El pintor que
inmortalizó la belleza
de la naturaleza rusa
Alekséi Kondrátievich Savrásov nació en Moscú, el 24 de mayo de 1830 .
Fue un pintor paisajista ruso,
reconocido por su papel en la fundación del movimiento paisajista ruso y por su
obra maestra "Los grajos han vuelto". Su enfoque en la naturaleza y
su habilidad para capturar la esencia emocional de los paisajes lo convirtieron
en una figura central en el arte ruso del siglo XIX.
Alekséi Savrásov nació, en una
familia de comerciantes.
Desde joven mostró un gran
talento para el dibujo, lo que llevó a su familia a apoyarlo en su deseo de
estudiar arte.
Ingresó en la Escuela de Pintura,
Escultura y Arquitectura de Moscú a los 12 años, donde estudió bajo la tutela
de Karl Rabus, un destacado paisajista.
Sus primeras obras, a menudo
inspiradas en los alrededores de Moscú, demostraron una notable capacidad para
captar la atmósfera y los detalles de la naturaleza.
Savrásov se graduó con honores en
1850 y rápidamente ganó reconocimiento por su estilo distintivo.
En el año 1852, Alekséi Kondrátievich Savrásov viajó a Ucrania con el objetivo de mejorar su salud y buscar nuevas inspiraciones artísticas.
Durante este viaje, Savrásov se
dedicó a pintar los paisajes de la región, lo que resultó en una serie de obras
que reflejaban su habilidad para capturar la belleza natural y la atmósfera de
los entornos que visitaba.
El viaje a Ucrania fue
significativo para su desarrollo artístico, ya que le permitió explorar diferentes
paisajes y enriquecer su repertorio con nuevas escenas y técnicas.
Este periodo contribuyó a su crecimiento como paisajista y le ayudó a establecerse como uno de los principales pintores de paisajes de su tiempo.
Roble 1850
Su primer gran éxito llegó con la
pintura "Vista en los alrededores de Oránienbaum" (1854), que recibió
elogios por su detallada representación del paisaje y su atmósfera lírica.
En el año 1857 se casó con Sofía
Kárlovna Hertz, hermana de historiador de arte K. Hertz.
En el año 1860, viajó a
Inglaterra a ver la Exhibición Internacional y luego realizó un viaje a Suiza,
donde se empapó del estilo de los paisajistas europeos y desarrolló aún más su
técnica. Su estancia en Suiza influyó significativamente en su obra, llevándolo
a experimentar con nuevos métodos y perspectivas en la pintura de paisajes.
Río y pescador. 1859.
Museo Letón de las Artes.
En el año 1863 se produjo uno de
los acontecimientos más significativos en la historia del arte ruso: la
conocida como «Rebelión de los 14 concursantes», llamada así por los 14
pintores que tras graduarse en la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo
se negaron a realizar sus trabajos de fin de carrera según los temas clásicos
propuestos (esto es, siguiendo la línea del clasicismo: mitología, religión…),
rompiendo con el encosertamiento del arte oficial y abogando por un arte
independiente de los poderes públicos.
El grupo lo formaron pintores,
entre los cuales estaban Krasmkói, Gue y Perov, estos fundaron las bases de una
asociación que respondía a sus aspiraciones democráticas: La «Asociación de
Exposiciones Pictóricas Itinerantes», más conocida como «Los Itinerantes».
Paisaje campestre.
1867. Galería Tretiakov.
'Elk Island en
Sokolniki', 1869. Óleo sobre lienzo.
Paisaje del Volga.
Década de 1870. Óleo sobre lienzo. La Galería Tretiakov, Moscú, Rusia.
Invierno. Circa 1870.
Museo Estatal Ruso.
En la década de 1870, sufrió una serie de tragedias personales, incluyendo la muerte de su hija, lo que lo llevó a una profunda depresión. Su estado emocional afectó su productividad y calidad de vida. Además, problemas financieros y su creciente adicción al alcohol exacerbaron su situación.
"Los grajos han vuelto" y la consagración- 1871
Escena nocturna en el Volga 1871
La cúspide de la carrera de Savrásov llegó con la creación de "Los grajos han vuelto" en 1871. Esta obra se considera un hito en el arte ruso por su capacidad para evocar una profunda conexión emocional con el espectador a través de un paisaje aparentemente simple. La pintura muestra un grupo de grajos regresando a sus nidos en la primavera, capturando el cambio de estaciones y el ciclo de la naturaleza con una sensibilidad poética. La obra fue aclamada por su uso del color y la luz para transmitir una atmósfera melancólica y esperanzadora al mismo tiempo.
A pesar de su éxito temprano, la
vida de Savrásov estuvo marcada por dificultades personales y profesionales.
En 1871 murió su hija, tras lo que su arte pasó por una grave crisis. Esta desgracia en lo personal y, quizá, la insatisfacción con su carrera, fueron dos razones por las que se convirtió en un alcohólico. Sus parientes y amigos trataron de ayudarlo fueron en vano.
Torre de Sukharev.
1872. Óleo sobre lienzo. 66 x
51 cm. Historical museum. Moscú.
Día de Primavera.
1873. Óleo sobre lienzo.
