EL PensaDOR Y
Revolucionario
Cultural
1. Orígenes y primeros años
(1844–1864)
Friedrich Wilhelm Nietzsche nació
el 15 de octubre de 1844 en Röcken, una pequeña localidad de la provincia
prusiana de Sajonia (actual Alemania).
Fue un filósofo, poeta, músico y
filólogo alemán, cuya obra ha ejercido una profunda influencia en el
pensamiento mundial contemporáneo y en la cultura occidental.
Fue el primer hijo del pastor
luterano Karl Ludwig Nietzsche y de Franziska Oehler.
Su familia tenía profundas raíces
religiosas: su padre y ambos abuelos fueron pastores protestantes.
Nietzsche creció en un ambiente
piadoso y disciplinado.
Tras la muerte de su padre en
1849 (cuando Nietzsche tenía solo 4 años) y de su hermano menor, la familia —su
madre, su hermana Elisabeth y él— se mudó a Naumburg, donde vivió rodeado de
mujeres (madre, hermana, abuela y dos tías).
Estudió en el internado de Pforta, una de las
instituciones más prestigiosas de Alemania, donde destacó por su dominio del
griego y del latín, y comenzó a interesarse por la cultura clásica.
2. Formación académica y
filología clásica (1864–1869)
En 1864 ingresó en la Universidad de Bonn para estudiar teología y filología clásica.
Sin embargo, pronto abandonó la
teología —perdiendo la fe cristiana— y se concentró en la filología, la ciencia
del estudio crítico de los textos antiguos.
Influenciado por su maestro
Friedrich Wilhelm Ritschl, Nietzsche se trasladó en 1865 a la Universidad de
Leipzig, donde estudió con profundidad a los clásicos griegos, en especial a
Eurípides, Sócrates, Platón y Aristóteles, pero sobre todo a Heráclito, cuyo
pensamiento dinámico y trágico lo marcaría profundamente.
Durante este periodo leyó por
primera vez El mundo como voluntad y representación de Arthur Schopenhauer,
experiencia que lo impactó de manera decisiva.
Vio en Schopenhauer un espíritu afín, un
filósofo trágico que enfrentaba la vida sin ilusiones.
También se interesó por la música
de Richard Wagner, a quien más tarde conocería y con quien entablaría una
relación de amistad e idealización.
3. Profesor en Basilea y amistad
con Wagner (1869–1879)
Fue un caso excepcional: una
cátedra otorgada a un académico tan joven.
Durante esta época trabó amistad
con Jacob Burckhardt (historiador del arte) y con Richard Wagner y su esposa
Cosima Liszt. Nietzsche veía en Wagner la encarnación moderna del espíritu
trágico griego y del ideal estético dionisíaco que él valoraba.
Fruto de esta admiración nació su
primera gran obra: El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música
(1872)
En esta obra, Nietzsche propone
que el arte griego se fundaba en la tensión entre dos principios estéticos:
Apolo (orden, forma, medida) y Dioniso (caos, pasión, embriaguez vital).
La tragedia griega, para él,
sintetizaba ambos impulsos, y su desaparición marcó la decadencia de la cultura
occidental.
El libro fue recibido fríamente
por los filólogos académicos, que lo consideraron poco riguroso. Esta crítica
marcó el inicio de su distanciamiento del ámbito académico tradicional.
4. Crisis, ruptura con Wagner
y madurez filosófica (1879–1889)
Abandono de la cátedra y vida
errante
En 1879, tras años de problemas
de salud (fuertes migrañas, trastornos digestivos y oculares), Nietzsche se vio
obligado a renunciar a su cátedra en Basilea.
A partir de entonces llevó una
vida de filósofo errante, viajando entre Suiza, Italia y el sur de Francia,
buscando climas benignos para su salud y viviendo modestamente gracias a una
pensión universitaria.
Ruptura con Wagner y nueva
filosofía
Su entusiasmo por Wagner se
transformó en desencanto. Consideró que el compositor había caído en el
nacionalismo, el cristianismo y la grandilocuencia que Nietzsche rechazaba.
