miércoles, 3 de julio de 2024

3 DE JULIO DE 1901 NACÍA JULIO MARTÍNEZ OYANGUREN

 

Un Pionero de la Guitarra Uruguaya en el Mundo



Julio Martínez Oyanguren fue un compositor, guitarrista e ingeniero mecánico uruguayo. Nació el 3 de julio de 1901 en Durazno, Uruguay

Martínez Oyanguren fue un reconocido guitarrista clásico y compositor, y su obra ha sido reconocida tanto en Uruguay como a nivel internacional. Fue alumno de Agustín Barrios, y su carrera como concertista de guitarra se asentó en las décadas de 1920 y 1930.

. También pasó un tiempo en Europa y Estados Unidos, donde continuó actuando y componiendo música.

En 2021 se publicó una biografía sobre Martínez Oyanguren, que arroja luz sobre su trayectoria artística y aportes a la música en Uruguay y América

. Julio Martínez Oyanguren  fue un compositor, guitarrista e ingeniero mecánico uruguayo nacido en Durazno el 13 de setiembre de 1901. 

 

Julio Martínez Oyanguren ante un micrófono de la RCA.

Cuando Agustín Barrios, el guitarrista y compositor paraguayo de música clásica más reconocido, llegó a Durazno por esa época, Julio se sintió muy animado por el maestro paraguayo. Tocaron a dúo juntos y desarrollaron una profunda amistad que floreció en la década de 1920 cuando ambos vivían en Montevideo. Hay una historia que Oyanguren había arreglado para que Barrios la grabara en Nueva York, pero que el maestro paraguayo falleció tristemente antes de que pudiera emprender el viaje. Si lo hubiera hecho es probable que su fama se hubiera extendido mucho antes de la grabación fundamental de John Williams de las composiciones de Barrios en 1977. En un concierto de 1934 en Durazno, Oyanguren dedicó gran parte del programa a la obra de Barrios.

 Entonces, como ahora, la carrera como guitarrista profesional estuvo plagada de incertidumbres, y en 1919 el joven Julio se matriculó en la academia naval.

Continuó su labor musical, inspirado por el guitarrista español ciego Antonio Jiménez Manjón, que se había trasladado al Río de la Plata, y algunas de cuyas obras interpretó. Además, se sintió estimulado por los conciertos de Miguel Llobet, que actuaba con frecuencia.

Se graduó en 1924 como oficial e ingeniero mecánico. Se mudó a Roma donde continuó estudiando y comenzó a componer. Declarado “persona non grata” por Mussolini por sus convicciones liberales, regresó a Uruguay en 1927. Su carrera concertística comenzó a florecer en los años siguientes y actuó ampliamente, incluso en Brasil. 

 

Oyanguren en 1932

En 1935, llegó a Estados Unidos con su esposa e hijo. Situándose a sí mismo y a su familia en una Nueva York muy dinámica, se dio cuenta de que su fama sudamericana debía reavivarse. Su debut en el Ayuntamiento en octubre de ese año fue un gran éxito. Fue aclamado como “el Paderewski de la guitarra”, y las puertas se abrieron ampliamente para el joven artista. Actuó con la Filarmónica de Nueva York en el estadio Lewisohn frente a una audiencia de más de 18.000 personas, así como con la Orquesta General Electric bajo la dirección de Terig Tucci.

Oyanguren tuvo su propio programa de radio semanal en NBC durante varios años. Su alumno Rolando Valdés Blain recordó pasar páginas para su maestro mientras interpretaba cientos de obras. En 1939, se convirtió en el primer guitarrista en actuar en la Casa Blanca cuando actuó para Franklin Roosevelt. Más tarde recordó que a Roosevelt le gustaban especialmente Pericón y Vidalita.



Grabó una amplia gama de repertorio con RCA, Columbia y Decca, incluidos, por supuesto, los románticos, entre ellos Tárrega y Albéniz, pero también la gama de su trabajo se remonta al renacimiento y al barroco: Milán, Narváez, Sanz., Rameau, Campion, Cimarosa y al período clásico: Aguado, Ferrandiere y la primera interpretación grabada de la “Grand Sonata” de Sor y la “Grande Overture” de Giuliani. Grabó obras contemporáneas: “Homage à Debussy” de Falla, “Rafaga” de Turina, una “Canción” de Ponce, así como transcripciones de Brahms, Wieniavski, Massenet y Schubert.

Introdujo al público estadounidense las obras folclóricas de América del Sur, como “La Cumparsita”, “Choros 1” (Villa Lobos) y bambucos, joropos, estilos, danzas incas, gatos y otras danzas populares. Incluso enceró algunas de sus propias composiciones. Melodía gitana.

Segovia, por supuesto, había estado actuando en los Estados Unidos desde 1928, y luego desde 1943 en adelante. 