Sus últimos años, vivió en la pobreza, sólo el
portero de la Escuela de Moscú y Pável Tretiakov, fundador de la Galería
Tretiakov, estuvieron en su funeral.
En el Volga. 1875.
Óleo sobre lienzo. El Museo de Arte de Kazán, Rusia.
Aunque continuó pintando, sus últimas obras no lograron alcanzar el mismo reconocimiento que sus trabajos anteriores.
Descongelación a
principios de primavera. Década de 1880. Óleo sobre lienzo. La Galería de imágenes Kustodiev, Astracán,
Rusia.
Paisaje de verano.
Pinos, c. 1880.
En 1882, fue destituido de su
puesto como profesor en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura de
Moscú debido a su comportamiento errático.
Mar de barro. 1894.
Óleo sobre lienzo. 69 x 80 cm. Colección privada.
Alekséi Savrásov murió en la pobreza el 8 de octubre de 1897 en Moscú. Únicamente el portero de la Escuela de Moscú de pintura, escultura y arquitectura, y Pável Tretiakov, fundador de la Galería Tretiakov, estuvieron presentes en su funeral, en 1897
Tumba de Savrásov
Fue sepultado en el Cementerio
Vagánkovo en Moscú, Rusia
A pesar de los desafíos que
enfrentó en sus últimos años, su contribución al arte ruso es indiscutible. Su
capacidad para captar la esencia emocional de los paisajes y su influencia en
el desarrollo del paisajismo ruso han dejado una marca perdurable.
El legado de Savrásov perdura a
través de sus obras, que continúan siendo admiradas por su belleza y
profundidad emocional. "Los grajos han vuelto" sigue siendo una de
las pinturas más queridas y estudiadas del arte ruso, simbolizando tanto la
llegada de la primavera como la resiliencia de la naturaleza y del espíritu
humano.
HOMENAJES
A lo largo del siglo XX y hasta
la actualidad, Savrásov ha recibido diversos homenajes y reconocimientos
póstumos:
Reconocimiento de sus
discípulos:
Isaak Levitán, uno de sus alumnos
más destacados, reconoció la contribución de Savrásov al arte, rindiéndole
homenaje con estas palabras: "Con Savrásov llegó el lirismo en la pintura
de paisaje y el amor sin límites por su tierra natal" .
Inscripción en su lápida:
En su lápida está grabada la
inscripción: "Savrásov creó el paisaje ruso, y este indudable mérito nunca
será olvidado en el arte ruso" .
Sellos postales
Sello Vista del Kremlin desde el
Puente Krymsky 1851. Alekséi Savrásov. 1986 Rusia URSS CCCP
Preservación y exhibición de
sus obras:
Sus obras se conservan y exhiben
en importantes museos rusos, como la Galería Tretiakov en Moscú y el Museo
Estatal Ruso en San Petersburgo, lo que evidencia el reconocimiento continuo de
su legado artístico.
Estudios y publicaciones:
A lo largo de los años, se han
realizado estudios y publicaciones sobre su vida y obra, destacando su
influencia en el desarrollo del paisaje lírico ruso y su papel en el movimiento
Peredvízhniki .
Estos homenajes y reconocimientos
reflejan la importancia de Savrásov en la historia del arte ruso y su
influencia duradera en generaciones posteriores de artistas.
LEGADO
El legado de Savrásov radica en
haber creado un lenguaje pictórico que combina el realismo técnico con una
sensibilidad poética, aportando una visión auténtica y profunda de la
naturaleza rusa, y en haber sentado las bases para la modernización y
democratización del arte en Rusia, influyendo en la identidad cultural y
artística del país y más allá
Como uno de los grandes maestros
del paisaje y creador del estilo del paisaje lírico en la pintura rusa del
siglo XIX.
Su obra se caracteriza por la
capacidad de captar la naturaleza con una sensibilidad poética, transmitiendo
la atmósfera y el espíritu de los paisajes rusos de forma realista y emotiva,
alejándose del academicismo rígido y acercándose a una visión más íntima y
nacionalista de la naturaleza.
Entre sus contribuciones más
importantes destacan:
Ser pionero en elevar la pintura
de paisaje a un género de gran valor artístico y cultural en Rusia, dotándola
de una profundidad lírica y emocional inédita hasta entonces.
Su obra emblemática "Los
grajos han vuelto" (1871) es considerada un símbolo del renacimiento de la
naturaleza y la vida campesina rusa, reflejando la conexión profunda entre el
arte y la identidad nacional.
Impulsar un cambio en la
percepción del arte ruso hacia una expresión más independiente y democrática,
participando en movimientos que rompieron con el arte oficial y clásico
imperante, como la llamada «Rebelión de los 14» y la fundación de la
«Asociación de Exposiciones Pictóricas Itinerantes» (Los Itinerantes), que
promovían un arte comprometido con la realidad social y cultural del pueblo.
https://artsandculture.google.com/entity/m06nfcf?hl=es
https://es.wikipedia.org/wiki/Aleks%C3%A9i_Savr%C3%A1sov
https://ermundodemanue.blogspot.com/2011/10/alexei-kondratyevich-savrasov-obras.html
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