En El caso Wagner (1888) y
Nietzsche contra Wagner (1888) lo criticó duramente.
Obras fundamentales del período
medio y tardío
Durante su etapa más productiva
(entre 1878 y 1888), escribió las obras que lo consagraron como uno de los pensadores
más originales y radicales de la filosofía moderna:
En el año 1878 escribe la obra Humano, demasiado humano. Fue el inicio del “espíritu libre”: crítica al romanticismo, la metafísica y la religión.
En el año 1882 escribió La gaya ciencia, donde introduce la famosa frase: “Dios ha muerto”.
La “muerte de Dios” no significa
un evento literal, sino la pérdida de fe en valores absolutos, el colapso del
fundamento moral y metafísico del Occidente cristiano.
Entre los años 1883 y 1885 escribió Así habló Zaratustra .
Es su obra más poética y
simbólica. El profeta Zaratustra proclama el advenimiento del superhombre
(Übermensch), la voluntad de poder, y el eterno retorno.
critica a la filosofía
tradicional y a su pretensión de verdad objetiva.
En 1887 escribió Genealogía de la moral donde analiza el origen psicológico e histórico de los valores morales. Distingue entre la moral de los señores (afirmativa, creadora) y la moral de los esclavos (resentida, reactiva).
Son obras finales de un estilo
aforístico y combativo, donde arremete contra la decadencia occidental, el
cristianismo y la moral tradicional.
5. Colapso mental y últimos
años (1889–1900)
En enero de 1889, mientras
residía en Turín, Nietzsche sufrió un colapso mental.
La anécdota más célebre —aunque
probablemente mítica— cuenta que al ver a un cochero azotar a su caballo,
Nietzsche se abrazó al animal llorando antes de desplomarse.
Fue diagnosticado con demencia
(posiblemente derivada de sífilis o de un trastorno cerebral degenerativo).
Pasó el resto de su vida en un
estado de deterioro mental, primero bajo el cuidado de su madre en Naumburg, y
luego, tras su muerte en 1897, bajo la tutela de su hermana Elisabeth
Förster-Nietzsche en Weimar.
Nietzsche falleció el 25 de agosto de 1900, a los 55 años.
6. El papel de Elisabeth
Förster-Nietzsche y la manipulación póstuma
Su hermana Elisabeth,
nacionalista y antisemita, manipuló y editó sus escritos póstumos
(especialmente La voluntad de poder, una compilación espuria de fragmentos
inconclusos). Ella trató de asociar su pensamiento con el nacionalismo alemán
y, más tarde, con el nazismo, tergiversando su obra.
Pensamiento filosófico
esencial
Voluntad de poder: Principio vital y dinámico que impulsa a todo ser a afirmarse, crecer y dominar.
Eterno retorno: Hipótesis
existencial según la cual la vida debe ser vivida de tal modo que uno desee su
repetición infinita.
Superhombre (Übermensch): Ideal
del ser humano que trasciende la moral tradicional y crea sus propios valores.
Crítica a la moral y al
cristianismo: Nietzsche veía en la moral cristiana una negación de la vida,
basada en el resentimiento y la debilidad.
Perspectivismo: No existen
verdades absolutas; toda interpretación depende de la perspectiva vital de
quien la formula.
LEGADO
Su influencia ha sido enorme y ambivalente: se le ha leído como profeta del nihilismo, del vitalismo, del arte moderno, e incluso (erróneamente) como precursor de ideologías totalitarias.
Hoy se le considera uno de los pensadores más profundos y revolucionarios de la historia de la filosofía occidental, un crítico implacable de las ilusiones metafísicas y un defensor radical de la vida, la creación y la libertad individual.
Nietzsche influyó en múltiples
campos:
Filosofía: Existencialismo
(Sartre, Camus), hermenéutica (Heidegger, Gadamer), postestructuralismo
(Foucault, Deleuze, Derrida).
Psicología: Freud, Jung y Adler
reconocieron su influencia.
Arte y literatura: Thomas Mann,
Rilke, Kafka, Borges y muchos otros bebieron de su pensamiento.