De hecho, estableció su hogar en Nueva York durante veinte años. Naturalmente, Oyanguren y Segovia se conocían muy bien, y parece que hubo un elemento de competencia, incluso rivalidad, entre ellos. Varias historias han circulado a lo largo de los años, pero en ausencia de pruebas, no tiene sentido relatarlas aquí. 

Uno, relativamente divertido, dice que la amistad de los dos guitarristas se disolvió por un desacuerdo en la digitación del “Courante” de la quinta suite para violonchelo de Bach. En cualquier caso, la prensa solía compararlos, echando leña al fuego, y se citaba a menudo a Segovia y Oyanguren, uno como el gran guitarrista español y el otro como su homólogo latinoamericano.

 

En 1941, Oyanguren decidió regresar a Uruguay con su esposa y tres hijos. Se han sugerido varias teorías para explicar este movimiento, pero podría haber sido tan simple como un anhelo nostálgico por su tierra natal.

Regresó a Durazno, donde vivió durante 15 años.

Continuó actuando ampliamente; a su regreso, actuó en Buenos Aires en el Teatro Odeón con críticas entusiastas. Realizó giras por todo Uruguay, realizó una serie de recitales en radio, exhibiendo un repertorio a partes iguales clásico y folclórico. De 1943 a 1947, se desempeñó como jefe de policía en Durazno, un movimiento de carrera poco probable para un músico de renombre. Posteriormente regresó al escenario del concierto. Distinguidos compositores le dedicaron obras: el brasileño Lorenzo Fernández escribió una “Suite Brasileña” y el venezolano Bautista Plaza una “Sonata Antigua”. En 1950,

El año 1956 vio a Oyanguren mudarse a Montevideo, donde permaneció el resto de su vida. Continuó actuando, componiendo y grabando.

Oyanguren murió el 13 de septiembre de 1973 en Montevideo, Uruguay.

HOMENAJES

Lauro Ayesteran, el eminente musicólogo uruguayo, escribió sobre Oyanguren que “su nombre ha pasado a formar parte de la historia de la guitarra, y su prestigio, más allá del clamor crítico, lo ha marcado como un guitarrista de primer orden”.



En Durazno, en la esquina de Wilson Ferreira Aldunate y Rivera, la Asociación Amigos de la Música lleva su nombre. Ha sido escenario de memoriosas presentaciones, de diversas expresiones culturales.

Hoy su edificio muestra una notoria decadencia que, sin analizar las responsabilidades, no condice con lo que significó Oyanguren para Durazno y el mundo y sería necesario un despertar a la reacción general para su recuperación.


Han quedado en exhibición permanente dos de las tres guitarras de  Julio Martínez Oyanguren que familiares del gran concertista de guitarra donaron al Museo Casa de Rivera.

Se trata de tres instrumentos que él utilizó en su extensa y destacada carrera como intérprete de la guitarra denominada clásica o española, que estaban en poder de su nieta, la Sra. Alicia Martínez Todeschini.

Se trata de una guitarra del afamado taller de “José Ramírez” ubicado en Madrid, construida en el año 1907, una guitarra de la casa “Vicente Tatay” de Nueva York, posiblemente construida en la década de 1930 cuando Martínez Oyanguren residió por varios años en los Estados Unidos, una guitarra del destacado lutier uruguayo Juan Carlos Santurión, del año 1952.


FUENTES

https://duraznohoy.com/

https://es.wikipedia.org/

https://tierradentro.com.uy/

3 DE· JULIO DE 1063 NACÍA TOM CRUISE

 

“PASIÓN detrás de su éxito en


 Hollywood"




Tom Cruise es un actor y productor estadounidense nacido el 3 de julio de 1962 en Syracuse, Nueva York.




Es hijo del ingeniero electrónico Thomas Cruise Mapother III y de su esposa Mary Lee. Debido al trabajo de su padre, la familia Cruise se mudó varias veces durante la infancia de Tom, asistiendo a 14 diferentes escuelas en tan solo 15 años. Además, Tom sufría de dislexia, lo que le dificultaba leer y escribir.

En su adolescencia, Cruise destacó en el instituto practicando con éxito diversas actividades atléticas, en especial la lucha libre. Una lesión en la rodilla le hizo abandonar esta actividad y el acercamiento definitivo al mundo de la interpretación.

En Nueva Jersey inició estudios de interpretación y acudió a diversos castings mientras trabajaba de camarero.

Su carrera en el cine comenzó en 1981 con la película Endless Love, pero fue en 1983 con Risky Business que se convirtió en una estrella de Hollywood.

A partir de ahí, Cruise protagonizó películas de gran éxito como Top Gun, Rain Man, Jerry Maguire, Misión Imposible, entre otras.

