El Día Internacional de la Conservación del Suelo, se celebra
cada 7 de julio desde el año 1963.
Origen
y Contexto
La cronología para la
declaración del Día Internacional de la Conservación de Suelos y del Día
Mundial del Suelo se puede resumir así:
1963:
Se establece el Día Internacional de la Conservación del Suelo, celebrado cada 7 de julio, en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett (1881-1960), pionero en la conservación del suelo en Estados Unidos.
Esta fecha busca concienciar sobre la
importancia de preservar el suelo para mantener su productividad y evitar la
desertificación causada por la deforestación, el mal uso del suelo y la
mecanización inapropiada.
2002:
La Unión Internacional
de Ciencias del Suelo (IUSS) propone instituir un día internacional para
homenajear al suelo, con el objetivo de crear conciencia global sobre su
importancia.
2013:
Bajo el liderazgo del
Reino de Tailandia y en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo, la
Conferencia de la FAO aprueba unánimemente el Día Mundial del Suelo y solicita
su adopción oficial en la 68ª Asamblea General de la ONU.
Diciembre de 2013:
La Asamblea General de las Naciones Unidas declara oficialmente el 5 de diciembre como el Día Mundial del Suelo, con la primera celebración en 2014.
Esta fecha coincide
con el cumpleaños del fallecido Rey Bhumibol Adulyadej de Tailandia, quien fue
un gran promotor de la conservación del suelo.
2015:
La ONU declara el Año Internacional de los Suelos, con la FAO como organismo encargado de promover la gestión sostenible del suelo y fortalecer la conciencia global sobre su importancia para la seguridad alimentaria, el clima y la biodiversidad.
Se eligió este día en
particular, en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, quién
dedicó su vida a demostrar que el cuidado del suelo influye directamente en la
capacidad productiva del mismo.
Hugh Hammond Bennett es
venerado como el "Padre de la conservación del suelo" por su
liderazgo y dedicación a la conservación del suelo.
Bennett se desempeñó como el
primer Jefe del Servicio de Conservación de Suelos (ahora Servicio de
Conservación de Recursos Naturales), dentro del Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos.
Fue un defensor de la legislación que estableció
estaciones experimentales de erosión del suelo y 3,000
distritos de conservación en todo EE. UU.
A lo largo de toda su carrera,
Bennett basó su filosofía en la importancia de la conservación del suelo. Pasó
un tiempo comparando sitios vírgenes con árboles con campos erosionados, lo que
confirmó su creencia de que la erosión del suelo era un problema no solo para
el agricultor individual sino también para las economías rurales.
Bennett argumentó con éxito que las prácticas
individuales, como las terrazas de la tierra, no tendrían éxito sin un programa
integral para abordar las numerosas preocupaciones sobre los recursos en las
tierras agrícolas. Fue este principio rector el que condujo al concepto de
planificación de la conservación.
La agricultura de conservación
significaba reorganizar las operaciones de la granja en interés de la
conservación y la productividad. Los conservacionistas del suelo trabajaron en
la tierra, directamente con los agricultores, para desarrollar planes agrícolas
de conservación en beneficio de la tierra y del agricultor.
Esos principios son los que respaldan y sobre los que actúan
como una entidad a través de la Asociación Nacional de
Planificación de la Conservación.
PREMIO HUGH Hammond Bennett a la Excelencia
El Premio Hugh Hammond Bennett a la Excelencia en Conservación fue
creado por la Asociación Nacional de Planificación de la Conservación (NCPP) en
201
Es al reconocimiento a las personas a nivel local, estatal y
nacional por logros extraordinarios y contribuciones al movimiento de conservación
del suelo y el agua en los Estados Unidos.
OBJETIVOS DEL DIA INTERNACIONAL DE LA CONSERVACIÓN DE SUELOS
El objetivo que perseguía
Hammond y que es el principal propósito de este día, es el de concienciar a las
personas de la importancia fundamental que tiene la tierra dentro del frágil
equilibrio medio ambiental.
lema 2025
“El suelo: fundación para la vida. Presérvalo hoy, garantiza mañana.”
Este lema destaca la
importancia fundamental del suelo como base esencial para la vida en nuestro
planeta y subraya la urgencia de protegerlo para asegurar un futuro sostenible.