Crítica cultural: Su análisis del
nihilismo anticipó la crisis de valores de la modernidad.
Su estilo aforístico, su tono poético y su crítica radical lo convirtieron en una de las figuras más provocadoras, visionarias y malinterpretadas de la filosofía moderna.
Retrato de Friedrich Nietzsche | Autor: Gustav Schultze | Licencia: Dominio público
COMO SE DEFINE ÉL
“Una cosa soy yo, otra cosa son mis escritos. –Antes de hablar de ellos tocaré la cuestión de si han sido comprendidos o in-comprendidos. Lo hago con la negligencia que, de algún modo, resulta apropiada, pues no ha llegado aún el tiempo de hacer esa pregunta.
Tampoco para mí mismo ha llegado
aún el tiempo, algunos nacen póstumamente. – Algún día se sentirá la necesidad
de instituciones en que se viva y se enseñe como yo sé vivir y enseñar; tal
vez, incluso, se creen entonces también cátedras especiales dedicadas a la
interpretación del Zaratustra. Pero estaría en completa contradicción conmigo
mismo si ya hoy esperase yo encontrar oídos y manos para mis verdades; que hoy
no se me oiga, que hoy no se sepa tomar nada de mí, eso no sólo es
comprensible, eso me parece incluso lo justo. […] En última instancia nadie
puede escuchar en las cosas, incluidos los libros, más de lo que ya sabe. Se
carece de oídos para escuchar aquello a lo cual no se tiene acceso desde la
vivencia. […] Quien ha creído haber comprendido algo de mí, ése ha rehecho algo
mío a su imagen – no raras veces le ha salido lo opuesto a mí…” (pág. 55 – 57,
Ecce homo)
COMO LO VEIA VAZ FERREIRA
Vaz Ferreira se pregunta: ¿cómo se debe leer a Nietzsche? ¿cuál es el mejor uso de Nietzsche y cuál es el mejor Nietzsche?
“Por más que en extensión, y por la repetición frecuente, podría parecer que lo importante de Nietzsche sean sus ideas sistemáticas sobre la dureza, sobre el dominio de unas clases por otras, sobre los ciclos históricos, etc., etc.; en realidad, todo eso tanto, desde el punto de vista de su originalidad como de su valor, es lo más insignificante de su obra.” (pág. 21)
Su valor fermental es riquísimo;
y de índole casi única. Era Nietzsche un espíritu intuitivo e instintivo, casi
impulsado a producir y a pensar por una
especie de necesidad mental inconsciente. Y su pensamiento se parece un poco al
del sueño; es una especie de semidelirio. Acabó, por lo demás, en el delirio
completo. (…) La condensación de pensamiento y de sentimiento, y de otro psiqueo inclasificable, en sus aforismos,
suele ser milagrosa. Y, sobre todo, parece que coloreara las cosas; que las
hiciera percibir como si no hubiera costumbres… Es difícil dar idea de eso.
Cuando despertamos de un ensueño, nos disponemos a veces a narrarlo, y notamos,
o ya sabemos de antemano, que nuestra narración no producirá sobre los demás la
impresión de terror, o de dolor, o de beatitud, o de algo innombrable, que en
nosotros acompañaba al ensueño. Pues bien: si hay algo que dé un poco de ese
efecto, alguien que haga sentir de un modo más coloreado, más caliente, que la
manera como sentimos en nuestra vida habitual, es (cierto) Nietzsche.” (pág.
22)
“Llanamente, pues, quiero decir que hay que tratar a Nietzsche y utilizarlo como un fermento para pensar…” (pág. 32)
“La popularización de este filósofo nos lo presenta como una especie de teórico de la dureza, de la crueldad y de la violencia. Entre tanto, no sólo tienen en su obra elementos de riqueza incomparable, sino que ha sido mucho más que precursor de algunas de las tendencias más fecundas del pensamiento moderno…” (pág. 67)
FUENTES
https://uruguayeduca.anep.edu.uy/index.php/efemerides/311
https://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_Nietzsche
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