Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

sábado, 29 de octubre de 2016

EL 29 DE OCTUBRE DE 1889 NACÍA LORENZO LUZURIAGA

IMPULSOR DE LA ESCUELA NUEVA



Lorenzo Luzuriaga nació en Valdepeñas (Ciudad Real) el 29 de Octubre de 1889. 

 Fue un maestro y pedagogo español, también tomó partido dentro de la política a favor de la educación. Además, fue uno de los principales activistas para la instauración en España del movimiento Escuela Nueva, que promovía una enseñanza distinta a la tradicional.

Luzuriaga desarrolló su obra enfocada en el avance de la educación en su país, y en la lucha por establecer una innovación y renovación en el sistema educativo. Uno de sus trabajos más destacados fue La escuela unificada, el cual pretendió acoplar a una sociedad tal vez dividida.

Una buena parte de la obra literaria, pedagógica e intelectual de Lorenzo Luzuriaga se dio en el exilio. Eso se debió a que, como muchos intelectuales españoles, se sintió amenazado tras el estallido de la guerra civil en 1936. De esos años fue su libro Historia de la educación pública.

 La escuela nueva se refiere a uno de los más importantes movimientos educativos, que recogen una serie de principios que revisan y reforman las formas tradicionales de educación. 

 Aparece a finales del Siglo XIX y perduró hasta después de la II Guerra Mundial

La expresión “escuela nueva” se le aplica aquellas instituciones escolares en las que se intentó lograr una renovación, que en un primer momento también se llamaba “escuela diferente”.


Sus padres fueron Santiago Luzuriaga un maestro de Murrieta y de Ángeles Medina, de Socuéllamos. 

En una nota autobiográfica él mismo rememora sus orígenes y habla de su padre como director de una escuela en Valdepeñas y de su madre, hermana de un maestro de la misma escuela. 
Y añade: “Tanto mi padre como mi madre se casaron en segundas nupcias, teniendo mi padre un hijo, Fermín, y mi madre otro, Recaredo, que ya eran maestros. Así pues, he tenido padre maestro, dos tíos maestros y dos hermanos maestros; no se puede pedir más pedagogía”.

Los primeros años de educación los cursó en Valdepeñas. Tras el fallecimiento de su padre, la situación económica de la familia se tornó difícil, así que se mudó con su familia a Aravaca, lugar donde culminó su educación primaria. Allí la familia logró estabilizarse un poco.

En 1908 comenzó a estudiar en el Instituto Libre de Enseñanza, donde tuvo como maestro al pedagogo y filósofo Francisco Giner de los Ríos. 

Posteriormente, cursó estudios en la Escuela Superior de Magisterio, allí fue discípulo de José Ortega y Gasset, quien influyó enormemente en su vocación.



En el  año 1909 ingresa en la Escuela Superior del Magisterio, después de conseguir una beca que había solicitado por falta de recursos económicos. 
En esa época, y mientras preparaba su ingreso en la Escuela Superior, acude a la biblioteca del Museo Pedagógico Nacional. “Allí acudía -dice en sus notas autobiográficas inéditas- para mis lecturas, que eran muchas”. 
Y allí conoció a Manuel Bartolomé Cossío, que le presentó a Giner. “Este fue -dice- el encuentro decisivo de mi vida. D. Francisco le hizo entrar en la Institución Libre de Enseñanza, en la que fue a la vez alumno y maestro desde 1908 a 1912.

María Luisa Navarro Margati


Luzuriaga conoció a María Luisa Navarro Margati mientras estudiaba en la Escuela Superior de Magisterio.

Después de un tiempo de noviazgo, se casaron en 1912.

El matrimonio tuvo dos hijos: Jorge e Isabel Luzuriaga Navarro.

Tras haberse graduado de maestro e inspector de enseñanza primaria, Luzuriaga fue becado por la Junta de Ampliación de Estudios en 1913. 

Partió a Alemania durante dos años, y realizó varios estudios y cursos sobre la educación y la pedagogía en universidades como la de Berlín y Jena.

Cuando regresó a España, se incorporó a los proyectos de la asociación Liga de Educación Política, así como también a las actividades que realizó el movimiento de la Escuela Nueva. Durante aquel tiempo también laboró en el Museo Pedagógico Nacional como secretario e inspector.

Luzuriaga sabía muy bien que la educación -o determinada concepción de los fines educativos- está siempre en función de un determinado proyecto político. 
Porque, ¿dónde deben separarse -si es que deben- educación, cultura y política? Luzuriaga se planteará este problema, reiterada y contradictoriamente, a lo largo de su obra en España y en el exilio. 
Tratará de salvaguardar su libertad individual, su independencia y la independencia de sus obras de creación (defenderá siempre encarnizadamente su Revista de Pedagogía, que aparecerá ininterrumpidamente entre 1922 y 1936 ), aunque no por eso va a renunciar a la lucha por unos ideales claros de progreso, que le van a llevar desde las posiciones socialistas más radicales a un republicanismo también muy militante, aunque de más amplio espectro… 


Luzuriaga va a pasar del radicalismo de la época de sus colaboraciones en el semanario España (1915-16) y el diario El Sol (1917-21) a la prudencia política de los primeros tiempos de la Revista de Pedagogía y del radicalismo republicano al desconcierto del exilio y de la “guerra fría”.

Su carrera pedagógica se consolidará meses después, cuando inicie sus tareas como profesor de Organización escolar en la recién creada Sección de Pedagogía de la Universidad Complutense de Madrid y cuando sea nombrado Secretario Técnico en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, cargo que desempeñará hasta tiempo después de encontrarse ya en el exilio -1937, en Londres-.

