martes, 24 de junio de 2025

EL 24 DE JUNIO DE 1909 NACÍA JAVIER VILLAFAÑE

EL ARTISTA DE LAS MANOS MÁGICAS


Javier Villafañe nació en  el barrio de Almagro, Buenos Aires el 24 de junio de 1909. Fue poeta, escritor y desde muy pequeño, titiritero.

Desde niño disfrutaba como oyente de la narración de historias , de los clásicos narrados por su madre, o populares contados por una empleada española. También amaba la poesía callejera, y se maravillaba con el mundo de los títeres.
Hubo personajes como el clown norteamericano Frank Brown, o como el titiritero Dante S. Verzura, que impresionaron y estimularon su imaginación que se mostraba como un gran soñador.

No fue un alumno destacado en su paso por primaria y secundaria, ya que sus intereses estaban dirigidos a las artes. En su juventud fue un ávido lector, asistía fascinado a espectáculos de títeres y marionetas en el barrio de La Boca  realizados por artistas de origen italiano como Bastián de Terranova, Carolina Ligotti y Vito Cantone.
Mantuvo amistad con personajes de la talla de Enrique Wernicke, José Luis Lanuza y Juan Pedro Ramos. Este último se convertirá en su primer compañero de viajes y andanzas.

Luego de cumplido el servicio militar obligatorio, donde escribe sus primeras obras literarias ,como Don Juan Farolero, publicado en 1936.

En el año 1933, a los 24 años siendo empleado de Obras Sanitarias de la Nación,  ocurre un hecho determinante para su vida que Pablo Medina, su amigo, cuenta en "Javier Villafañe. Antología". Obra y Recopilaciones (Sudamericana, 1990).

Dijo Javier Villafañe - “Un día estábamos en el balcón de la casa de mi hermano, Oscar, en la calle Azcuénaga, con Juan Pedro Ramos, el poeta y amigo, y pasó un carro conducido por un viejo, y sobre el heno que llevaba iba un muchacho mirando el cielo mientras masticaba un pastito largo y amarillo. 
Pensamos en ese momento con Juan qué hermoso sería poder viajar toda la vida en un carro y que el caballo nos llevara adonde quisiera”.

Esta escena despertó en ellos el ideal de libertad, por la voluntad artística y la celebración de la vida, ambos amigos dan origen a “La Andariega”, aquella mítica carreta devenida hogar y teatro de títeres ambulante. 

Para hacerla consiguió un carro de hielero que fue remozada por él y con la ayuda de sus amigos.

Con su carreta La Andariega viajó por Argentina y varios países americanos realizando funciones de títeres.

En su vida creó personajes legendarios como el mentado Maese Trotamundos.

Javier Villafañe fue reconocido a lo largo de toda su carrera con numerosos premios y distinciones, reflejando la importancia de su aporte a la literatura y el teatro de títeres en Argentina y América Latina.

Su primer galardón lo obtuvo en 1934, cuando recibió el Premio Municipal de Poesía otorgado por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, un reconocimiento que marcó el inicio de su trayectoria pública y literaria.

Este premio fue fundamental para visibilizar su trabajo y consolidar su vocación artística, permitiéndole continuar y profundizar su labor creativa en los años siguientes.


En el año 1938  escribe la obra  "Una ronda, un cuento y un acto para títeres", y "Coplas, poemas y canciones"

En 1943  escribe la obra  "Títeres" .
 

En el año 1944 escribe la obra  "El Gallo Pinto (poesía)".
 



En 1945  escribe la obra "Libro de cuentos y leyendas".
 


En el año 1963 escribe "Los sueños del sapo".

Durante la dictadura argentina, sus títeres se convirtieron en vehículos de metáforas libertarias y resistencia cultural.

Su libro Don Juan el Zorro fue censurado en 1967, lo que lo llevó al exilio en Venezuela, donde fundó talleres de títeres y continuó escribiendo y recopilando cuentos populares.

Villafañe decidió entonces abandonar el país y radicarse en Venezuela donde, trabajando para la Universidad de Los Andes, fundó un Taller de Títeres para formar artistas de esa disciplina.

En 1978, con el auspicio del gobierno venezolano, repitió su experiencia trashumante en el Viejo Continente: con un teatro ambulante recorrió el camino de Don Quijote a través de La Mancha, en España. 

En el año 1983 escribe la obra
  "Maese Trotamundos por el camino de Don Quijote".

En 1984 retornó a la Argentina.

Fue autor, entre muchos otros libros, de , Historias de pájaros (Emecé), Circulen, caballeros, circulen (Hachette), Cuentos y títeres (Colihue), El caballo celoso (Espasa-Calpe), El hombre que quería adivinarle la edad al diablo (Sudamericana),  y Maese Trotamundos por el camino de Don Quijote (Seix Barral).

En 1991, Javier Villafañe recibió una mención extraordinaria por su aporte a la literatura infantil argentina, otorgada por la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA).

Este reconocimiento destacó su trayectoria dedicada a la creación literaria para niños, así como su labor como titiritero y difusor de la cultura popular a través de sus cuentos, poesías y obras teatrales para público infantil.

La mención subrayó la importancia de su obra en la formación de lectores infantiles y en la promoción de la literatura infantil en Argentina, reconociendo su compromiso con la transmisión de valores, la imaginación y la creatividad en las nuevas generaciones.

Este galardón fue uno de los últimos que recibió en vida, consolidando su legado como una figura fundamental en la literatura y el teatro para niños en el país.

Su legado sigue vivo en la literatura escolar, en el teatro de títeres argentino y latinoamericano, y en la inspiración de artistas como Ariel Bufano y Adriana Sobrero.


El 1 de abril de 1996, a los 86 años, falleció en Buenos Aires.

Legado



 Javier Villafañe (1909–1996) dejó una huella profunda y multifacética en la literatura y la cultura argentina, especialmente en el ámbito del teatro de títeres, la literatura infantil y la poesía.

 Elevación del teatro de títeres a arte literario

Villafañe fue pionero en transformar el teatro de títeres en un arte literario, dotándolo de profundidad poética, humor y crítica social.

Obras como Los sueños del sapo y La calle de los fantasmas son hoy clásicos tanto para niños como para adultos.

Su personaje Maese Trotamundos, creado en 1935, se convirtió en símbolo de libertad y en su alter ego, llevando historias y fantasía a plazas y pueblos de toda América Latina.

Obra literaria y poética

Publicó decenas de libros que abarcan cuentos, memorias (La maleta), poesía y recopilación de relatos populares.

Entre sus títulos destacados se encuentran Historias de pájaros, Cuentos y títeres, El hombre que quería adivinarle la edad al diablo, Atá el hilo y comenzá de nuevo, Los ancianos y las apuestas y Historia cuento poema.

Su poesía, tanto para niños como para adultos, se caracteriza por el tono lúdico y la profundidad existencial, como se aprecia en el poemario póstumo Hay que regar antes que llueva.

 Resistencia y pedagogía

Su labor pedagógica incluyó la formación de nuevas generaciones de titiriteros y escritores, y su influencia se percibe en el teatro comunitario y en festivales que llevan su espíritu.

 Filosofía y visión del arte

Villafañe sostenía que “los títeres son del pueblo” y defendía la idea de que el arte debía ser accesible y estar al servicio de la gente, no encerrado en espacios elitistas.

Para él, los títeres eran “poesía que se ve, música que se calla y cuento que se mueve”.


FUENTES:
 http://www.el-descubrimiento.com.ar/
http://www.imaginaria.com.ar

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