana, sencilla y profunda, que dignifica lo cotidiano y
mantiene viva una fe en el ser humano, incluso en su fragilidad.
Su obra sigue recordando que
la verdadera belleza literaria no está en el brillo, sino en la verdad con que
se nombra la vida.
FUENTES
http://www.mcnbiografias.com
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