miércoles, 29 de octubre de 2025

EL 29 DE OCTUBRE DE 1889 NACÍA LORENZO LUZURIAGA

  
IMPULSOR DE LA

 ESCUELA NUEVA

  



Lorenzo Luzuriaga nació en Valdepeñas (Ciudad Real) el 29 de Octubre de 1889. 

 Fue un maestro y pedagogo español, también tomó partido dentro de la política a favor de la educación. Además, fue uno de los principales activistas para la instauración en España del movimiento Escuela Nueva, que promovía una enseñanza distinta a la tradicional.

Luzuriaga desarrolló su obra enfocada en el avance de la educación en su país, y en la lucha por establecer una innovación y renovación en el sistema educativo. Uno de sus trabajos más destacados fue La escuela unificada, el cual pretendió acoplar a una sociedad tal vez dividida.

Una buena parte de la obra literaria, pedagógica e intelectual de Lorenzo Luzuriaga se dio en el exilio. Eso se debió a que, como muchos intelectuales españoles, se sintió amenazado tras el estallido de la guerra civil en 1936. De esos años fue su libro Historia de la educación pública.

 La escuela nueva se refiere a uno de los más importantes movimientos educativos, que recogen una serie de principios que revisan y reforman las formas tradicionales de educación. 

 Aparece a finales del Siglo XIX y perduró hasta después de la II Guerra Mundial

La expresión “escuela nueva” se le aplica aquellas instituciones escolares en las que se intentó lograr una renovación, que en un primer momento también se llamaba “escuela diferente”.


Sus padres fueron Santiago Luzuriaga un maestro de Murrieta y de Ángeles Medina, de Socuéllamos. 

En una nota autobiográfica él mismo rememora sus orígenes y habla de su padre como director de una escuela en Valdepeñas y de su madre, hermana de un maestro de la misma escuela. 
Y añade: “Tanto mi padre como mi madre se casaron en segundas nupcias, teniendo mi padre un hijo, Fermín, y mi madre otro, Recaredo, que ya eran maestros. Así pues, he tenido padre maestro, dos tíos maestros y dos hermanos maestros; no se puede pedir más pedagogía”.

Los primeros años de educación los cursó en Valdepeñas. Tras el fallecimiento de su padre, la situación económica de la familia se tornó difícil, así que se mudó con su familia a Aravaca, lugar donde culminó su educación primaria. Allí la familia logró estabilizarse un poco.

En 1908 comenzó a estudiar en el Instituto Libre de Enseñanza, donde tuvo como maestro al pedagogo y filósofo Francisco Giner de los Ríos. 

Posteriormente, cursó estudios en la Escuela Superior de Magisterio, allí fue discípulo de José Ortega y Gasset, quien influyó enormemente en su vocación.



En el  año 1909 ingresa en la Escuela Superior del Magisterio, después de conseguir una beca que había solicitado por falta de recursos económicos. 
En esa época, y mientras preparaba su ingreso en la Escuela Superior, acude a la biblioteca del Museo Pedagógico Nacional. “Allí acudía -dice en sus notas autobiográficas inéditas- para mis lecturas, que eran muchas”. 
Y allí conoció a Manuel Bartolomé Cossío, que le presentó a Giner. “Este fue -dice- el encuentro decisivo de mi vida. D. Francisco le hizo entrar en la Institución Libre de Enseñanza, en la que fue a la vez alumno y maestro desde 1908 a 1912.

María Luisa Navarro Margati


Luzuriaga conoció a María Luisa Navarro Margati mientras estudiaba en la Escuela Superior de Magisterio.

Después de un tiempo de noviazgo, se casaron en 1912.

El matrimonio tuvo dos hijos: Jorge e Isabel Luzuriaga Navarro.

Tras haberse graduado de maestro e inspector de enseñanza primaria, Luzuriaga fue becado por la Junta de Ampliación de Estudios en 1913. 

Partió a Alemania durante dos años, y realizó varios estudios y cursos sobre la educación y la pedagogía en universidades como la de Berlín y Jena.

Cuando regresó a España, se incorporó a los proyectos de la asociación Liga de Educación Política, así como también a las actividades que realizó el movimiento de la Escuela Nueva. Durante aquel tiempo también laboró en el Museo Pedagógico Nacional como secretario e inspector.