Cruise ha estado casado tres veces.

En mayo de 1987 se casó con la actriz Mimi Rogers, de la que se divorciaría en 1990.


Tom Cruise con sus padres

Tom Cruise y Nicole Kidman

Ese mismo año, y más concretamente el día de Nochebuena, Tom contraería matrimonio con una de las actrices más bellas de Hollywood, Nicole Kidman, a quien había conocido en el rodaje de Días de Trueno. La pareja tuvo dos hijos, Isabella y Connor, antes de divorciarse en 2001.


Con Penépole Cruz

Poco después, Cruise comenzó una relación con Penélope Cruz, que duró tres años.


Suri la hija de Tom Cruise y Katie Holmes
  

En 2005, Cruise comenzó una relación con Katie Holmes, con quien se casó en una lujosa boda en un castillo de Bracciano (Italia). La pareja tuvo una hija, Suri, antes de divorciarse en 2012.




Cruise es también conocido por su afiliación a la Cienciología, una religión que ha sido objeto de controversia. En una entrevista, Cruise declaró que la Cienciología le ha ayudado a encontrar la paz interior en su vida y una gran estabilidad.

Las películas más famosas de Tom Cruise

Tom Cruise es uno de los actores más famosos y taquilleros de Hollywood, habiendo protagonizado numerosas películas de gran éxito. Algunas de sus películas más destacadas, ordenadas por año de estreno:

Negocio arriesgado (1983)

Top Gun (1986)

El color del dinero (1986)

El hombre de la lluvia (1988)

Nacido el 4 de julio (1989)

Un horizonte muy lejano (1992)

Algunos hombres buenos (1992)

Entrevista con el vampiro (1994)

Misión Imposible (1996)

Jerry Maguire (1996)

Ojos bien cerrados (1999)

Informe de minorías (2002)

El último samurái (2003)

Garantía (2004)

La guerra de los mundos (2005)

Misión Imposible III (2006)

Valkiria (2008)

Caballero y día (2010)

Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011)

Olvido (2013)

Al filo del mañana (2014)

Misión Imposible: Nación Secreta (2015)

Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás (2016)

La mamá (2017)

Barry Seal: El traficante (2017)

Top Gun: Inconformista (2022)

Cabe destacar que esta lista no es exhaustiva y que existen muchas otras películas en las que Tom Cruise ha participado en lo largo de su carrera.

Tom Cruise es considerado uno de los actores mejor pagados y más destacados de Hollywood

. Con un patrimonio neto de 570 millones de dólares en 2020, fue calificado como el segundo actor más rico del mundo por la revista Forbes.

Sus películas han recaudado en total más de 4.000 millones de dólares en los Estados Unidos y más de 11.000 millones de dólares a nivel mundial, convirtiéndolo en uno de los actores más taquilleros de la industria del cine de todos los tiempos

. Cruise ha producido varias de sus películas desde 2007 con la reactivación de la veterana firma United Artists

. A menudo se hace referencia a Cruise como una de las últimas verdaderas estrellas de cine de Hollywood debido a su perdurable poder de estrella

. Además de su labor como actor, Cruise también se desempeña como productor de cine y ha sido el impulsor de sus propios proyectos exitosos

. En un mundo en el que los espacios cinematográficos disminuyen rápidamente y se mueven rápidamente hacia el streaming, sin embargo Cruise ha logrado mantener una carrera exitosa en una industria que ha cambiado significativamente desde que comenzó su carrera.

FUENTES

https://en.wikipedia.org/

https://www.biografiasyvidas.com/

https://www.buscabiografias.com/

EL 3 DE JULIO DE 1920 NACÍA WASHINGTON BARCALA

ARTISTA LÍRICO Y ANTIRRETÓRICO



Barcala, Washington  nació en Montevideo el 3 de julio de 1920. 
Fue un pintor cuya obra se vinculó inicialmente al constructivismo de Torres García para evolucionar más tarde hacia un lenguaje próximo a las dicciones de la vanguardia internacional. En su itinerario creativo podemos reconocer a un artista lírico y antirretórico, constructor de delicados fragmentos de vida con sus materiales más humildes y efímeros.
El lenguaje de Barcala no sólo es de pintor, sino que se despliega en las vecindades de otras disciplinas. Se puede afirmar que es un pintor de los límites, de las fronteras.
Barcala logró una obra personal, coherente y rigurosa, utilizando un lenguaje íntimo y, en ocasiones, hermético.
Su producción se ha desarrollado en torno a tres estilos: la pintura figurativa (1946-1950), seguida por un intermedio de ocho años sin actividad plástica; la pintura abstracta e informalista (1961-1964) –es la etapa de las Chatarras–, y su estilo más personal, durante la última etapa de su carrera artística, desde 1967 (etapa de las Cajas).
Para expresar su pensamiento, Barcala no utiliza ni los tradicionales lienzos, ni las ortodoxas pinturas sino que hace acopio de otros materiales con los que se siente libre, con los que logra crear su estilo, su lenguaje.