1. “El
suelo: fundación para la vida.”
Base de los ecosistemas:
El suelo es el soporte físico
donde crecen las plantas, que a su vez sostienen a animales y seres humanos. Es
el medio donde se desarrollan innumerables organismos que mantienen el
equilibrio ecológico.
Sustento de la agricultura:
Sin suelo fértil no hay
producción de alimentos, fibras ni recursos naturales esenciales para la
humanidad.
Regulador ambiental:
El suelo actúa como filtro
natural del agua, almacena carbono, regula el clima y alberga una biodiversidad
vital para la salud del planeta.
2.
“Presérvalo hoy,”
Acción inmediata:
La frase invita a tomar conciencia y actuar
ahora, porque la degradación del suelo es un problema creciente que afecta la
seguridad alimentaria, el agua y la biodiversidad.
Responsabilidad colectiva:
Preservar el suelo implica
adoptar prácticas sostenibles, evitar la contaminación, frenar la erosión y
restaurar áreas degradadas.
Decisiones conscientes:
Políticas, tecnologías y
hábitos deben orientarse a proteger este recurso no renovable a escala humana.
3.
“Garantiza mañana.”
Futuro sostenible:
Cuidar el suelo hoy asegura
que las futuras generaciones puedan disfrutar de un ambiente saludable,
alimentos suficientes y servicios ecosistémicos vitales.
Legado para la humanidad:
La preservación del suelo es
un compromiso con la continuidad de la vida y el bienestar global.
Prevención de crisis:
Evitar la degradación evita
problemas mayores como la desertificación, pérdida de biodiversidad y aumento
del cambio climático.
Este lema es un llamado claro y poderoso a reconocer que el suelo es la fundación esencial para toda forma de vida y que solo mediante su preservación inmediata podremos garantizar un futuro próspero y sostenible para las próximas generaciones. Es una invitación a valorar y proteger el suelo como un recurso vital, no renovable y fundamental para la existencia humana y del planeta.
Importancia del Suelo
Es base de los ecosistemas,
sustento de cultivos y manteamiento de ciclos hídricos, biodiversidad y
regulación climática.
La degradación del suelo —por
la erosión, salinización, contaminación o pérdida de materia orgánica— afecta
la seguridad alimentaria, la biodiversidad, el ciclo del carbono y aumenta los
riesgos de desertificación
Solo una tercera parte del suelo global mantiene condiciones saludables
Actualmente, solo
aproximadamente una tercera parte del suelo a nivel mundial se considera en
condiciones saludables.
Esto significa que dos tercios de los suelos
del planeta presentan algún grado de degradación, lo que afecta directamente la
productividad agrícola, la biodiversidad, la capacidad de almacenamiento de
carbono y la resiliencia frente al cambio climático.
¿Qué implica que el suelo esté
degradado?
La degradación del suelo se
refiere a la pérdida de sus funciones ecológicas y productivas por causas como:
- Erosión (por agua o viento)
- Pérdida de materia orgánica
- Desequilibrios de nutrientes
- Salinización y acidificación
- Compactación
- Contaminación por metales pesados o agroquímicos
- Pérdida de biodiversidad del suelo
Estos procesos son resultado,
principalmente, de prácticas agrícolas insostenibles, deforestación,
sobrepastoreo, urbanización y el cambio climático.
Amenazas Principales
Erosión por agua y viento,
ampliada por prácticas agresivas como el arado profundo o la tala sin control
La agricultura insostenible,
caracterizada por prácticas como la labranza intensiva, los monocultivos y el
uso excesivo de fertilizantes y pesticidas, es una de las principales causas de
la degradación de la estructura y fertilidad del suelo.
Impactos de la agricultura
insostenible en el suelo
Labranza intensiva:
a superior del suelo, destruyendo su estructura natural, aumentando la erosión y disminuyendo la materia orgánica esencial para mantener la fertilidad y la retención de agua.
Además, altera la
actividad de microorganismos beneficiosos que mantienen el equilibrio del
suelo.