Luzuriaga sabía muy bien que la educación -o determinada concepción de los fines educativos- está siempre en función de un determinado proyecto político. 
Porque, ¿dónde deben separarse -si es que deben- educación, cultura y política? Luzuriaga se planteará este problema, reiterada y contradictoriamente, a lo largo de su obra en España y en el exilio. 
Tratará de salvaguardar su libertad individual, su independencia y la independencia de sus obras de creación (defenderá siempre encarnizadamente su Revista de Pedagogía, que aparecerá ininterrumpidamente entre 1922 y 1936 ), aunque no por eso va a renunciar a la lucha por unos ideales claros de progreso, que le van a llevar desde las posiciones socialistas más radicales a un republicanismo también muy militante, aunque de más amplio espectro… 


Luzuriaga va a pasar del radicalismo de la época de sus colaboraciones en el semanario España (1915-16) y el diario El Sol (1917-21) a la prudencia política de los primeros tiempos de la Revista de Pedagogía y del radicalismo republicano al desconcierto del exilio y de la “guerra fría”.

Su carrera pedagógica se consolidará meses después, cuando inicie sus tareas como profesor de Organización escolar en la recién creada Sección de Pedagogía de la Universidad Complutense de Madrid y cuando sea nombrado Secretario Técnico en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, cargo que desempeñará hasta tiempo después de encontrarse ya en el exilio -1937, en Londres-.

Fue  uno de aquellos españoles “del éxodo y del llanto” que abandono el país en aquel “apocalíptico” 1936 en Madrid, como consecuencia de los virulentos combates desatados en las afueras de la capital, ya en plena guerra civil. 

Impulsor de la Institución Libre de la Enseñanza y es uno de los principales introductores de la denominada pedagogía social (que indica la importancia de la pedagogía fuera de la institución escolar). Colabora con Cossío en el Museo Pedagógico.
Lorenzo Luzuriaga abandonó España en 1939, debido a las consecuencias de la guerra civil española. 

Lorenzo Luzuriaga. El catedrático español (izquierda) llega a Tucumán en 1939. A su lado, el profesor Risieri Frondizi

Primero llegó a Gran Bretaña, luego se fue a Argentina, y en la ciudad de Tucumán se desempeñó como profesor de su principal universidad.

En 1944 se mudó a Buenos Aires y se incorporó a la industria editorial. También tradujo varias obras del pedagogo estadounidense John Dewey, y además comenzó a trabajar en el diario La Nación, donde publicó tanto temas educativos, como su posición ante la educación del régimen de Franco.


Los últimos años de vida de Luzuriaga fueron de intensa actividad. Mientras estuvo en Buenos Aires participó en la creación de varias revistas, como La Realidad, junto al también español y escritor Francisco Ayala. 

A partir de 1954, y durante un año, se desempeñó como profesor universitario en Venezuela.

 Instalado nuevamente en la capital argentina, el pedagogo español asumió la cátedra de historia de la educación en la Universidad de Buenos Aires. 

Tuvo la oportunidad de volver a España en 1956 por poco tiempo. 

Tres años más tarde falleció en Argentina, el 23 de julio.


Obras


  
En colab. con Manuel Bartolomé Cossío, La enseñanza primaria en España, Museo Pedagógico Nacional, 1915 (2.ª ed.).
    
Documentos para la historia escolar de España, Madrid: Centro de Estudios Históricos, 1916-1917, 2 vols.
    
La preparación de los maestros, Madrid: Imp. de J. Cosano, 1918.
    
El analfabetismo en España (1919)
    
Ensayos de pedagogía e instrucción pública, Madrid: Hernando, 1920.
    
La Enseñanza Primaria en las Repúblicas Hispano-Americanas, Madrid: Museo Pedagógico Nacional, 1921.
   
La escuela unificada (1922)
    
Las escuelas nuevas (1923)
   
Escuelas de ensayo y reforma, Madrid: Imp. de J. Cosano, 1924.
   
Escuelas activas, Madrid: Imprenta de J. Cosano, 1925.
    
La educación nueva Madrid: Imp. J. Cosano, 1927; nueva ed. 1942.

    
Concepto y desarrollo de la nueva educación, Madrid: Public. de la Revista de Pedagogía, 1928
    
Bases para un anteproyecto de Ley de Instrucción Pública inspiradas en la idea de la escuela única (1931, reedición y puesta al día de su obra de 1918)
    
Ideas para una reforma constitucional de la educación pública (1931)



    
La escuela única, Madrid: Public. de la Revista de Pedagogía, 1931.
   
La nueva escuela pública (1931)
    
La pedagogía contemporánea (1942)
    
La enseñanza primaria y secundaria argentina comparada con la de otros países. Tucumán: Universidad Nacional de Tucumán, 1942.
    
Reforma de la educación (1945)



Historia de la educación pública, 1946: 3.ª ed. Buenos Aires: Losada, 1959.