Se crió como hijo único, en el seno de una familia con ascendencia española e italiana, se formó compartiendo juegos y estudios con tareas en la fábrica de cajas de cartón propiedad de sus padres. Allí trabajó con una materia prima que, muchos años más tarde, emplearía en su obra.
Barcala se familiarizó entonces con el cartón, con la máquina de coser, y con las cajas, todas palabras clave para entender el mundo creativo de su madurez. 


Atardecer- 1939
Óleo/tela- 60 x 80 cm
Museo Nacional de Artes Visuales - Montevideo - Uruguay
Foto: Colección Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo - Uruguay

1940,  Anochecer en el Central, 
Técnica: óleo, 
Firmado: abajo izquierda, 
Ubicación: Palacio Legislativo, Montevideo, Uruguay
Salón Nacional 1940, Premio Cámara de Senadores, 

Los temas del ferrocarril los descubrió una tarde de verano en que salió con el camión y lleguó hasta la calle Laguna Merín que cruzaba las vías, desde allí vió la fábrica de portland , era una tarde serena un atardecer lleno de violetas, azules, lilas, rosas y rojos sobre las vías con humos al fondo de la ciudad que se levantaban perezosamente. Con unode estos cuadros fue la primera vez que ganó el premio Fernando García, luego seguió con el tema de las vías ganando premios hasta que pronto lo dejó porque sentía que lo "amaneraba.”


 1940, Título: Cantina (autorretrato), 
Técnica: óleo sobre tela, 
Medidas: 86 x 68 cm, 
Ubicación: Museo Nacional de Artes Visuales. Montevideo, Uruguay 


Así recordaba Barcala su infancia.
"Recuerdo que de muy pequeño, como todos los pintores, comencé dibujando en las tapas de los cuadernos y libros. Dos temas me obsesionaban, uno era los autobuses, eran los primeros y corrían como locos para sacarse los pasajeros, no tenían horarios. Me parecían autos de carreras en sus pasajes frente a mi casa. Además aquellos bólidos con nombres como “La Espada”, “Valle Muñoz” hacían volar mi pensamiento preguntándome que paisajes irían acumulando en su recorrido, a que misterioso mundo llegaban cuando los veía que iban calle arriba o calle abajo.

El otro tema eran los golkipers volando y atrapando la pelota. Hoy me doy cuenta que como soñaba con aquellos recorridos misteriosos de aquellos autobuses también había misterio, magia en aquel hombre que volaba y mágicamente atrapaba aquella pelota que iba a un rincón desconocido, ...igual que aquellos autobuses.

Así pasé dibujando hasta que por un altercado entre mi madre y la maestra pública, mis padres me pasaron a una escuela privada y allí viví una de las emociones más grande de toda mi vida.
El día que entré a esta escuela, fui a una sala grande donde en una mesa también grande una profesora daba clase a niños pequeños y más grandes. La puerta de la habitación estaba abierta y por ella entraba un olor de pintura y aguarrás que a mí me parecía el manjar más delicioso al que podía aspirar. Desde ese día mi atención se dividió entre las cuentas, la ortografía a la que debía atender y aquel rincón debajo de una escalera donde una mujer jorobada, pequeñita enseñaba a pintar copiando postales, de allí provenía aquel olor maravilloso a pintura. Aquel rincón era para mí la alfombra mágica que transportaba mi imaginación en viajes al color, que me hacía soñar en mundos maravillosos. Había magia para mí en esas dos personas calladitas como conspirando, que con los pinceles y los tubos de color hacían aparecer paisajes, flores, animales sobre una tela blanca. Mundo maravilloso que solo disfrutaba de lejos hasta que un día me enviaron a estudiar al Liceo Francés y entonces sí pude comenzar, como premio a conspirar con aquella jorobadita para también yo hacer aparecer paisajes desde la pintura de mis dedos.

Allí pasé 3 años pintando todas las tardes de los sábados sobre tela, sobre platos de madera y sobre todo pintando sobre raso para que mi madre llenase luego la casa de almohadones con paisajes chinos o nevados con renos. También cuando ya era más hábil pinté algunas cabezas de perros, pero llegó el momento que aquella jorobadita le dijo a mi madre que no me mandase más ya que no tenía nada más que aprender. La tarde de los sábados me quedaron libres y ya me sentía un pintor.