Monocultivos:
Cultivar
repetidamente una sola especie en la misma tierra agota nutrientes específicos,
reduce la diversidad biológica del suelo y favorece la proliferación de plagas
y enfermedades. Esto genera una dependencia creciente de agroquímicos para
mantener la producción, lo que a su vez afecta negativamente la salud del
suelo.
Fertilización y pesticidas excesivos:
El uso intensivo y desmedido de fertilizantes químicos altera la química del suelo, provocando fenómenos como la acidificación y la salinización, que deterioran la capacidad del suelo para sostener cultivos.
Los
pesticidas eliminan microorganismos esenciales para el reciclaje de materia
orgánica, lo que reduce la fertilidad y la estructura del suelo.
Consecuencias ambientales y
productivas
Degradación y erosión del suelo:
La combinación de estas prácticas agota la capa fértil, facilitando la
erosión por viento y agua, y disminuyendo la capacidad del suelo para retener
agua y nutrientes.
Pérdida de biodiversidad:
La
destrucción de hábitats microbianos y la reducción de la diversidad genética de
plantas afectan la resiliencia del ecosistema agrícola y su capacidad de
recuperación.
Contaminación de aguas:
El
escurrimiento de fertilizantes y pesticidas contamina ríos y acuíferos,
afectando la calidad del agua y la salud de ecosistemas acuáticos.
Reducción de la productividad a largo plazo:
Aunque la agricultura intensiva puede aumentar la producción a
corto plazo, la degradación progresiva del suelo conduce a una caída sostenida
de la fertilidad y la capacidad productiva.
Alternativas y soluciones
Sistemas de agricultura de
conservación, rotación de cultivos, uso racional de agroquímicos y prácticas
que protejan la estructura del suelo pueden mitigar estos impactos y promover
la sostenibilidad agrícola.
La agricultura insostenible con labranza intensiva, monocultivos y uso excesivo de fertilizantes y pesticidas degrada la estructura y fertilidad del suelo, comprometiendo la productividad agrícola, la biodiversidad y la salud ambiental global.
Consecuencias globales
Reducción de la productividad agrícola:
Menos suelo fértil implica menores rendimientos y amenaza la
seguridad alimentaria.
Aumento de la inseguridad alimentaria:
Más de 2 mil millones de personas sufren carencias de
micronutrientes debido a la disminución de la calidad del suelo y, por ende, de
los alimentos.
Pérdida de biodiversidad:
El
suelo alberga cerca del 25% de la biodiversidad terrestre.
Menor capacidad de secuestro de carbono:
Los suelos sanos almacenan grandes cantidades de carbono; su
degradación contribuye al cambio climático.
Datos clave
Estado del suelo Porcentaje aproximado global
Saludable 33%
Moderada a altamente degradado 33%
En proceso de degradación 34%
Importancia de la restauración
y gestión sostenible
La restauración y manejo
sostenible de suelos es fundamental para:
Garantizar la producción de
alimentos a largo plazo.
Mantener servicios
ecosistémicos vitales (agua, biodiversidad, clima).
Cumplir con los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS).
La comunidad internacional, a
través de organismos como la FAO y la ONU, impulsa políticas y prácticas para
revertir la degradación y promover la salud del suelo como un pilar esencial
para el futuro del planeta
Importancia
de la conservación de los suelos
El suelo en realidad es un
sistema que vive cambiando constantemente, lo que lo transforma en un recurso
altamente complejo. No solo sirve como soporte para todas las formas de vida,
como las plantas y animales, sino que además sirve de sustrato para el
crecimiento de la vegetación, garantizando los nutrientes necesarios para todas
las especies.
Desde el punto de vista
agrícola, los suelos funcionan como el canal de comunicación entre el productor
y su cultivo, ya que a través de las acciones que este realice, la calidad y el
tamaño de su plantación variarán drásticamente.
¿Qué es la desertificación de
los suelos?
La desertificación es un proceso de degradación ecológica en
el que los suelos fértiles pierden total o parcialmente su
capacidad productiva. Este fenómeno se puede dar por tres
causas principales, que son:
La desforestación
El uso desequilibrado de los
suelos
Por si no lo sabías el uso
excesivo de un suelo puede degradarlo de forma irreversible. De entre todos los
tipos de degradación que puede sufrir un suelo, la peor es la erosión o lo que
es lo mismo, la perdida de capas fértiles que limitan la capacidad productiva
de ese suelo.