Fue  uno de aquellos españoles “del éxodo y del llanto” que abandono el país en aquel “apocalíptico” 1936 en Madrid, como consecuencia de los virulentos combates desatados en las afueras de la capital, ya en plena guerra civil. 

Impulsor de la Institución Libre de la Enseñanza y es uno de los principales introductores de la denominada pedagogía social (que indica la importancia de la pedagogía fuera de la institución escolar). Colabora con Cossío en el Museo Pedagógico.
Lorenzo Luzuriaga abandonó España en 1939, debido a las consecuencias de la guerra civil española. 

Lorenzo Luzuriaga. El catedrático español (izquierda) llega a Tucumán en 1939. A su lado, el profesor Risieri Frondizi

Primero llegó a Gran Bretaña, luego se fue a Argentina, y en la ciudad de Tucumán se desempeñó como profesor de su principal universidad.

En 1944 se mudó a Buenos Aires y se incorporó a la industria editorial. También tradujo varias obras del pedagogo estadounidense John Dewey, y además comenzó a trabajar en el diario La Nación, donde publicó tanto temas educativos, como su posición ante la educación del régimen de Franco.


Los últimos años de vida de Luzuriaga fueron de intensa actividad. Mientras estuvo en Buenos Aires participó en la creación de varias revistas, como La Realidad, junto al también español y escritor Francisco Ayala. 

A partir de 1954, y durante un año, se desempeñó como profesor universitario en Venezuela.

 Instalado nuevamente en la capital argentina, el pedagogo español asumió la cátedra de historia de la educación en la Universidad de Buenos Aires. 

Tuvo la oportunidad de volver a España en 1956 por poco tiempo. 

Tres años más tarde falleció en Argentina, el 23 de julio.


Obras


  
En colab. con Manuel Bartolomé Cossío, La enseñanza primaria en España, Museo Pedagógico Nacional, 1915 (2.ª ed.).
    
Documentos para la historia escolar de España, Madrid: Centro de Estudios Históricos, 1916-1917, 2 vols.
    
La preparación de los maestros, Madrid: Imp. de J. Cosano, 1918.
    
El analfabetismo en España (1919)
    
Ensayos de pedagogía e instrucción pública, Madrid: Hernando, 1920.
    
La Enseñanza Primaria en las Repúblicas Hispano-Americanas, Madrid: Museo Pedagógico Nacional, 1921.
   
La escuela unificada (1922)
    
Las escuelas nuevas (1923)
   
Escuelas de ensayo y reforma, Madrid: Imp. de J. Cosano, 1924.
   
Escuelas activas, Madrid: Imprenta de J. Cosano, 1925.
    
La educación nueva Madrid: Imp. J. Cosano, 1927; nueva ed. 1942.

    
Concepto y desarrollo de la nueva educación, Madrid: Public. de la Revista de Pedagogía, 1928
    
Bases para un anteproyecto de Ley de Instrucción Pública inspiradas en la idea de la escuela única (1931, reedición y puesta al día de su obra de 1918)
    
Ideas para una reforma constitucional de la educación pública (1931)



    
La escuela única, Madrid: Public. de la Revista de Pedagogía, 1931.
   
La nueva escuela pública (1931)
    
La pedagogía contemporánea (1942)
    
La enseñanza primaria y secundaria argentina comparada con la de otros países. Tucumán: Universidad Nacional de Tucumán, 1942.
    
Reforma de la educación (1945)



Historia de la educación pública, 1946: 3.ª ed. Buenos Aires: Losada, 1959.



Pedagogía (1950)



    
Pedagogía social y política (1954; 3.ª ed. Buenos Aires: Losada, 1961)
    
La educación de nuestro tiempo, Buenos Aires: Losada, 1961, 2.ª ed.
    
Antología pedagógica (1956)
    
La Institución Libre de Enseñanza y la educación en España, Buenos Aires, Universidad Nacional de Buenos Aires, 1958.
   
Diccionario de pedagogía Buenos Aires, Losada, 1950.
    

Historia de la educación y de la pedagogía Buenos Aires: Losada, 1951


Ideas pedagógicas del siglo XX, Buenos Aires: Losada, 1968 (3.ª ed.).


FUENTES

jueves, 27 de octubre de 2016

27 DE OCTUBRE - DIA MUNDIAL DEL PATRIMONIO AUDIOVISUAL

Tema 2016: «Es tu historia, no la pierdas»








Los documentos audiovisuales —tales como las películas, los programas de radio y televisión, y las grabaciones de audio y video— son patrimonio de todos y contienen información clave de los siglos XX y XXI, que forma parte de nuestra historia e identidad cultural.
Las tecnologías de sonido e imagen ofrecieron nuevas vías para compartir el conocimiento y expresar la creatividad. Además, derribaron muchas de las barreras culturales, sociales y lingüísticas que impedían la difusión de la información, como el idioma o el grado de alfabetización. Los documentos audiovisuales transformaron la sociedad y pasaron a complementar a los escritos. Pero desde la invención de la industria audiovisual, incontables producciones de gran valor histórico y cultural han desaparecido.
Por este motivo, la UNESCO aprobó en 2005 la celebración del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, como mecanismo para concienciar al público sobre la necesidad de tomar medidas urgentes y reconocer la importancia de este tipo de documentos. En esta línea, el Programa Memoria del Mundo también impulsa la valiosa labor de los profesionales que se dedican a la preservación y ayuda a gestionar los aspectos técnicos, políticos, sociales y financieros, entre otros, que amenazan la salvaguardia del patrimonio audiovisual.

 SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
 MUNDIAL DE FÚTBOL DE 1950
ATLÁNTIDA DE 1929


montevideo 1930