Por ese tiempo también jugaba al fútbol y no fue casualidad que lo hiciese de golkipper, es que sentía como cuando dibujaba en las tapas de los cuadernos, el milagro de volar, era la magia de los músculos, la magia de realizar las paradas más difíciles por los goleros más famosos del fútbol uruguayo. Yo sentía una gran admiración, eran casi sobrenaturales en sus atrapadas más maravillosas, para mí era magia como la de los pintores. En ese tiempo en que el fútbol llenaba mis ratos libres quiso el destino que al lado de un terreno baldío en el que jugábamos viniese a vivir un pintor. Desde ese momento como en la escuela que aprendí repartía el tiempo de juego con el que pasaba vichando a través de los agujeros de una tapia los cuadros que colgando de las paredes las tapizaban de color. Allí veía en aquellas telas una fuerza de color como nunca había visto, paisajes al medio día, atardeceres llenos de azules, violetas y rosados, soles amarillos y lunas azules. Entonces comencé a esperar que aquel pintor saliese con su caballete y caja de pintura para seguirle siempre a distancia de unos 80 o 100 metros, así en vez de quedarme a jugar al fútbol en aquel terreno iba a parar a campos cercanos o al Prado. Veía como aquel pintor armaba su caballete y se ponía a pintar, después de dejar pasar un tiempo respetable me iba acercando, nunca hasta al lado, sino a una distancia apropiada que aunque desde lejos me permitiese ver su pintura.
Así pasé tiempo, diría que mucho tiempo, hasta que en uno de mis primeros viajes de pantalón largo al centro pasé por una galería y encontré en ella aquellas pinturas, hablé con aquel pintor, era Zoma Baitler y ese día me aconsejó que entrara a estudiar en el Círculo de Bellas Artes.
Desde que había dejado de aprender con aquella mujer pequeñita con joroba hasta que entré en el Círculo transcurrieron unos 5 años que me dieron tiempo de pintar una cantidad de paisajes de verdes ácidos y cielos fríos. Fueron años perdidos en los que copiaba postales y trataba de copiar también la naturaleza, 8 años perdidos. Dejé de estudiar y dejé el fútbol cuando entré al Círculo, a los 8 años sin saber en realidad nada de pintura y allí en los primeros meses se me abrió el mundo de la otra pintura, de la verdadera. Tuve como profesor a Guillermo Laborde, pienso que nunca simpatizó conmigo, yo veía el tiempo y la simpatía que dedicaba a los otros y conmigo era distante y frío. Hoy pienso que como no podía absorberme, imponerme su manera de pintar, sí lo hacía con los otros y que apenas entrando al Círculo tuve distinciones en los Salones Nacionales le había llevado a tener esa frialdad conmigo. En esos 4 años que iba al Círculo falleció Laborde y tuve muy poco tiempo a Cúneo como profesor.

Durante estos años de estudiar en el Círculo de Bellas Artes, fueron los años 39, 40, 41 y 42 mantenía relación con Zoma Baitler al que siempre visitaba en su estudio. Un día me dijo que iba a la casa de Joaquín Torres García y me preguntó si quería acompañarlo, le dije que sí y allí fuimos.
La casa de Don Joaquín me pareció un santuario, aquel viejo de barba grande y blanca parecía un sacerdote. Hablaba con Zoma Baitler y yo escuchaba, no recuerdo aquella conversación pero Don Joaquín vivía tanto la pintura que me sentí atraído por aquel hombre, sobretodo cuando terminó la charla y nos dijo “vayan a pintar y luego me traen lo que hayan hecho”. Fuimos por el Prado y allí armamos los caballetes frente a un chalet viejo y lo pintamos. Torres García me corrigió esa obra con dos pinceladas en 2 columnas de la galería del chalet, fue lo único que corrigió. En la segunda obra que le llevé no corrigió nada, la encontró bien, esa fue la última vez que le ví, ya que en esos días había una reunión en el taller para prohibir hacer envíos al Salón Nacional. Como quiero mucho mi libertad me levanté y dije buenas tardes y me fui de la reunión. Solo había apenas alcanzado a pasar por el taller."

Desde 1938 y 1941 estudió en el Círculo de Bellas Artes bajo la Dirección del Profesor Guillermo Laborde .
Entre los años 1939 y 1942 estudió en el Círculo de Bellas Artes  junto a Laborde y Cúneo.
Estuvo sólo dos meses en el taller de Torres García y asistió a la Academia de San Fernando en Madrid.
Comenzó a exponer en 1938 en muestras colectivas.
 

Por el año 1948 se conoció con Espínola Gómez  en el Círculo de Bellas Artes, conversando le dijo que se radicaba en Montevideo, entonces hablaros de formar un grupo, como él no conocía a nadie Barcalá se comunicó con dos pintores que conocía y en los que creía, uno era Juan Ventayol que vivía en Montevideo y el otro Luis Solari que vivía en Fray Bentos. Solari. 
Espínola conoció después a estos dos pintores, todos formaron el grupo “Federico Saez”, exponiendo juntos en Amigos del Arte en el año 1948 y 1949.