Pedagogía (1950)



    
Pedagogía social y política (1954; 3.ª ed. Buenos Aires: Losada, 1961)
    
La educación de nuestro tiempo, Buenos Aires: Losada, 1961, 2.ª ed.
    
Antología pedagógica (1956)
    
La Institución Libre de Enseñanza y la educación en España, Buenos Aires, Universidad Nacional de Buenos Aires, 1958.
   
Diccionario de pedagogía Buenos Aires, Losada, 1950.
    

Historia de la educación y de la pedagogía Buenos Aires: Losada, 1951


Ideas pedagógicas del siglo XX, Buenos Aires: Losada, 1968 (3.ª ed.).

HOMENAJES

 

En memoria de Lorenzo Luzuriaga, se le han dedicado diversos homenajes post mortem para mantener vivo su recuerdo.

 

Reconocimientos y homenajes en distintas instituciones

 

La Universidad de Buenos Aires le rindió un homenaje merecido antes de su fallecimiento en 1959, en reconocimiento a su importante labor pedagógica en Argentina.​



La Diputación de Ciudad Real organizó unas jornadas dedicadas a su figura y publicó un libro con las actas del Congreso en 1986 en reconocimiento a su labor en la educación, además de realizarle un homenaje en el XII Día de la Educación de Valdepeñas, entregando honores y distinciones 'Lorenzo Luzuriaga'.​

 

Nombres y honoríficos



Varios centros educativos en España llevan su nombre, como la Escuela de Magisterio de Ciudad Real, hoy la Facultad de Educación, donde se le homenajeó con la presencia de su hija desde Argentina para agradecer el gesto.​

 


En Argentina, el Centro Asociado de la UNED en Valdepeñas también lleva su nombre, en reconocimiento a su influencia pedagógica y su exilio en Buenos Aires.​

 


La Escuela Lorenzo Luzuriaga de Valparaíso es una institución educativa privada que pertenece a la región de Valparaíso, Chile. Se ubica en la calle Jorge Hunneus número 65, en el sector Cerro Ohiggins, y cuenta con reconocimiento oficial en el sistema educativo chileno.​

Publicaciones y conmemoraciones

Existen publicaciones dedicadas a su figura, incluyendo libros y artículos que analizan su legado pedagógico, como las actas del Congreso y diversos estudios sobre su vida y obra.​

Además, en eventos académicos y culturales, su figura es reconocida y se entregan honores en su memoria por su contribución a la educación pública y laica.​

Calles que llevan su nombre
 



Estatuas


En Huaraz, Perú, la estatua de Lorenzo Luzuriaga se encuentra en el centro de la Plaza de Armas, que también es el punto de medición de la Cordillera Negra. La estatua honra a Luzuriaga, un destacado profesor y educador español que tuvo un impacto importante en la historia educativa de América del Sur, y específicamente en Argentina y también en la región de Huaraz, donde su nombre y figura están vinculados a la avenida principal. La estatua en Huaraz se ha convertido en un símbolo de reconocimiento a su contribución y su legado, y es un punto de referencia en esa ciudad.

Preservación en la memoria

La labor de su biografía y obra continúa siendo difundida en conferencias, publicaciones y en instituciones educativas, ayudando a mantener vivo el legado de Luzuriaga y su visión de una escuela unificada, pública y laica.​

 Lorenzo Luzuriaga ha sido honrado a través de homenajes académicos, publicaciones, centros educativos con su nombre y reconocimientos en congresos y jornadas, lo que garantiza la continuidad de su legado pedagógico y su memoria en distintas comunidades tanto en España como en Argentina.

 

LEGADO

 

El legado de Luzuriaga perdura en la promoción de una educación para todos, basada en principios laicos, democráticos y de igualdad, además de su influencia en la construcción de sistemas educativos en Iberoamérica, cuyos valores siguen vigentes en la actualidad.

 

Educación democrática, laica y unificada

 

Luzuriaga promovió la idea de una escuela abierta, inclusiva y fundamentada en principios democráticos, rechazando la educación religiosa y segregadora, lo cual es un paradigma que aún influye en los sistemas educativos contemporáneos en favor de la educación pública y la igualdad.​

 

Inspiración para movimientos pedagógicos

 

Sus ideas y prácticas pedagógicas representan un referente en la historia de la educación en Iberoamérica, impulsando movimientos por la educación laica y reformista, especialmente en Argentina, donde su influencia fue fundamental para la consolidación de un sistema escolar laico y universal.​

 

Impacto en la teoría y práctica educativa

 

Luzuriaga dejó una profunda huella en el desarrollo de teorías educativas centradas en el niño, la igualdad y la formación integral, elementos que siguen siendo pilares en la pedagogía moderna.​

FUENTES


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