Mal uso de equipos mecanizados
Las actividades mineras
degradan los suelos y el agua, es fundamental el control por parte de las autoridades.
(Foto ANA)
Por último, el mal uso que se le pueda dar a una máquina o el mal mantenimiento de las mismas, puede causar estragos en el terreno, contaminándolo con productos químicos como aceite, gasolina o diésel. Pero también puede acelerar el proceso de erosión de zonas terrestres.
Principios y Técnicas de Conservación del Suelo
La conservación del suelo es
fundamental para mantener su fertilidad, estructura y funciones ecológicas a
largo plazo.
Se basa en un conjunto de
principios y técnicas que buscan minimizar la degradación causada por prácticas
agrícolas intensivas y proteger los recursos naturales.
1.
Agricultura de conservación
Este sistema agrícola se
fundamenta en tres principios básicos que promueven la sostenibilidad y la
salud del suelo:
Minimizar la labranza:
Se reduce o elimina el arado y
otras perturbaciones mecánicas del suelo, favoreciendo la siembra directa.
Esto protege la estructura del
suelo, mantiene la materia orgánica y reduce la erosión.
Mantener la cobertura vegetal
permanente:
Se conserva al menos un 30% de
cobertura del suelo con residuos de cultivos o cultivos de cobertura, lo que
protege el suelo de la erosión, mejora la retención de humedad y aporta materia
orgánica.
Rotaciones y diversificación
de cultivos:
Alternar diferentes especies
en el tiempo y espacio (al menos tres cultivos diferentes) ayuda a romper
ciclos de plagas, mejora la fertilidad del suelo y promueve la biodiversidad.
Estas prácticas fomentan la
biodiversidad del suelo, mejoran la infiltración del agua y la eficiencia en el
uso de nutrientes, contribuyendo a la sostenibilidad y resiliencia de los
sistemas agrícolas.
2.
Reforestación y barreras verdes
Reforestación:
Plantar árboles y arbustos en
áreas degradadas ayuda a estabilizar el suelo, reducir la erosión y mejorar el
ciclo hidrológico.
Barreras verdes o cortavientos:
Filas de vegetación que actúan
como barreras contra el viento, disminuyendo la erosión eólica y protegiendo
cultivos y suelo.
Ingeniería de terrazas y
zanjas:
Construcción de terrazas en
pendientes para reducir la velocidad del agua y evitar la escorrentía
superficial.
Las zanjas o canales captan y almacenan agua
de lluvia, facilitando su infiltración y reduciendo la pérdida de suelo por
arrastre.
3.
Manejo integrado de nutrientes
Uso equilibrado de materia
orgánica y fertilizantes:
Incorporar compost, estiércol
y otros residuos orgánicos junto con fertilizantes químicos en dosis adecuadas
para mantener la fertilidad sin causar contaminación ni desequilibrios
químicos.
Cuidado del microbioma del
suelo:
Preservar y fomentar la
diversidad microbiana del suelo mediante prácticas que eviten la contaminación
y la perturbación excesiva, ya que estos microorganismos son esenciales para la
descomposición de materia orgánica, el ciclo de nutrientes y la salud general
del suelo.
Beneficios
de estas prácticas
- Reducción de la erosión hídrica y eólica.
- Mejora de la estructura y fertilidad del suelo.
- Mayor retención de agua y eficiencia en el uso de nutrientes.
- Aumento de la biodiversidad y resiliencia frente al cambio climático.
- Disminución del uso de agroquímicos y menor impacto ambiental.
- Sostenibilidad de la producción agrícola a largo plazo.
La combinación de la
agricultura de conservación, técnicas de reforestación y manejo del agua y un
manejo integrado de nutrientes conforman un enfoque integral para preservar y
mejorar la salud del suelo, garantizando su productividad y los servicios
ecosistémicos que sostiene
FUENTES
https://www.diainternacionalde.com/
https://www.erbol.com.bo/
https://igac.gov.co/
https://www.arkiplus.com/
http://biogeo.esy.es/
https://www.nationalconservationplanningpartnership.com/es
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