En el año 1950 el grupo de Ventayol, Espínola y Solari volvió a exponer  dejando constancia en el catálogo de la ausencia  de barcala debido a su viaje por Europa.
 

En 1950 realizó su primer viaje a Europa y residió durante un año en Madrid, donde asistió a las clases de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Pasó un año y medio recorriendo museos y viendo obras por cuanto rincón había. Vivió unos meses en Madrid escapando al frío de noche y preparando un boceto que luego envió a Montevideo, aprovechó ese tiempo haciendo algunos estudios como grabado y afresco en la academia de San Fernando. También de tarde dibujaba en la clase de modelo vivo grandes carbones de los que no pudo conservar ninguno ya que los destrozaba el profesor con trazos curvos, blandos y amanerados después de decirle que su dibujo tenía mucha fuerza, que se parecia a los muralistas mexicanos.
La clase de afresco la dictaba el pintor Vazquez Díaz, pintor famoso en España, andaluz lleno de gracia que  contaba sus historias de París con Juan Gris, Roden y otros.
En París concurrió a la Sala de croquis de la Academia Grande Chamiere en Mont Parmasse y como vivía en el mismo barrio de noche concurría al café Selet donde noche a noche veía en mesa cercana a la suya a Zakine y Giacometti, también solía ver en este café pintores españoles de la escuela de París. 
En Venecia, en la sala de una exposición montada para protestar contra la Bienal de Venecia vió a De Quirico. En esa Bienal vió por primera vez la obra de Pollok.
Fue un año y medio de viaje por la vieja Europa, viendo día a día las maravillas del arte desde las cuevas de Altamira y Lascaux hasta las pinturas de Pollok.

Encontró a Chagall dos veces, la primera en un Salón de pintura en Ville France, ciudad a la que había llegado donde él debía embarcarse para Montevideo.

En el año 1953 vuelve a Montevideo.

En el año 1955 volvió a Europa con intensiones de quedarse pero no pudo por problemas familiares, en este viaje volvió a Francia y España. En París visitando una muestra de Giacometti en la galería Macglot conoció a Picasso, estaba comentando la obra de Giacometti con el galerista, la obra le entusiasmaba a Picasso. Salió y entró a otra galería donde se exponían cuadros cuyo tema era Nueva York; sintió una conversación, era Picasso que había llegado. Siguió parado en el medio de la sala y Picasso se acercó, se paró casi pegado a él, vio sus famosos ojos de los que tanto se hablaba y ciertamente eran brillantes y de gran vivacidad. Pegado a él recorrió con la mirada las cuatro paredes y se retiró, fue evidente que no le interesó nada. 


En el año 1958 volvió al ritmo de trabajo de  antes, pintó un cuadro que
 obtuvo el Primer Premio del Salón Nacional

En el año 1960 envió y ganó el Gran Premio en un salón de arte en Minas, luego dejó otra vez de pintar hasta el 1967 que realizó un par de obras para el Salón General Electric. 

Una vez más sigue sin trabajar hasta el 1973 que realizó una témpera pequeña que integra un envío de pintura uruguaya a Buenos Aires. 

En el año 1974 sin obra en la mano y sin saber que camino a tomar en la pintura regresó a España, a Madrid a los 54 años para correr la aventura que siempre había postergado por diferentes razones, comenzar a vivir como pintor, enfrentar las dificultades y en un medio exigente como el europeo develar el misterio que siempre le había acompañado, si realmente su obra valía algo.
 Desde ese año reside en España y vive de la pintura, pero más importante que vivir de la pintura es el prestigio ganado como artista por los juicios de pintores, críticos y galeristas españoles.




1960 - Chatarra, 
Medidas: 54 x 70 cm
Técnica: témpera sobre papel
Ubicación: colección familia, Barcala, Montevideo Uruguay

Fue a mediados de los años 60, después de haberse iniciado en el mundo del arte como pintor figurativo y abstracto, cuando comenzó a explorar su lenguaje creativo más personal. En España encontró el lugar y los estímulos propicios para su aventura creativa, contenida en sus cajas, objetos pictóricos construidos con trozos de madera, telas, hilos, cartón, palos, papeles, puntadas..., proponiendo silenciosos y sutiles paisajes emocionales.
Fue el ganador dell Gran Premio del Salón de Artes Plásticas del 60.
A comienzos de los sesenta se destacó por su serie "Las chatarras", que lo vinculó al informalismo español y el expresionismo abstracto.
Exhibió su mejor conjunto de obras en el envío al 1er. concurso del premioBlanes en el año 1961.
Hacia 1967 inició su trabajo del collage y las cajas blancas, que llamó ordenaciones, y cuyas dos primeras muestras se destruyeron en un depósito, luego del Salón de la Vanguardia de General Electric. 



 Adán y Eva - 1974. 
Gouache sobre cartón. 11 x 16,5 cm. 
Colección Miguel Rodríguez Larrosa.

1974-Pareja,
 Medidas: 40 x 35 cm
 Técnica: carbón y tempera sobre papel
Firmado: abajo a la izquierda
Ubicación: colección particular, Madrid España
Desde el año 74 se radica en España y vive de la pintura, pero más importante que vivir de la pintura es el prestigio ganado como artista por los juicios de pintores, críticos y galeristas españoles.”  Dice Barcala “Los temas del ferrocarril lo descubrí una tarde de verano que salí con el camión y llegué hasta la calle Laguna Merín que cruzaba las vías, desde allí ví la fábrica de portland , era una tarde serena un atardecer lleno de violetas, azules, lilas, rosas y rojos sobre las vías con humos al fondo de la ciudad que se levantaban perezosamente. Con este cuadro fue la primera vez que gané un premio ( Fernando García ), luego seguí con el tema de las vías ganando premios hasta que pronto lo dejé porque sentía que me amaneraba".
En esta época, en España,  participò  en 13 muestras individuales, y expuso además en París, Río de Janeiro, Buenos Aires, Bogotá, Washington, Nueva York y Miami.
Siguió visitando Uruguay y representándolo en envíos a Alemania Federal, la URSS o la Bienal de San Pablo.



 Washington Barcala, Madrid, 1975
Foto: Carlos Ruiz-Castillo
 

 1975 -Sin título
 Medidas: 65 x 44 cm, 
Técnica: mixta sobre madera, 
Firmado: abajo a la izquierda 

Sin título - 1975
T. mixta/contrachapado -50 x 35 cm
Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Foto: Archivo Fotográfico -Museo Nacional - Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
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 Washington Barcala y su mujer María Elena Campo en Madrid, 1982.


Sin Título- 1986. 
Técnica mixta. 55 x 22 cm. 
Colección Carlos Ruíz Castillo.

 El dibujante y sus dibujos - 1991-92. 
Técnica mixta. 29 x 42 cm. 
Colección Familia Barcala.

Cículo muy limpio -1991-93. 
Técnica mixta. 60 x 82 cm. 
Colección Familia Barcala. 

Historia C.T.O. - c. 1993
T. mixta/tela - 57 x 93 cm
Colección particular. Cortesía Galería Guillermo de Osma, Madrid
Foto: Archivo Galería Guillermo de Osma

Washington Barcalá fallece en Montevideo el 8 de diciembre de 1993.
La esposa María Elena Campo falleció el 16 de abril de 2011.

FUENTES
http://www.washingtonbarcala.com
http://pintura.aut.org
http://www.artemercosur.org.uy

EL 3 DE JULIO DE 1927 LAS URUGUAYAS VOTAN POR PRIMERA VEZ

A 97 AÑOS DEL  PLEBISCITO QUE HIZO HISTORIA  EN URUGUAY Y LATINOAMÉRICA

Foto El País

La Constitución de 1917, le otorgó a las mujeres la totalidad de los derechos civiles y la potestad del voto. Pocos años después, la Ley de 1932 reglamentó esos derechos, y en 1938, la mujer votó por primera vez en el Uruguay en la elección nacional del 27 de marzo de ese año. Pero en Cerro Chato, la primera vez fue el 3 de Julio de 1927.

El 3 de julio de 1927, en la localidad de Cerro Chato, Uruguay las mujeres pudieron votar en un plebiscito local.
Uruguay, en ese momento, se convirtió en el primer país latinoamericano en que las mujeres ejercieron su derecho al voto.

Ubicación de Cero Chato donde  por primera vez votaron en un Plebiscito, la mujeres Uruguayas

Cerro Chato es una localidad que se formó en torno a una estación de trenes (línea Montevideo/Melo), sobre el lomo de la Cuchilla Grande, y según investigación se historiadores, por allí pasaba el camino de los indios guaraníes desde y hacia las misiones jesuíticas del norte. El pueblo se fue extendiendo alrededor de la estación por lo cual fue ocupando territorio de tres jurisdicciones distintas, de los departamentos de Treinta y Tres, Florida y Durazno.

En 1921, los representantes nacionales por el departamento de Treinta y Tres presentaron un proyecto de ley por el cual Cerro Chato quedaba bajo la jurisdicción municipal de su departamento. Este episodio desató de inmediato una gran polémica.

A raíz de eso, se formó un Comité de Durazno, otro de Treinta y Tres y una Asamblea de floridenses.
Tal fue la repercusión de la polémica que llegó a la órbita del Consejo Nacional de Administración y el 18 de abril de 1926 resolvió, primariamente, la anexión de Cerro Chato al departamento de Treinta y Tres.

Al día siguiente de tal resolución, el doctor Prando, ministro de Instrucción Pública de la época, se dirigió al Ministerio de Obras Públicas por nota, en los siguientes términos: “De acuerdo a lo resuelto por el Consejo Nacional de Administración en su sesión de ayer, este Ministerio debe proceder a la redacción de un Proyecto de Ley que será sometido a la Honorable Asamblea General, por el cual se eleva a la categoría de pueblo al grupo de casas conocido por Cerro Chato. Ahora bien, según los informes que tiene este Ministerio, la estación ferrocarrilera de Cerro Chato está enclavada en el Departamento de Durazno, y la población del mismo nombre se extiende hacia el Este, invadiendo los departamentos de Florida y Treinta y Tres. El propósito del Consejo Nacional de Administración es el de formar sobre la base del futuro pueblo de Cerro Chato una nueva sección judicial en el Departamento de Treinta y Tres; pero para esto, habría tal vez, la necesidad de modificar los límites de ese departamento, en forma que permita situar en aquel la sección Judicial de Cerro Chato”.

El Ministerio de Obras Públicas encomienda la tarea a una Comisión Técnica que el 21 de junio eleva un informe que concluye que Cerro Chato debe anexarse a Treinta y Tres.
También recomiendan modificar los límites departamentales en pocos kilómetros cuadrados, suficientes para crear una sección judicial.


Fuente de la imagen: "La primera vez que votó una mujer en Sudamérica. El plebiscito de Cerro Chato de 1927".
Saúl Moisés Piña. Almanaque del Banco de Seguros del Estado, 2006.

Con los informes recibidos, el 5 de agosto de 1926, el Consejo Nacional de Administración resolvió que el propio pueblo de Cerro Chato expresara a través de un plebiscito sobre a qué departamento querían pertenecer. 
Si bien desde lo jurídico carecía de valor real, desde lo político y lo social podía alivianar tensiones que se daban desde tiempo atrás.
Esta resolución produjo reacciones contrarias, por cierto, ya que los comités de cada departamento, representados por pobladores de Cerro Chato, se enfrascaron en una lucha localista que no parecía tener fin.


El 3 de enero de 1927, la Corte Electoral emite una Circular al respecto y el 31 de mayo reglamenta el plebiscito, estableciendo ” que cualquier persona, sin distinción, que desee intervenir en el plebiscito deberá previamente inscribirse en el Registro que abrirá la Comisión Especial Plebiscitaria el 5 de junio, y lo cerrará el 28 de junio próximo.” Asimismo, disponía que “los Consejos Departamentales de Durazno, Florida y Treinta y Tres podían designar delegados ante dicha Comisión Especial a fin de controlar el acto plebiscitario”. 

 
Cerro Chato: la casa donde por primera vez la mujer votó en Sudamérica. Foto: V. Rodríguez
Cerro Chato, la vieja casona que data de 1924-1926, ubicada en una esquina de calle 25 de Agosto, donde en el año 1927 votaron por primera vez, las mujeres uruguayas.

El plebiscito en Cerro Chato se realizó el 3 de julio de 1927.
Votó el 94% de la población y el resultado fue que Cerro Chato pasaría a formar parte del departamento de Durazno. Este resultado fue anulado ese mismo año por lo cual en Cerro Chato hoy funcionan: tres Juntas Locales, tres Juzgados y tres Seccionales Policiales.

La primera mujer que votó en Latinoamérica lo hizo en esta ocasión y se llamaba Rita Rebeira, una afrodescendiente, inmigrante brasileña y tenía noventa años.

En el año 1932 la ley 8.927 reglamentó el derecho al voto de la mujer.
Si bien el derecho al sufragio femenino se había formalizado, con el golpe de Estado de Terra del año 1933 hizo que esperaran 6 años para votar.

El 27 de marzo 1938, la mujer votó por primera vez en el Uruguay en la elección nacional en las que fue electo Alfredo Baldomir.

En febrero de 1943, ingresaron mujeres por primera vez en el Parlamento. Ellas fueron: Sofía Álvarez de Demicheli en la Cámara de Senadores, y Julia Arévalo junto con Magdalena Antonelli Moreno en la Cámara de Representantes.

El 11 de setiembre del año 1946, se aprobó finalmente la Ley 10.783 que declaró la igualdad de los derechos entre los sexos, esto implicó, entre otras cosas, que las mujeres comenzaron a administrar sus bienes, hasta ese entonces a cargo de padres o maridos.

FUENTES 
Almanaque del Banco de Seguros 1966
www.lr21.com.uy
 http://www.elpais.com.uy